Flores Amarillas

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Esta historia es en respuesta a una petición de mariana8clemente que sugirió un oneshot sobre las flores amarillas que se regalan el 21 de septiembre (si, un poco tarde pero así soy yo :v) quería algo esponjoso y tierno, espero que este One-shot llene las espectativas.

"... algún día pasaría, que vendría a buscarla, con sus flores amarillas..."

Henry se detuvo antes de llegar a los escalones y volvió a arreglarse el cabello, mirándose a sí mismo para asegurarse de que se veía bien

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Henry se detuvo antes de llegar a los escalones y volvió a arreglarse el cabello, mirándose a sí mismo para asegurarse de que se veía bien. Vestía jeans negros, zapatillas y camiseta blancas y una chaqueta marrón abierta. En sus manos llevaba un brillante ramo de tulipanes amarillos. Respiró hondo para calmarse y bajar el ritmo de su excitado corazón. Era una tontería si uno pensaba en ello. Esta no era la primera cita que tenía con una chica bonita. Tenía una larga lista de chicas a las que había invitado a salir, una buena cantidad de novias.

Sin embargo, esta vez se sintió especial. Más especial que otras veces.

La chica con la que iba a salir era la más bonita, la más dulce, la más linda del mundo entero para él.

Quería impresionarla, ella necesitaba darse cuenta de que esta vez no sería como sus otras citas, sus otras aventuras. Que esta vez quería que las cosas duraran, que progresaran, ser feliz con ella el resto de su vida. Había pasado horas eligiendo el mejor atuendo para verse bien para ella, incluso consiguiendo ayuda de su madre porque, ¿cómo podría vestirse para impresionarla si ella ya lo había visto en sus mejores momentos? Pero su madre y su hermana le habían tendido una mano, le habían recordado que no necesitaba preocuparse por algo tan tonto y tenía que relajarse y ser él mismo y elegir algo con lo que se sintiera cómodo. Que ella lo amaba sin importar cómo se viera. Y ella lo había visto en sus peores momentos.

Eso lo había ayudado a calmarse y prepararse para la cita.

Pero, por supuesto, él no podía presentarse en su puerta para su primera cita oficial con las manos vacías, así que fue a una floristería y eligió las flores más atractivas para ella. Estuvo a punto de comprarle rosas rojas pero la dueña se le acercó para darle un consejo.

"Llévale flores amarillas, hay una tradición de regalarlas para demostrar que quieres quedarte con ella por el resto de tu vida"

Y había visto los tulipanes, qué brillantes eran, cuánto calor parecían poseer, expresar. Le recordaban sus ojos brillantes cuando lo miraba, cómo se iluminaba su rostro cuando tenía una idea, cómo su dulce risa podía dar calidez a su entorno. Le recordaban a ella.

No lo dudó, le compró el ramo más grande y brillante que pudo. Ella se merecía todas las flores bonitas del mundo.

Y ahora allí estaba él, en la puerta de su casa, con el ramo en sus manos temblorosas y su estómago hormigueando por la emoción.

Exhaló profundamente, volvió a pasarse los dedos por el cabello y reunió coraje para llamar a su puerta. Esperó, los segundos más temidos pero esperados de su vida, hasta que escuchó que la puerta se abría.

Mis Chenry One-ShotsWhere stories live. Discover now