Mil pedazos.

1.1K 96 4
                                    

Por increíble que me pareciera, Jacob se había percatado de todo lo que acababa de ocurrir y no me había reprochado ni lo más mínimo. De hecho, estuvo esperándome en la entrada de los servicios a que me limpiase el maquillaje corrido. Y cuando salí del baño, no hizo más que abrazarme y dejar el tema de lado durante el resto de la noche. Pero claro, todo no iba a ser tan perfecto...

-¿De verdad que no había otra mesa donde sentarnos? -le susurro a mi hermano cuando veo a nuestros padres con toda la familia de Luca sentados en la misma mesa. Mi hermano me observa por unos segundos cada facción de mi cara, se que enterarse de todo esto de un momento a otro le está comiendo por dentro. También sé que no ha ido hasta Luca para meterle un puñetazo porque sabe que le necesito, que necesito que esté a mi lado.

-No hace falta que le dirijas la palabra en ningún momento Jad, no si estoy yo aquí.

- No quiero que te pelees con él por mi culpa Jay, yo también he hecho las cosas mal -susurro agachando la cabeza. Es increíble que me sienta avergonzada de algo que tenga que ver con Luca, nunca lo hubiese imaginado.

-Da gracias a Dios porque no vaya hasta él y le parta la cara -responde Jacob lentamente mientras observa a Luca hablando animadamente con su padrastro.

Mientras tanto, yo me decido a no emitir una sola palabra y sentarme junto a mi hermano para cenar. La mesas ya están servidas, los camareros llenan las copas de vino y champán, y yo, intento mantener la compostura y me siento frente a Luca como si nada hubiese ocurrido entre nosotros nunca. O eso es lo que siento cuando su mirada se cruza con la mía haciendo que algo en mí se rompa en mil pedazos.

- ¿Y qué tal cielo? ¿Cómo lo estás pasando? - pregunta mi madre, que está un poco más alejada de nosotros en la mesa, con una radiante sonrisa.

-Bien mamá, es todo precioso y Jacob le cae a todo el mundo bien -le dicho con una sonrisa. Ella mira a mi hermano con adoración. Pocas cosas había en el mundo que le gustase a mi madre más que sentirse orgullosa de nosotros.

- Sí, papá debería de acompañarme después a dar una vuelta. Creo que hay más de un inversionista interesado en hacerse socio de la empresa. -Jacob habla con tanta serenidad y madurez, que me hace sonreír ampliamente aún cuando siento los ojos de Luca penetrando su mirada fijamente sobre mi rostro.

- ¡Eso es genial Jacob! ¡A tu padre le va a encantar saberlo! -Jacob asiente y comienza a comer sin querer darle más bombo al tema, mientras que mi madre se gira en dirección a mi padre, que está hablando con otro hombre vestido de chaqueta, para contarle lo que le acabamos de decir como si fuese la mejor noticia del año.

- ¿Y tú qué tal Jade? Ya me ha dicho mi hijo que estás sacando muy buenas notas en el instituto- suelta de repente el padrastro de Luca mientras sonríe en mi dirección. Yo observo a su hijo rápidamente, ¿le ha hablado de mí esta noche? ¿Para qué?

-Sí, Jade tiene una mente realmente brillante -interviene Luca con firmeza. Pero no pienso dejar que me intimide, es mejor si hago como que no he escuchado nada. Odia que le ignoren.

- Sí señor, es cierto. Necesito tener una nota media considerablemente buena para cuando entre a la universidad.

- ¿A sí? ¿Y qué es lo que quieres estudiar? -pregunta mientras corta un trozo de carne para llevárselo a la boca. Yo miro mi plato, aún sin probar. No tengo hambre.

- No estoy segura todavía, pero sé que haré el bachillerato fuera de España. Ya sabe, mi padre quiere que siga practicando idiomas -término de decir. A pesar de tener que observar cómo Luca levanta la mirada rápidamente en mi dirección en cuanto oye lo que digo.

- Vaya, yo siempre pensé que acabarías siendo modelo. Mi mujer se lo ha mencionado más de una vez a Luca, ¿verdad hijo?

-Verdad -dice firmemente clavando sus ojos en los míos.

-Come - me susurra mi hermano al oído. Enseguida noto como la mirada de Luca pasa de mi cara a la de mi hermano en cuanto su padre entabla conversación con otra persona. Ambos se están aniquilando a través de las furtivas miradas que comparten, y yo no puedo sentirme más incómoda.

- Para por favor -le digo a mi hermano sin dejar de mover la comida de un lado al otro en mi plato.

-Come -es lo único que me dice antes de volver a centrar la atención en su cena y dejar de lado al imbécil de Luca, quien por suerte no se ha percatado de cuál es la preocupación de mi hermano. Luca se quedaría sentado hasta que me terminase por completo la cena.

- No puedo más -le digo a mi hermano diez minutos después. Jacob mira mi plato con desaprobación, y enseguida me doy cuenta de que Luca le ha escuchado. Él no tiene ni idea de todo lo que he pasado, pero tampoco tiene un pelo de tonto.

- Come.

-Jay, no puedo más -susurro con la mayor sinceridad. Realmente no podía comer un pedazo de carne más, sabia que de ser así, mi cuerpo acabaría expulsándolo en cuestión de segundos.

- ¿Qué pasa Jade? ¿No te gusta tu plato? -pregunta Luca de la nada metiéndose en la conversación. Mi hermano le fulmina con la mirada mientras él no aparta sus ojos de mí. Solo se está comportando como el catarro que siempre es cuando está conmigo. ¡Ahhh! ¡¿Porqué tiene que ser tan malditamente perfecto incluso cuando estoy enfadada con él?!

- No, está bien. Simplemente no tengo mucha hambre -respondo. Él se detiene observando mis facciones por unos segundos, posando su mirada finalmente en mis labios. Lo sé perfectamente, no puede resistirse a mí. No puede resistirse por mucho que intente negarlo.

TÓXIC Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz