Capítulo 28

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🩺Al final del capítulo se encuentran los términos médicos descritos🩺

Capítulo 28:

Flores y Anillos

Después de salir de la facultad, me encaminé cabizbaja hasta el hospital que no quedaba muy lejos de ahí. Me daba tiempo de pensar y calmarme antes de lo que sería las próximas horas, o bueno, los próximos años que vendrían por delante. Sería una tarea complicada, pero yo era una mujer de retos. Si pude con la carrera y el desánimo, podré con esto y más.

Lo único bueno de este día es que no me encontraría con Eli el día de hoy ya que tuvo guardia de veinticuatro horas y estará descansando. Yo debía controlarme y si él tenía razón, había un gesto en mí que le indicaría que me comí a mi doctor, lo iba a descubrir.

Aunque con lo que estaba viviendo con Alex no creo que esté al cien, así que debía también dejar de lado mi protagonismo innecesario y darle una visita. Debía estar triste.

Al fin llegué al sitio en que parecía mi purgatorio personal. Pasé mi identificación por el escáner y saludé algunas enfermeras a mi paso. Había llegado tarde de nuevo y eso era una cagada porque ni siquiera conseguí mi cambio.

Bueno, cómo siempre he dicho para estúpida no se estudia. Yo era la prueba viviente de ello.

Llegué a la sala de descanso de medicina interna y fui a dejar mis cosas en mi locker. Pero casi me fui para atrás cuando encontré algo allí.

Una flor diferente.

Un tulipán rojo.

¿Qué estaba pasando?

Lo de las rosas había pasado a otro nivel. Aquí estaba algo que nunca ni en mis sueños más desquiciados, y mira que he tenido de ese tipo, me imaginé que me pasaría. Ese no era el tipo de rosas que regalas normalmente. Tal vez una tarjeta, un dulce, pero flores era algo como personal, como lo que le darías a un ser que quieres. Yo nunca había recibido flores, salvo mi padre el día de mi graduación, la cosa es que ahora tenía a esta persona dándome ese detalle lindo y bueno, no podía evitar sentir algo en mi vientre muy parecido a las mariposas.

Aunque solo era una respuesta del estomago ante la adrenalina, más nada.

¿Cómo estaba eso aquí?

Una pregunta mejor, ¿quién podía ser mi acosador secreto? Bueno, admirador.

¿Qué lo habría hecho cambiar las rosas por tulipanes?

Busqué en ella un papel que me pudiera dar algo de luz sobre quién pudo traerla, pero hoy no había nada. Ni una nota siquiera. Y en las otras yo sabía que no había nada porque las revisé hasta el cansancio buscando pistas.

Esto lo del admirador secreto están tomando otro tinte.

Hice lo de otros días y coloqué el mismo dentro de mi casillero, no sin antes admirarla una vez más. Me gustó el tulipán, era algo diferente, se sentía único. Y como una boba tenía una sonrisa en mi cara. Muy loco y todo, pero me gustaba el detalle.

Sabiendo que estaba más retrasada que de costumbre, salí a lo que sería una guardia larga y de la cual rogaba no encontrarme con cierto personaje que no quería ver por nada del mundo el día de hoy. No estaba, ni estaré lista nunca para verlo otra vez.

Anoche se portó como un bárbaro cuando me saco de casa de esa forma tan abrupta. No dio opción a que yo usará algo de ropa decente, sino que me vieron en toda mi gloria con un pijama de Stich.

Deliciosa. Toda una top model.

Me acerqué al ingreso y comencé a revisar a los pacientes que llegaban. El día de hoy no había nada grave así que requiriera atención importante. Solo virus estomacales y uno que otra bronquitis que ya habíamos atendido y solo tocaba evaluar que no hubiese empeorado.

Malas EnseñanzasWhere stories live. Discover now