Amor a la Distancia

Start from the beginning
                                    

Lo alcanzó con la mano y no dudó ni un segundo en responder. Sabía quién era. Pulsó el botón para aceptar la llamada de Charlotte.

—Charlotte, hola —dijo, sonriendo.

Su estado de ánimo mejoró con su simple llamada.

—¡Henry! —respondió su amiga—. ¡Estoy tan contenta de que hayas contestado! No sabía si estabas ocupado, no te estoy molestando, ¿verdad? Porque yo... Necesito hablar contigo... Sobre algo...

Dudó unos segundos para formar esa última oración. Su voz sonó un poco asustada y tensa. Su sonrisa vaciló y frunció el ceño, preocupado.

¿Charlotte Page necesita la ayuda de alguien? ¿Su ayuda? Eso era nuevo, era al revés la mayoría de las veces.

—¿Henry?

Al darse cuenta de que había permanecido en silencio demasiado tiempo, parpadeó y respondió.

—Todavía estoy aquí, y no estás interrumpiendo nada, solo estaba holgazaneando en mi departamento. ¿Que pasa? ¿Está todo bien? Suenas estresada.

La escuchó suspirar profunda y temblorosamente.

—Hice algo realmente estúpido, Hen —reveló ella, con voz culpable.

Eso lo tomó por sorpresa, porque su Charlotte era orgullosa y trataría de arreglar cualquier error que hubiera cometido antes de pedir ayuda, y rara vez admitía abiertamente haber hecho algo estúpido. Ella era más inteligente que eso.

O tal vez no era algo tan malo y ella solo estaba exagerando. Eso debía ser. Charlotte muy rara vez cometía errores, seguramente había hecho algo mal y estaba entrando en pánico porque casi siempre hacía las cosas bien.

—¿Tú? Eso es imposible —dijo, con honestidad—. Jasper y yo somos más propensos a hacer algo estúpido, mucho más ahora que no estás aquí para detenernos.

Ella se rió suavemente a través del altavoz, nerviosa y temblorosa.

—Triste pero cierto —reconoció, pero luego volvió a ponerse seria—. Pero... me temo que esta vez es al revés.

—Bien, me empiezas a preocupar, ¿qué hiciste exactamente? ¿Por qué necesitas mi ayuda?

Ella respiró hondo y exhaló en un suspiro tembloroso. Henry arqueó una ceja con curiosidad.

—Y, por favor, no te enojes conmigo por esto, ¿por favor? —suplicó ella, sonando temerosa de su reacción.

—No lo haré, lo prometo —respondió él, preocupándose más cuanto más se demoraba ella en decir qué había hecho que la había puesto en tal estado.

¿Por qué se enojaría con ella?

—Está bien... no me odies, pero estuve con unos amigos hasta hace un rato, y está este tipo que anda con nosotros pero que no me deja en paz, sigue intentando coquetear conmigo a pesar de que he dejado en claro que realmente no estoy interesada, ¿sabes?

Entrecerró los ojos, apretando el agarre de su teléfono, sintiendo que su ira se encendía, porque ¿cómo se atrevía alguien a faltarle el respeto a Charlotte? Respiró hondo para calmarse o terminaría rompiendo el teléfono.

—Lo siento Charlotte... —dijo con voz suave—. ¿Está todo bien ahora? ¿Necesitas que vaya allá y le patee el trasero?

A él le gustaría hacer eso. Con gusto.

Escuchó a Charlotte riéndose disimuladamente al otro lado de la línea y no pudo evitar sonreír mientras imaginaba la forma en que su rostro se iluminaba cuando se reía.

Mis Chenry One-ShotsWhere stories live. Discover now