Mi Casa Mis Reglas

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Hace mucho que Horacio no veía a Volkov tan emocionado como esa tarde. Se había decidido a hacer una pequeña fiesta en la casa de verano para inaugurarla, pero eso pintaba a qué sería de todo menos pequeña.

El ruso se había levantado temprano para ir a comprar todo lo necesario para recibir a sus invitados cuando llegasen. Ahora mismo el menor se encontraba sentado en el sofá observando a su pareja preparar los bocadillos y botanas que había comprado junto con algunas bebidas que ya tenían.

— ¿Seguro no quieres que te ayude? — le preguntó H por quinta vez en lo que iba de tarde.

— No te preocupes Solntse — respondió sin voltearlo a ver puesto que seguía enfocado en rellenar los envases con palomita — ya casi termino.

— Vale vale — volteo a mirar su reloj — pues ya falta poco para que vayan llegando, iré por Gaia.

— De acuerdo — respondió ahora si mirándolo — te notifico cuando comiencen a llegar en caso de que aún no hayas llegado.

— Perfecto — se acercó a este para darle un beso rápido en los labios — ya regreso.

El menor salió, dejando al ruso sólo quien una vez finalizó de acomodar todo, subió a su habitación a cambiarse y acababa de terminar cuando escuchó el timbre de su casa sonar.

— Justo a tiempo — dijo mirando en reloj que marcaba las 5:00pm.

Por lo que bajo de prisa mientras le enviaba un mensaje a Horacio indicándole que ya habían comenzado a llegar sus invitados.  — Buenas V — lo saludo alegre Alanna para luego darle un abrazo — ¿Que tal estás? — preguntó mientras que ingresaba a la casa con Parker y Blake.

— Estoy perfectamente — respondió con una sonrisa e indicándoles el camino a sus amigos para que tomaran asiento.  

— ¿Y H? — preguntó Blake extrañado por no verlo ahí. 

— Fue por Gaia a casa de Maia — respondió — ya debe estar de regreso.

Finalizó para luego comenzar una plática con sus agentes más antiguos que se habían convertido en amigos. En medio de la plática sobre los planes que tenían a futuro, sino nuevamente el timbre indicando la llegada de los demás invitados. Por lo que el ruso se excusó poniéndose de pie para ir hacia la puerta donde al abrirla se encontró con sus agentes en pruebas.  

— Buenas tarde subdirector — saludo con una sonrisa Nina — gracias por invitarnos a su fiestita.  

— Hola Beluga — saludó Foster interrumpiendo a la rubia haciendo que Brawnie y Clark intercambiasen una mirada de confusión.  

— Eeeeeh buenas buenas — saludo V — adelante, los demás ya están dentro.  

Les indicó haciéndose hacia un lado para que estos ingresaran y se juntasen con los demás. La pequeña fiesta había transcurrido de manera tranquila entre charlas y risas entre todos hasta que nuevamente el timbre de la casa fue escuchado. Lo que hizo que los nuevos agentes se extrañasen mientras que los más antiguos se alegrasen.

— Lo siento — dijo H acercándose a su pareja para darle un abrazo — deje mis llaves arriba — dijo en un tono bajo por admitir su descuido.  

— No pasa nada — le respondió mientras que volteaba a ver a Gaia — ¿cómo estás Gaia?  

— Estoy feliz, todavía no me acostumbro a que mamá me deje salir de casa — respondió haciéndolos reír.  

— Me encargare que suceda más seguido — le dijo H mientras se adentraba en su casa con su sobrina y notaba a los demás

— ¡Hola! — saludó a los demás alegremente.  

One-Shots: Volkacio Where stories live. Discover now