Amor a la Distancia

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Hacia el final de la serie, Charlotte menciona que ella va a estar en Dystopia solamente un año y luego se marchará a la universidad, y el fic se desprende de ahí.

¡Disfruten!

Cerró la puerta detrás de él y ni siquiera se molestó en encender las luces. Solo caminó entre la tenue oscuridad de su apartamento hasta llegar al sofá. Luego se arrojó sobre este, apoyó la cabeza en el reposabrazos y se puso un brazo sobre los ojos, cerrándolos con un suspiro mientras el otro brazo colgaba inerte a su lado.

Había sido un día agotador, había tenido que encargarse de las cosas por su cuenta y ahora entendía lo cansino y estresante que debió ser este trabajo para Ray los años que su amigo tuvo que trabajar solo antes de contratarlo. Jasper había dejado la ciudad para visitar a su familia en Swellview, no regresaría hasta dentro de una semana. Charlotte los había dejado hacía casi un año.

Su año sabático había terminado y había dejado Dystopia para estudiar en una de las mejores universidades del país. Se sentía feliz por ella porque estaba cumpliendo su sueño, pero al mismo tiempo, su pecho dolía cuando pensaba que ella estaba muy lejos de él.

Habían sido amigos durante años, desde el jardín de infantes, nunca habían estado separados tanto tiempo por tanta distancia, y para él había sido... raro. Todavía tenía a Jasper, pero... Compartió con ella cosas que no habría compartido con nadie más. Si le gustaba una chica, primero se lo decía a Charlotte, si necesitaba un consejo, se lo pedía a ella. Si se sentía feliz, quería compartir esa felicidad con ella, si se sentía desanimado, necesitaba que ella le levantara el ánimo, si se sentía triste, quería sollozar en el hombro de alguien, y su hombro siempre lo acogía.

En pocas palabras, la extrañaba. Mucho.

Por supuesto que no los había abandonado. Todavía los llamaba a ambos cada vez que tenía tiempo. No dejaban pasar una semana sin charlar por teléfono al menos. Y se mantuvo en contacto con ellos a través de las redes sociales y su chat grupal.

Pero ver su rostro a través de una pantalla o escuchar su voz a través de un parlante no era lo mismo que tenerla en carne y hueso. No podía abrazar o besar una imagen.

Apartó el brazo y abrió los ojos suspirando de cansancio. Luego se enderezó de un solo movimiento y se levantó del sofá.

Todavía en la oscuridad, se dirigió a la cocina hasta la nevera y la abrió. No quedaba mucho adentro, pronto deberían hacer las compras para la semana. Otra cosa que extrañaba de ella, su organización y habilidades de ahorro.

Tomó una lata de cerveza y cerró la nevera, volviendo al sofá mientras abría la lata. No era un tipo que bebiera alcohol a menudo, pero en noches como esas, sentía que lo necesitaba.

Regresó al sofá pero no se acostó esa vez. Se sentó y sacó su teléfono para revisarlo, tomando un trago mientras lo hacía. Tenía varios contactos de chicas que había conocido viviendo allí. Se desplazó a través de ellos. A veces invitaba a una de esas chicas a una cita para distraerse un poco cuando su trabajo se volvía demasiado estresante, pero ninguna de ellas había logrado encender una chispa en él que lo animara a intentar algo más serio con ellas. Les faltaba algo...

Apagó la pantalla de su teléfono y lo arrojó a su lado, inclinándose para descansar su espalda contra el sofá. Puso sus ojos en el techo oscuro mientras tomaba otro sorbo de cerveza, escuchando los sonidos de la ciudad como ruido de fondo.

De repente, sonó su teléfono con una canción que indicaba quién estaba tratando de comunicarse con él. Se enderezó y miró a un lado y hacia abajo a su teléfono sonando y vibrando sobre el cojín.

Mis Chenry One-ShotsOnde as histórias ganham vida. Descobre agora