Nunca más.

1.1K 97 10
                                    


- Lo siento - susurra Luca con voz ronca mirándome a través del espejo. Y a mí se me encoge el pecho al verle así, tan destrozado, tan roto por dentro.

- Solo quería que lo vieras para que te pusieras en mi lugar, para que no lo vuelvas a hacer - susurro con timidez. Lo último que quisiera ahora era ofenderle, no me lo podría perdonar.

- Nunca - dice dándome la vuelta posesivamente y pegando su frente a la mía hasta quedar a milímetros de sus labios. -Nunca más. Lo prometo.

Nos besamos, nos besamos con tanto amor que sentía que me dolía el alma de quererle. A Luca se le caían las lágrimas mientras nos amábamos en ese baño sin importar quien hubiese al otro lado de esa pared. Ahora solo se trataba de nosotros dos queriéndonos como siempre y demostrándolo como nunca antes lo habíamos hecho.

- Bésame -susurro cuando se separa de mí. Sabe que no soporto tenerle lejos cuando se abre a mí.

- Tengo una idea mejor Jad -dice con una sonrisa torcida. ¿Qué estará tramando? - ¿Porqué no nos duchamos?

- ¿Qué? - Sé exactamente a qué se refiere cuando le veo sonreír con tanta picardía. Saco mi móvil de mi bolsillo rápidamente cuando le veo abalanzarse hacia mi con una enorme sonrisa, y apenas me da tiempo a quitarme una manga de la camisa rota que me acabo de volver a poner cuando él me aupa en brazos mientras ríe.

- ¡Siempre me has gustado más mojada! -bombea mientras me coloca como un saco de patatas en su hombro haciendo pegar algún que otro chillido mientras me río también.

- ¡Luca para! ¡Peso mucho y nos vamos a caer! -le digo como puedo.

- Eres un peso plomo, no me jodas - dice riéndose mientras me vuelve a dejar en pie frente a él. Sonrío sabiendo que no se ha dado cuenta de lo que me ha dicho, pero para mí que insinué que peso poco es todo un alago.

- ¿Y ahora qué? -susurro cuando sus ojos y mis ojos se encuentran. El fuego quema entre nosotros dos.

- Ahora esto.

Sus labios se unen con los míos fuertemente, se mueven casi con furor. Él agua empieza a caer sobre nosotros y Luca no tarda en deshacerse de la poca ropa que nos queda aún encima. Y me besa, me besa la boca, la cara, el cuello...

- Ahh -susurro cuando noto el ardor de sus labios sobre mi piel.

- Nunca más -susurra él volviendo a mis labios. -Nunca más.

Repite una y otra vez mientras me besa, y me acaricia, y me toca, y me dice cuanto me quiere mientras el agua recorre nuestros cuerpos. La conexión que se crea entre mi cuerpo y su cuerpo se hace tan fuerte, que creo que en algún momento me va a estallar el pecho. Estamos haciendo mucho más que el amor, estamos haciendo mucho más que simplemente querernos. Estoy entregándole todo, porque todo es lo que quiero.

- Eres tan perfecta -susurra contra mi frente media hora más tarde haciéndome estremecer, aún con el agua cayendo sobre nuestros cuerpos. ¿Cómo algo tan simple podía tener ese efecto en mi?

-Te dejo que termines de ducharte tú sola -me dice antes de salir de la ducha y dejarme sola.

Y ciertamente, es el momento en el que cae la primera gota de agua cuando me doy cuenta de todo lo que acaba de pasar y de todo lo que está pasando incluso sin darme cuenta. Acaricio mi brazo como si aún fuera Luca quien lo hace, me lavo el pelo creyendo que mis dedos son los suyos y me enjabono de la misma manera, sintiéndome llena. Absoluta y completamente feliz.

- ¿Me pasas el pijama? - le digo con torneándome frente a él con mi nuevo conjunto de lencería.

- ¿Qué pretendes Jad? ¿Quieres tener que volver a ducharte? - dice intentando hacerse el duro, pero su pantalón lo delata al instante.

- Mi pijama por favor.

-Joder -susurra extendiéndome el pijama mientras mira en otra dirección. Y yo me alegro por ello, él no va ser el único que lleve los pantalones en esta relación... o lo que sea esto.

- La verdad es que sólo lo hacía para ponerte aprueba - le digo susurrando sobre su boca mientras paso por encima suya para colocarme a su lado en la cama.

- No juegues con fuego, Jade - dice mirando al frente.

- ¿Porqué? -le digo sensualmente al oído.

- Porqué el que con fuego juega, acaba quemándose.

Luca me mira, y dos segundos después estoy colocada en la cama boca arriba y con ambas manos inmovilizadas por las suyas. Él se sitúa sobre mi cuerpo, y poco a poco comienza a moverse sobre mí, juntando mis partes con las suyas, demostrándome como está y las ganas que me tiene.

- Luca -le regañó cuando tira demasiado fuerte de mi labio inferior. Él se ríe, y sin darle más importancia continúa besándome. Y yo, que me vuelvo loca por él, le atraigo más hacia mí.

- oh, Dios. Prepárate Jade, prepárate porque si lo de antes ha estado bien es que no sabes lo que te espera ahora. -Y justo cuando Luca se propone deshacerse de mí sujetador, algo le hace frenar de golpe.

- ¡Jade! ¡Jade baja que mamá y yo venimos con la cena! - ¿qué? ¿La cena? ¿Cuanto tiempo llevamos Luca y yo encerrados aquí? ¿Y mi madre? ¿Ya ha terminado sus miles de clase por hoy? ¿Tan pronto?

-Mierda -susurro comenzando a ponerme el pijama.

- ¡Jade, o bajas tú o subo yo! ¡Estoy harto de tener que esperarte siempre y tengo hambre!

- ¡Ya voy! -respondo mientras me subo el pantalón. Mientras tanto me fijo en Luca y en el amigo de Luca, ahora ni siquiera va a poder darse una ducha para bajarlo.

- ¿Cómo que te vas? -pregunta él como si fuese lo peor de este mundo mientras me sigue de camino al baño para maquillar nuevamente mi cuello.

-Jad, nos conocemos. Sabes que no me puedes dejar así - susurra agarrando mi cintura y haciéndome sentir todo su miembro tras de mí.

- Lo siento Luca, pero quien algo quiere algo le cuesta. -Y tras eso, me marcho.

A ver quién manda ahora aquí.

TÓXIC Where stories live. Discover now