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¡Estoy aquí por ti, Lucas!

¡Nadie te pidió que me siguieras!

Tyler lo mira incrédulo. Al final niega, con una sonrisa irónica en el rostro.

Tienes razón. Solo soy el imbécil que te siguió sin razón.

La puerta se cierra después de que él sale. El departamento se queda en silencio con dejando las palabras como un eco en los oídos de Lucas.

La botella de agua resbala en la mano de Tyler y cae al piso derramando su contenido en la costosa alfombra. Ni siquiera lo nota porque no puede creer lo que está viendo. Comenzó como un día normal. Se levantó, hizo un poco de ejercicio en su gimnasio personal y, cuando se disponía a desayunar, encendió la televisión en el canal de noticias deportivas tan solo por escuchar algo. No le prestaba atención, pero cuando alzó la vista a la pantalla, la frase en ella lo hizo congelarse en su lugar.

"Lucas Navarro de vuelta en la NFL"

Se tropieza con su propia pierna cuando se apresura a tomar el control remoto y se golpea la espinilla contra la mesa de cristal en medio de la sala. Suelta una maldición, pero no se detiene y finalmente logra aumentar el volumen.

"...esta mañana, cuando el representante de los acereros de Pittsburgh, anunció la noticia en una conferencia de prensa. Al parecer, el mariscal estará incorporándose al equipo a principios del siguiente mes para iniciar los entrenamientos regulares..."

Tyler se sienta en el sofá lentamente. No lo puede creer. Es que no puede hacerlo. Su cerebro tiene un impedimento real para asimilar la noticia. Lucas regresará. No entiende por qué se siente traicionado de algún modo, al saber que no volverá a los gigantes, aunque se dice que le da igual, porque ni siquiera quiere verlo.

Y, quizá Lucas tampoco quiere verlo, esa es la razón por la que no volverá a los gigantes. No le sorprende, el mariscal le dejó en claro las cosas ese día, pero es que tal vez tenía una ligera esperanza en el fondo de su corazón, de que Navarro podría regresar a su equipo. Eran el mejor dúo en la NFL. Cuando Kansas llegó al tope salarial, se fueron a los gigantes, pero juntos.

Ya no se verían. Solo se iban a encontrar en los partidos siendo rivales y ni siquiera tendrán que charlar. Tyler se concentraría únicamente en detenerlo y Lucas en esquivarlo. El dúo de la NFL enfrentándose como rivales. Mira la fotografía de Navarro en la pantalla, tan sonriente como siempre hasta que presiona el botón rojo y la televisión se queda a oscuras, mostrando su reflejo.

🌙

"...Al parecer, el mariscal estará incorporándose al equipo a principios del siguiente mes para iniciar los entrenamientos regulares."

"Es una gran sorpresa para la NFL, ese Lucas Navarro si que sabe cómo alborotar a la multitud."

Lucas exhala sin apartar la mirada de la televisión. Casi no se reconoce en esa fotografía. Su sonrisa luce torcida e incómoda, pero probablemente a nadie le interesa, porque el color del uniforme que usa, negro y amarillo es suficiente para llamar la atención. No puede creer que está pasando de verdad, que aceptó la oferta y ahora tendrá que regresar al campo del que se alejó hace dos años. Es una mezcla de emoción y ansiedad. Aún hay mucho de qué encargarse, como conseguir un nuevo departamento, empacar todo lo que va a llevarse, comenzar a ejercitarse de nuevo.

Navarro respira profundo en un intento de alejar los nervios que crecen en su pecho al pensar en todo lo que debe hacer y, antes de comenzar a imaginar lo que sucederá cuando vea a Tyler de nuevo, baja la mirada lejos del televisor y se concentra en la pieza de madera que tiene entre las manos. Lucas había encontrado diversas soluciones para lidiar con la ansiedad, desde técnicas de respiración y meditación, hasta actividades que lo distrajeran tales como colorear libros con mandalas y figuras.

Tiempo FueraWhere stories live. Discover now