-No hay ninguna idea, madre- la reprendo sutilmente -. Sólo nos estamos conociendo. O intentando porque no hemos tenido tiempo de sentarnos a hablar.

Terminamos de comer, los platos son llevados del frente de nosotras. Mi madre se pone de pies y camina hacia la puerta seguida de su fiel guardia.

-Ha sido una velada magnífica, pero debo ir a hablar con el Rey y luego dormir- se despide -. Nos veremos mañana, hija y Princesa Luna.

-Que descanse, Reina- la princesa a mi lado le responde.

Mi madre asiente y sale del comedor. Con una mirada, hago salir al único guardia que había dentro. Quedo a solas con la Princesa Luna.

-Me haz tomado por total sorpresa esta tarde, Princesa Luna- comento.

-Llámame solo Luna. Princesa me hace recordar Calanthe y es lo último que quiero ahora- responde con una sonrisa simple, pero perfecta.

-¿Problemas?- pregunto, interesada en escucharla hablar.

-Mi padre. Está siendo un poco injusto- murmura, la miro confusa. ¿A qué se refería con aquello?

-¿A qué te refieres, Luna?- sonrío, internamente, al llamarla simplemente Luna.

-¿Tú hablas con mi padre acerca de mí?- la sonrisa de mi rostro se desaparece.

-Puede que sí, ¿por qué?

La escucho suspirar pesadamente. Cuanto quisiera poder acercarme y abrazarla fuertemente contra mi pecho. Sería agradable un abrazo de su pequeño, pero hermoso, cuerpo.

-Quieren darte a Esmeralda por mujer- frunzo el ceño, ¿qué?

¿Esmeralda? No podía decir que era desagradable, era muy bonita. Sin embargo, quien prefería por mucho más sería a la mujer que tengo frente a mí.

-Él no puede hacer eso- niego, riendo un poco -. Yo escogeré a la mujer que quiera. Sólo necesito la bendición de mis padres.

-Lo sé, solo quería comentártelo- asiente, segura.

Me acerco un poco más a ella con la silla. No quería asustarla, pero no podía estar mucho tiempo lejos de ella cuando la podía tener tan cerca. Quería pasar el máximo tiempo posible a su lado.

-Te seré sincera, Luna- miro mis manos, sintiéndome nerviosa -. Sí, hablé con tu padre. Mi padre, también, habló con el tuyo. El plan era que me sintiera atraída hacia Esmeralda, pero claramente no lo hice. Tu padre no iba a aceptar que te acortejara con dieciséis años, así que propuse que esperará que tuvieras los diecisiete. Pensó que me daría por vencida, pero no lo hice. Fue allí cuando hable privadamente con él. Acepto que te lo propusiera, ya sabes, intentar algo.

>No tenía idea sobre los planes suyos de intentar algo con Esmeralda- niego rotundamente -. Desde el primer momento fuiste tú, lo sigues siendo. En verdad, quiero poder acortejarte adecuadamente. Y si algo sucediera que esto sea de ambas partes. Sino quieres nada conmigo, dímelo. Lo entenderé. Pero, si quieres algo. Entonces, debemos ponernos en acción.

Ambas reímos, pero noto sus mejillas más sonrojadas. Se veía hermosa.

-Yo... No sabía que mi padre había hablado con el tuyo. Él jamás me lo dijo- niega, suspirando -. Y sí, quisiera intentar algo contigo. Quisiera conocerte un poco más y ver que nos propone el futuro.

Mi sonrisa se hace gigante. Sujeto su mano y beso el dorso de su mano con adoración. Su piel era demasiado suave. Además, su pequeña mano era adorable entre la mía. Hacíamos un contraste perfecto.

-Entonces, debes saber que soy novata en todo esto- rió sintiendo los verdaderos nervios -. Jamás he intentado nada con nadie, hasta que llegaste tú. Si te incómodo o algo parecido, dímelo. Debemos aprender de la otra lo necesario, ¿qué te parece?

-Me parece lo ideal- asiente.

Sonrío, poniéndome de pies y brindándole mi mano.

-¿Aceptaría un humilde paseo a caballo con esta dama mañana por la mañana?- ella ríe, asiente, tomando mi mano.

El primer viaje que haríamos como algo más que desconocidas. No cabía en la dicha de poder viajar a su lado. Sería, sin lugar alguno, inolvidable.





____________________________
Nota de la autora:

Ay, mis tortolitas.

Tan lindas mis niñas.

Si tienen alguna duda de su físico o de algo, pueden hacer preguntas y yo con gusto las contesto. Sé que ouede ser un poco difícil imaginárselas porque he dado pocos detalles físicamente.

Comenten si les ha gustado. No sean tímidas.

Tampoco olviden su votito.

Sin más que decir,

Nos leemos en el próximo capítulo.

CrownWhere stories live. Discover now