EPILOGO

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Dicen que cuando dejas de ver a una persona muy a menudo y la ves solo los fines de semana disfrutas más de su compañía, que sientes que esas escasas 48 horas o menos son los mejor que puede pasarte en toda la semana... yo pude comprobarlo.

Desde que Niall se había ido a la universidad había entendido esa frase. Los primeros días fueron especialmente horrendos, Dios, intentaba mantenerme ocupado en cualquier cosa para no pensar en su estúpida sonrisa o sus estúpidos besos. A veces me pasaba el rato en la casa de Bobby y conversábamos con él, pero él y su nueva novia salían muy seguidos así que ya no iba. La mujer con la que está el señor Horan es una de las mejores mujeres que he conocido en mi vida, les juro que enamora a simple vista y con si carisma,  si fuera heterosexual hubiera caído perdidamente enamorado de ella, pero ya lo estoy. Esa señora es mi Madre.

A Niall y a mí casi nos da un infarto cuando ellos nos confesaron que tenían una relación, recuerdo que Niall se rió a carcajadas justo como el chico formal y educado que es, -nótese el sarcasmo-. Me había costado callarlo y todo, pero cuando vio que la cosa era en serio se calló el solito. Pero bien, fue un poco impactante pero ambos estamos felices por ellos.

Metí mis manos en los bolsillos de mi abrigo y saqué el aire que estaba reteniendo. En la estación de trenes hacía un frio terrible y Niall no aparecía por ningún lado. Decidí llamar a George y preguntarle si los chicos ya había llevado la comida a casa de Louis –era inicio de vacaciones y nos atascaríamos de comida chatarra-. Colgué la llamada para luego mirar hacia delante y segundos después pude visualizar a un chico corriendo y tropezándose con todos mientras lo hacía, de seguro venía maldiciendo.

Sonreí al verlo ya más cerca y cuando el me vió abrí mis brazos lo mas que pude para que me abrazara, lo vi girar los ojos pero de igual forma corrió hacia mi y me rodeo en el abrazo. Se miraba adorable. Traía un abrigo de esos que te hacen ver tan pequeño y un gorrito sobre su cabeza, sin mencionar que sus mejillas estaban tan rojitas que me dieron ganas de morder una.

-Cada vez me cuesta más abrazarte. –Me dijo y yo bufé. Siempre me molestaba porque había subido un poco de peso. –No te molestes, mi amor. –Se separó para mirarme a los ojos. –Me encantas jodidamente tanto así.

-Eso lo dices para no tener problemas luego. –Le dije mientras tomaba su maleta y me agachaba para darle un beso en los labios. El sonrió.

-Mmm, quiero otro beso, Liam. –Hizo puchero. –¿No te veo desde hace cinco días y no me puedes dar un puñetero beso más largo?. –Solté una carcajada. El a veces es demasiado sincero.

Solté la maleta de nuevo sobre el suelo y dejé de caminar, lo halé por la cintura y lo topé a mí para unir nuestros labios. La verdad, yo también necesitaba de un beso de esos que solo mi novio podía darme. Jugué un rato con su lengua y sonreí cuando lo escuché suspirar y ronronear como gatito al acariciarle el cabello. Dios, ¿Cómo fue que pasé de odiarlo a amarlo tanto?.

Nos separamos del beso y el me sonrió grande, marcando sus pequeños hoyuelos y haciéndome recordar a cuando teníamos diecisiete años –en ese entonces teníamos veinte-. Le devolví la sonrisa de la mejor manera que encontré y tomé su mano para luego darle un beso.

-Tus besos me siguen sabiendo a galaxia. –Me dijo y yo sentí que me ruboricé. Lo escuché carcajearse. -¡Hey, Bebé!, para el mundo que quiero bajar contigo. –Me dijo y yo sonreí tomando la maleta.

-Me encanta que cites a los Arctic Monkeys. –le dije.

-A mi me encanta que tú me ames tanto. –suspiró. –Me encanta amarte tanto.

Llegamos a casa de Louis y nos saludamos como era costumbre. Pasamos toda la tarde jugando videojuegos y comiendo mil y un cosas que luego nos daría un terrible dolor de estomago pero no importaba demasiado.

Estaba sentado en el sofá mientras bebía de una cerveza. Miré hacia la derecha y vi que Niall les estaba mostrando a George y a Harry su nuevo uniforme, era un de estos que ocupan los chef profesionales, ¡le habían dado gorrito y todo!, se miraba tan tierno y follable a la vez. Entonces me pregunté cómo es que podía verse tierno y a la vez tan follable.

-¡Hey, Liam!. –Me llamó Zayn y yo sacudí la cabeza para salir de mis pensamientos.

-¿Sí?.

-Un centavo por tus pensamientos. –Me dijo Louis uniéndose. Yo me encogí de hombros mirando hacia Niall y ellos hicieron lo mismo.

-Lo amas demasiado, ¿verdad?. –Preguntó Luke, quien nos había contado que estaba saliendo con una chica llamada Kate. Yo asentí.

-No sabes cuánto. –Le dije y luego sonreí de lado sintiendo una linda sensación en mi pecho. –Me alegra nunca haber roto mi promesa.

Las personas también dicen que las mejores cosas de la vida vienen gratis, o eso escuché en una canción. Pues, puedo afirmar eso, porque no debo pagar por los besos que recibo por parte de Niall, o por sus abrazos, sus caricias, no tengo que pagarle para que me permita hacerle el amor. Solo somos él y yo, junto con nuestro grupo de amigos. Y ahora, ya con veintitrés años, sigue siendo igual y estamos a punto de graduarnos.

Solo espero que me diga que sí cuando le proponga ser mi esposo en el día de su graduación.




Dedicado a todos mis fieles lectores. especialmente a Andy y a Marce :3


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