Para que me busca.

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#Luca

Verla jugar con mi hermana era algo que me hipnotizaba, que me llevaba a pensar en muchas cosas que no me quería ni plantar. Estaba riéndose a carcajadas mientras mi hermana le hablaba de cualquiera de sus locuras frente a la mesa de chucherías para niños. Fiorela comía algodón, incluso la vi ofrecerle un poco a Jade, pero está para variar, se lo negaba con una sonrisa.

¿Cuántas veces me habría engañado a mí sobre la comida hasta que me di cuenta? ¿Podría hablar de ello en algún momento con ella? ¿Sería demasiada leña al fuego después de todo lo que hemos vivido?

- ¡Fiore! ¡Jade! - las llamo cuando veo a las familias empezar a caminar hacia el salón. Ambas vienen tomadas de la mano hacia mí. Se me derriten las piernas al verla caminar tan feliz, sonriendo en mi dirección mientras todo el mundo a nuestro alrededor la miran.

Es mía. Es una preciosa criatura del infierno. Es guapa. Es lista. Es sexy. Es inteligente. Es buena en la cama. Es leal. Me tiene como al drogadicto que espera su dosis diaria. La veo y quiero comérmela. La miro y pienso en las mil y una formas en las que podría sacarla de aquí. Pienso en lo felices que podríamos ser encerrados en mi casa de la playa. En lo bien que queda con mi brazo en sus hombros.

- ¡Jade Hamilton! ¡Por fin vuelvo a verte!

Mis dedos aprietan tanto la copa que tengo en la mano, que mi madre me la intenta quitar antes de que la rompa. Yo la miro mientras la dejo actuar, pero ella tiene ese ceño de preocupación que tanto odio. No se fía de mí, ni de mis nervios, ni de las ganas que tengo de ir a partirle la cara al idiota que se ríe mientras mi novia le presenta a mi hermana al mismo tío con él que bailó el día que nos peleamos. Filipo. Felipe. Ni me acuerdo del ridículo nombre que tenía.

- Creía que te había encargado el veto a ese hombre aquel día - le susurro a mi padrastro al oído mientras le agarró fuertemente del brazo para que entienda lo muy cabreado que estoy.

Él levanta la cabeza en busca del tipo que le digo, primero lo mira, luego lo reconoce, y finalmente, dirige su mirada a mi madre en vez de a mí.

- ¿Ese es el chico al que dejó inconsciente y en coma por tres días? - mi madre asiente con cara de santa.

- Me alegro de las buenas noticias. Ahora dime que está haciendo aquí, querías llevarte bien conmigo.

- Da gracias a que está vivo, tuvimos que pagar un buen pellizco a su padre para que no te denunciasen. No podrías defenderte ante un juicio de tal calibre, casi muere por tu culpa.

- Mairon, dejemos el tema - interviene mi madre acercándose a su marido.

- Por supuesto - responde él de mala gana soltándose de mí agarre.

- Lo quiero fuera - sentenció mientras observo como el tipo se agacha para bromear con mi hermana, que ríe a carcajadas sin soltar la mano de Jade.

- Su padre es socio de la misma empresa con la que firmamos contrato dentro de dos semanas. Un contrato de más de tres millones de euros. Así que compórtate como un hombre y mira por el bien de la familia antes de meternos en más problemas.

- ¿Bien de la familia? ¿Te estás escuchando? - le digo de lo más cabreado mientras mis ojos y los de Jade chocan, cambiando al instante su expresión de diversión a preocupación- tú no eres mi padre.

Dejo a ambos ahí observando cómo me acerco poco a poco hacia mi hermana y mi novia, quien se dedica a despedirse de manera apresurada al ver cuáles son mis intenciones. El tipo no puede verme por ahora porque está de espaldas a mi, pero al verle el cogote solo se me ocurre cuantas llaves podría practicar con él desde esta posición.

- Nos vemos después hermosa. Adiós princesa - le escucho decir mientras mi hermana mueve su pequeña mano de un lado a otro sonriendo.

Voy directamente hasta él, cuando mi padrastro me coge de la nuca fuertemente y tira de mí. Yo me suelto rápidamente, pero para entonces ya he perdido de vista al payaso ese. Jade sin embargo, ha avanzado hacia la mesa y se mueve a unos pasos de mí como si fuera la reina de la fiesta. Destacando a cada paso que da.
Tengo tanta fuerza en mí, que me empiezan a picar los nudillos. Me molesta realmente lo mucho que la miran los hombres, pero puedo vivir sabiendo que todos ellos saben que están conmigo. Lo que no soporto es que haya imbéciles que se piensen que pueden hablar con ella hasta hacerla reír como si fuesen yo. Mi novia es mía, se divierte conmigo, ríe conmigo, llora conmigo, y gime conmigo. Mataré al que intente quitarme algo de eso.

- ¿Qué cojones te crees que estás haciendo? - le preguntó mientras tiró de su mano con fuerza hacia abajo, obligándola a sentarse a mi lado.

Ni de broma iba a sentarse cerca de ese hombre. Y si lo veo, me lo cargo esta noche.

- Ahhh, me haces daño Luca - responde molesta soltándose inmediatamente de mí agarre. Veo como se toca la mano e instantáneamente me siento mal.

- Perdón mi amor, lo prometí. No volveré a tocarte así, es que ese hombre me trae malos recuerdos, por su culpa tu y yo acabamos mal aquel día.

La veo dudar mientras me mira a los ojos, pero se le pasa todo cuando la beso agarrándole el mentón y diciéndole lo mucho que le quiero. Es por momentos como estos por los que estoy con ella, porque está hecha para mí en todos los sentidos.

Pero seguía sin comer.

- ¿No tienes hambre? - pregunta mi hermana cuando ve que Jade ni ha probado el pollo que nos han servido y ella ya va por el postre para niños.

- Voy a salir a fumarme un cigarro antes de que mi padrastro me ponga a hablar de la próxima reunión con cualquier desconocido- le digo antes de dejarle un beso en la frente y salir a la azotea donde varios nuevos ricos se encuentran hablando.

- Pero bueno, a ti te quería yo ver...

No puede ser, para qué me busca.

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⏰ Last updated: Dec 13, 2022 ⏰

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