Al contrario del mundo.

1K 88 7
                                    

Pasamos toda la noche encerrados en mi habitación. Vimos una película, comimos palomitas, nos dimos mucho más que besos y nos quedamos dormidos casi al amanecer. Yo me di prisa por no hacer esperar mucho a mi hermano, pero Luca llegaría tarde igualmente.

- No sé hasta cuándo voy a tener que escabullirme de tu habitación por el balcón, cualquier día me voy a hacer daño -me había dicho esa mañana como si realmente le fastidiase hacerlo, pero yo sabía realmente lo mucho que le encantaba ese tipo de cosas.

-No mientas, a ti siempre te ha gustado ir al contrario del resto del mundo -le digo sonriendo. Esta mañana nos hemos levantado de tan buen humor que cualquiera podría notarlo. Sonrío aún más cuando Luca se acerca a mí con una sonrisa torcida para darme un beso.

- Lo único bueno que tendría que me escalabrase algún hueso por ahí, sería que tú tuvieses que curarme después. -El estómago se me revuelve, tengo los sentimientos a flor de piel esta mañana.

-¡Jade en un minuto me voy! ¡Contigo sin ti! -escuchamos desde la planta baja a mi hermano refunfuñando como cada mañana para no llegar tarde. Luca amplia su sonrisa al ver mi gesto, supongo que le hace gracia la forma en la que mi hermano me trata. Si solo nos escuchasen, cualquiera pensaría que tengo doce.

-Vete ya -me dice el precioso chico que tengo enfrente cuando vuelvo a enroscar mis brazos en su cuello. No quiero irme de aquí, fuera de estas cuatro paredes todo parece volverse peor entre nosotros.

-No quiero -le digo como una niña pequeña mientras me pego a él. Él se ríe divertido, sé que también está disfrutando.

- Venga. Yo saldré en cuanto vea el coche de tu hermano saliendo. -Me cruzó de brazos en un fracaso intento de que alguien se compadezca de mí y me diga que me puedo quedar aquí con él el resto de mi vida.

- Está bien -le digo cogiendo mi bolso de clase cuando me lo extiende. Le robó un beso, que menos. Y sonrío cuando es él quien me coge de la muñeca para darme media vuelta y plantarme un beso que me deja casi sin aire.

- ¡Jade no te lo digo más! ¡Me voy!

Salgo corriendo escaleras abajo cuando escucho a Jacob refunfuñar mientras dejo a Luca aguantando las ganas de reír. Dios mío, me daría media vuelta ahora mismo y me iría a besarle esa preciosa sonrisa hasta que nos doliesen los labios de querernos tanto.

- Por fin. ¿Qué estabas haciendo? ¿A caso no sabes que el instituto cierra?

Jacob empieza a echarme la regañona como si se tratase de un padre a su hija pequeña. Me recuerda lo mucho que le molesta tener que esperarme diariamente y me advierte casi unas cien veces de que si vuelvo a llegar tan tarde, se irá sin mi. Yo ya sabía que eso no pasaría nunca en la vida, pero prefería escucharle desfogándose en el coche de camino al colegio, que a la vuelta en casa.

-Tampoco has desayunado- me dice como si fuera la peor cosa del mundo cuando aparca. Yo salgo del coche deseando dejar de escucharlo un rato.

- Me compraré algo Jay, no te preocupes más por mí -le digo cuando le dejo un beso de la mejilla y me doy media vuelta para salir pitando de ahí.

- ¡Desayuna algo de verdad Jade! ¡No me mientas! -le escucho decir a mis espaldas. Doy las gracias porque no pueda verme rodando los ojos en este mismo instante.

Disfruto cada minuto que pasa de camino hacia donde están mis amigas reunidas en un círculo. Mientras ando, los chicos se giran para mirarme de arriba abajo, los chicos comentan... no sé de qué se alimentaría mi ego si no fuese por este tipo de cosas. Me daban vida.
Saludo a todas mis amigas cuando llego. Aria me susurra al oído que estoy demasiado feliz. Apenas ha tardado cinco minutos en calarme. Pero me quedo callada y escucho como atención como Kim se muere por su vecino y no quiere que se entere su madre. Por lo visto es un chico alto, guapo y parisino. ¿Qué más se le puede pedir al mundo después de darte un chico francés por el que pillarte?. Ah sí, se le puede pedir lo que mis ojos están captando en este mismo instante. El mismísimo Luca Rizzo llegando tarde, me pregunto por qué.
Observo como las niñas de primero se giran para verle y comentar de él mientras se quita el casco de una manera increíblemente sexy. Después pasa su mano por su pelo para colocárselo bien, y siento como una corriente de electricidad me recorre el cuerpo pensando en todo lo que habían hecho esas manos esta noche.

-Vaya, este año sí que entran con ganas las de primero - suelta Cindy cuando se da cuenta de lo mismo que yo. Miranda Adams, la niña más popular de su curso en este instituto, se hace de notar entre el resto de niñas de su grupo cuando comienza a moverse el pelo y a alzar la voz en la conversación para tratar de llamar la atención de Luca, haciendo que me hierva la sangre.

- Pasa de ella Jad - susurra Aria en mi oído cuando me ve mirarndo a Miranda como si la pudiera estrangular con la mirada. ¿Porqué tenía que ser tan regalada?

Para mi suerte, Luca toma su casco en la mano y comienza a andar hacia delante sin ni siquiera echar un vistazo a ninguna de las de primero. Yo disimulo un poco para que no se de cuenta de que llevo mirandolé desde que llegó, pero se enseguida que se ha dado cuenta cuando me sonríe y me guiña un ojo al pasar por nuestro lado.

-Buenos días señoritas -dice en dirección a mi grupo antes de continuar su marcha hacia el grupo de mi hermano. Yo le sigo el paso con la mirada y con el corazón a cien mientras siento las miradas de mis amigas quemándome en la nuca pidiendo explicaciones. Pero algo más capta mi atención entonces, parece que mis amigas no han sido las únicas que han notado lo que acababa de suceder entre nosotros, alguien más lo ha hecho... Jacob.

TÓXIC Where stories live. Discover now