3.8

963 136 49
                                    

No es un buen día. Tan simple como eso.

Lucas se levanta tarde esa mañana después de apagar la alarma y volver a quedarse dormido, por lo que ni siquiera tiene tiempo de desayunar algo más que las barras energéticas que logra meter a la mochila y sale a toda velocidad hacia el estadio. Su auto no enciende y tiene que tomar un taxi cuyo conductor no deja de hablar sobre todas las partes de la biblia donde se menciona que la homosexualidad es un pecado, aunque Lucas se limite a ignorarlo, el hombre parece muy decidido en su misión. Llega a la práctica casi dos horas tarde y Tomson se asegura de regañarlo, un poco más de lo necesario. Cuando por fin lo libera, lo envía con sus mariscales suplentes para practicar y Evan no deja de hacer comentarios sobre su relación con Tyler y sobre lo injusta que es la liga y el entrenador porque él debería de ser el mariscal titular, aunque no hubiera llegado ni siquiera a la pos temporada el año anterior. El otro joven, Syed, se muestra más comprensivo y dispuesto a aprender de Lucas así que el mariscal se concentra en él ignorando a Evan tanto como puede.

Y Navarro no sabe si es mala suerte o algo premeditado, pero un balón lo golpea en la espalda con mucha fuerza y, sin protecciones, el impacto contra su hombro izquierdo es severo. Intenta fingir que no es tan malo como se siente, en especial porque sabe que eso es lo que buscan aquellos que lo odian y solo puede agradecer que no haya sido en el hombro derecho o tendría un poco más de problemas.
Así que ese día de prácticas termina a las siete, le duele la cabeza, el estómago y el hombro.

- ¿Estás bien, Lu? -Sam se sienta a su lado en los vestidores.

-Sí, estoy bien- responde él mientras se ata las agujetas de los tenis. - ¡Ey! ¿Cómo fue todo? -Samuel sonríe como nunca lo había visto antes.

-Carlos es increíble. Aún no puedo creer que aceptara salir conmigo, Lu.

-Me alegro mucho por ti, Sam- el mariscal le palmea la espalda.

-A ti también te fue bien en el campamento, según las fotografías que tomó Mateo.

- ¿Qué fotografías? -pregunta alarmado. Sabía que Mateo tomó una al abordar el autobús, pero es el plural el que le da una mala espina.

Samuel saca su celular y le muestra una serie de fotos. Está la primera cuando abordan el autobús y Tyler se sienta a su lado, otra de ellos dos platicando solos en la mesa del desayuno, charlando junto a la fogata y finalmente, en el camino de vuelta donde Lucas está recargado en el hombro del defensivo, la cabeza de Rivera está sobre la del mariscal y ambos duermen tranquilamente.

-Voy a matarlo- dice Navarro mientras le devuelve el celular.

-Creo que es el fan más grande que he conocido. ¿Sabes que la descripción de su perfil en Instagram es "Team RiveraNavarro?"

-Ay cielos.

-Vamos a ir a comer algo- dice Seth cuando se acerca con ellos- ¿Quieren ir?

-Claro- responde Sam- ¿Lu?

-La verdad prefiero irme a casa.

- ¿Seguro que estás bien?

-Sí, solo...no ha sido mi día. Ustedes vayan y yo los veré en el siguiente entrenamiento.

-Me parece justo.

Sam le aprieta el hombro como despedida y sale de los vestidores junto con Seth y Mateo. Lucas lo ve y niega, sonriendo. No entiende qué es lo que ve Mateo en ellos para tener esa obsesión y no está seguro de que pueda superarla algún día.
Por fin fuera del estadio decide que tomará un taxi, una ducha después, ordenará algo de comer y verá una película antes de ir a dormir. Y mientras camina y repasa todas las películas que ha visto para elegir la mejor, el celular dentro de su bolsillo comienza a sonar. Es un número desconocido, pero responde de todas formas.

Tiempo FueraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora