¿Novia?

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-Estás loca- me dice horas más tarde mientras hacemos la cena.

- No estoy loca, solo te he dicho lo que sentía por ti.

- No sabes donde te estás metiendo, espero que no te arrepientas - dice riendo. Y me duele pensar que en parte hay verdad en sus palabras. Incluso él, se teme a sí mismo.

- No lo haré, ya te lo he dicho. -Pero ninguno de los dos dice nada, así que aprovecho que Luca está cortando la verdura para sacar el tema del que llevo esperando hablar toda la tarde.

- ¿Echo más? - pregunta enseñándome el cuenco lleno de judías para cocer. Yo niego con una sonrisa, daría lo que fuera por vivir este tipo de momentos con él más a menudo.

- ¿Porqué no me cuentas que has hablado con mi hermano? -le noto ponerse rígido y me alarmo. No es hora de que se cierre en banda a mí después de todo lo que nos hemos dicho hoy. Íbamos a intentarlo. No éramos novios "oficialmente" ni nada de eso, pero íbamos a intentar algo y para mí eso era más que suficiente.

- Mucho estabas tardando en sacar el tema - bromea.

-Venga -digo dándole un pequeño golpe con el codo. -Cuéntamelo ya.

-Está bien -suspira. Yo sonrío y le doy un beso en el cuello, haciéndole sonreír también. Ninguno de sus amigos se creerían que Luca fuese la misma persona después de verle conmigo, en la calle era rudo y dominante, y en la intimidad era un chico normal lleno de problemas que solo quería hacer las cosas bien.

- Gracias -susurro.

- El día de la cena... ya sabes, el día que -se entrecorta- qué te hice eso, llegue a tu casa. ¿Te acuerdas?

-Sí -susurro mientras muevo las verduras, lo mejor es que él no note mi expresión de dolor cada vez que se me viene algún recuerdo de esa noche a la cabeza.

-Bien. Pues esa noche tu hermano me dejo en claro que lo sabía todo y que no iba a dar su brazo a torcer para que tú y yo estuviéramos juntos. "Ni en tus mejores sueños", fueron sus palabras.

-Jacob - digo riéndome mientras niego con la cabeza.

- Esa noche me dijo muchas cosas más, que ya no íbamos a ser amigos y que era un traidor entre otras. Le sentó muy mal que tú te hubieras fijado en mí y que no le hubieses contado nada, pero supongo que le hubiese gustado igual de poco si se lo hubieses contado tú desde un principio.

- ¿Eso es todo? ¿ Mi hermano te insulto y te fuiste? - pregunto mirándole a los ojos. Jacob es de mucho más que eso, pero creo que Luca por algún motivo no quiere contármelo.

- Me amenazó, si eso es lo que quieres saber. - Yo asiento lentamente, esto sí que es más propio de Jacob. - Esa noche entendí sus razones, por cómo me había comportado contigo minutos antes. Pero hoy, cuando se ha acercado a mí para volver a dejarme en claro que ni se me pasase por la cabeza acercarme a ti, le he hecho saber que no me iba a separar de ti.

-¿Qué? - pregunto impactada. ¿De verdad había hecho eso? ¿De verdad le había plantado cara a mi hermano, uno de sus mejores amigos, para poder estar conmigo?

- Le he dicho que estuviese o no contigo, no me iba a alejar de ti. Y se ha enfadado porque ahí es cuando se ha dado cuenta de que llevamos bastante tiempo follando y lo vamos a seguir haciendo.

- ¡Eres un cerdo! -le digo riendo. Él se acerca a mi para darme un beso antes de ponerse a darle la vuelta a los filetes.

- Y le he dicho también que no se preocupase por mí y ni por ti en toda la tarde porque pensaba pasarla contigo. Eso le ha enfurecido mucho, creo que me hubiese pegado un puñetazo de no ser porque Aria llegó y se fueron juntos. No sabes que mala ostia tiene tu hermano cuando le molesta algo de verdad.

- Estás flipado - le digo mientras me subo a la encimera de la cocina. Él me mira de arriba abajo con deseo, y se pone entre mis piernas.

- No mí mires así - me dice antes de volver a poner su mirada en los fuegos.

- ¿Así como? -pregunto curiosa mientras rodeo su cintura con mis piernas y lo atraigo a mí.

- Con cara de pedirme que te folle, hemos estado follando más de dos horas en la arena.

- Sí, ha estado bien - susurro besándole el cuello lentamente.

- Llama a tus padres y diles que te vas a quedar a dormir en casa de alguna amiga, mañana iremos juntos a clase.

- ¿Estas seguro? -le digo ilusionada. Pasar la noche con el, en un sitio que tiene tanto significado para él me parecía en ese momento totalmente increíble.

- Sí.

- ¿Y qué les digo?

- Dile que te quedas con él hijo de los Rizzo porqué tienes muchas ganas de que te folle y piensas satisfacerte toda la noche - suelta con toda la tranquilidad del mundo.

- Es broma Jad -dice riéndose mientras rodea mi cintura con sus manos y me pega a él.

- ¿Entonces que les digo? ¿Que me quedo en casa de Cindy para estudiar? -Él asiente feliz mientras monta los platos. Yo le pregunto a Cindy por mensaje si no le importa que la utilice de excusa, y en cuanto me dice que no llamo a mi madre para decírselo. Enseguida llega Luca y me sienta en la mesa familiar a su lado. Él presidiendo y yo a su derecha, podría imaginarme tantas cosas a partir de esa idea...

- No entiendo como no te puede gustar la carne -dice completamente indignado. Otro más con la frase de siempre..

- No es que la odie, pero llevo tres años siendo vegetariana por algo. Qué aproveches igualmente -le digo sonriendo. Él se despista unos segundos con él móvil y empieza a reírse llamando mi atención, ¿qué es tan gracioso?

- Mira esto -me dice enseñándome una foto de Jake borracho. Vaya chicos, solo eran las ocho y media de la tarde. Pero apenas me da tiempo a observarla, cuando una llamada intercede en mi visión. Es Jaiden. Luca se disculpa conmigo y se dispone a coger la llamada sin importarle que yo esté a su lado, lo cual me hace muy feliz. Sé que en otra ocasión, Luca se hubiera levantado de la mesa y me habría dejado allí terminando la cena sola, pero en vez de eso me guiña el ojo mientras escucha a Jaiden hablar por la otra línea.

- ¡Que no! ¡Que te he dicho que no voy! ¡Que no voy hermano, que estoy con mi novia!

Espera, espera... ¿ha dicho novia?

TÓXIC Where stories live. Discover now