Te quiero.

1K 91 6
                                    


- Luca -susurro sobre sus labios con ansias. Y él lo nota, sabe que eso es todo, que eso es suficiente. Sabe lo que necesito, sabe le necesito. Le necesito aquí, conmigo, ahora, demostrándome que me quiere, que de verdad me quiere.

- Estoy aquí Jade -susurra sobre mis labios con los ojos cerrados, apretados, como si le doliese lo que está diciendo.

-Te quiero Luca, te quiero de verdad.

Es todo cuanto soy capaz de expresar, mi voz no es capaz de pronunciar otra cosa que no sea esa, mi voz no es capaz de callarse tal verdad. Lucas mientras tanto abre los ojos, y por primera vez siento todas las cosas guarda en ellos, abriéndose por completo para mí.
Él no dice nada, no emite ni un solo sonido de sus labios... hasta que se le escapa una sonrisa.

- Estás sonriendo -susurro felizmente. En parte es porque le conozco, y sé que él también está siendo feliz en este momento, que está siendo él, simplemente él.

- Tampoco te acostumbres mucho -bromea.

Y se lanza a mis labios, me besa suave y profundamente mientras yo intento no sonreír en mitad del beso. No me importa que no me haya respondido a lo que le he dicho, no me importa que tampoco me haya dicho que me quiere o que no me haya contestado con un simple "y yo", porque yo sabía que esta era su manera de decirme que me quería, de demostrarme todo lo que sentía por mí.

- Tampoco te acostumbres a que te diga que te quiero - le digo cuando me separo de él. Ahora está encima mía y yo debajo suya con la cabeza sobre la almohada mientras él me mira con con diversión, como si me estuviese diciendo con la mirada que sabía que no iba a ser capaz de tardar mucho en mantener lo que le acababa de decir. Yo también era totalmente consciente de que no iba a aguantar mucho en decirle cuanto le quería, cuanto lo necesitaba.

- Ya me encargaré yo de que eso no pase.

Y vuelve a besarme. Y yo le respondo el beso con ganas, con efusividad, con deseo, con amor. Luca pasa su mano por todo mi cuerpo con la mayor suavidad posible, me toca como si fuese una muñeca de porcelana que en cualquier momento se va a romper, y me mira como si no quisiera perderme de vista nunca. Pronto estamos él uno sobre el otro subidos de tono, Luca se mueve sobre mi aún con la ropa puesta como si me estuviese haciendo el amor, y mientras tanto yo intento no hacer demasiado ruido.

- No sabes cuanto he disfrutado siempre tocándote, es como si tu cuerpo estuviese diseñado para mí. Tienes todo lo que me gusta, Jade.

Sus ojos ya no son mieles, ahora se han vuelto negros a causa del deseo. No tarda en deshacerse de su ropa hasta quedar completamente desnudo para mí. Yo me muerdo él labio con cara de inocente, sabiendo lo mucho que le gusta lo que estoy haciendo. Por eso tomo la iniciativa y me reincorporo levemente con una pequeña sonrisa en los labios. Y entonces, cuando paso lentamente un dedo por todo su miembro viril sin dejar de mantener el contacto visual que pierde el control total sobre la poca serenidad que le quedaba dentro. Se vuelve loco, sus manos son rápidas, veloces, posesivas...

- Luca -le dijo jadeando cuando le observo deshacerse con necesidad de mí falda del uniforme, cuando tira mis zapatos al suelo, cuando me rompe todos y cada uno de los botones de la camisa del uniforme que me habían hecho a medida.

- No te preocupes Jad, te compraré otra de estas. Las que quieras - dice acercándome fuertemente a él para darme un beso duro.

- ¡Ahhh! -gritó inconscientemente cuando noto sus dedos sobre mi cuello para acercarme a sus labios con posesividad. Él se detiene inmediatamente, el mundo se detiene inmediatamente.

-Joder Jade, ¿te hecho daño? - me pregunta nervioso mientras inspecciona con la mirada mi cuello maravillosamente maquillado. Pero el dolor de su toque sobre mi piel hace que mis lágrimas amenacen con volver a salir, y de repente no tengo habla. Así que niego con la cabeza lentamente sin querer mirarle a los ojos.

- ¡Jade! ¡¿Jade que ha pasado?! ¡¿Estás bien?! - escucho a mi hermano desde abajo. Dios mío, ¿para tanto ha sido?

- Joder - susurra Luca separándose de mi para ponerse en pie y buscar su ropa.

- Luca, ¿qué haces? -le digo con un hilo de voz. No estoy mal, ni quiera quiero llorar en este momento, pero el dolor me tiene débil, mis cuerdas vocales están mucho más que mal.

- ¿Que te pasa en el cuello? ¿Porqué te ha dolido tanto?

- ¡Jade me estás preocupando! -vuelve a interceder mi hermano.

- Sé que te hice daño, sé que lo que hice estuvo mal, pero no pareces tener nada. Creía que estabas bien - dice sin poder mirarme a la cara. Yo me siento mal al instante, se supone que estábamos bien hace unos minutos. ¿Qué tenía que hacer para que nos durase un poquito la felicidad?

- ¡Jade si no me contestas voy a subir! - dice mi hermano esta vez mucho más cerca.

- Estoy bien Jay, solo ha sido un susto -le digo como puedo mientras observo a Luca frente a mi con la cabeza gacha.

- Está bien, me voy - le escucho decir tras la puerta de mi habitación. - Si necesitas algo llámame, estoy con Jake.

-¡Vale! -Pero para ese momento yo ya he tomado a Luca de la mano y me lo he llevado hasta el baño.

- ¿Qué haces? -me dice cuando me ve buscando entre los cajones.

-Espera.

Yo no digo nada hasta que empiezo a desmaquillar mi cuello con toallitas y mucha suavidad. Ahora quien lo dice todo es la cara de Luca, que está completamente absorto en lo que está viendo frente al espejo. El único sonido que se oye en toda la habitación ahora, son mis quejidos cuando las heridas rozan con la toallita y me escuecen.
Termino, las marcas moradas en mi piel son completamente visibles ahora, y aunque me cuesta hacerme a la idea de que eso lo a causado el hombre al que quiero, levanto la cabeza para enfrentarme con su mirada. Sus ojos no dan crédito a lo que ven, y los míos parecen estar a punto de explotar. Y en ese momento lo sé, nuestra relación o lo que sea que teníamos, había tocado fondo. Ahora solo quedaba subir, y no pensaba rendirme.

TÓXIC Where stories live. Discover now