Aquella Vez...

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Llevaban poco más de un mes desde que habían viajado a Londres. Poco más de un mes en el cual su relación dio un cambio de 180 grados. Lo que había llevado a Volkov a ver la vida desde una nueva perspectiva.

Y es que el volver a convivir con Horacio, el dormir a su lado, despertar junto a él y volver a tener esa pláticas cotidianas que habían sido tan frecuentes entre ellos cuando vivían en la mansión lo habían ayudado a darse cuenta de lo que era más que obvio estaba enamorado.

Siempre supo que sus sentimientos hacia el menor de cresta eran diferentes, eran algo que jamás había podido experimentar con nadie más. Sin embargo no había sido capaz de ponerle nombre hasta ahora. Lo que hizo que comenzara a repasar los diferentes momentos que había vivido con Horacio. Deteniéndose en uno que no era para nada agradable el día que estuvo a punto de perderlo




Luego de dejar a Horacio acostado en su cama, bajo las escaleras con la intención de preparar algo de comer.

— Seguro que cuando despierte tendrá hambre — dijo para si mismo mientras sacaba los ingredientes del refrigerador — estoy seguro que no ha comido nada en todo el día...

Siguió diciendo mientras se envolvía en preparar la cena al mismo tiempo que sus pensamientos lo comenzaban a traicionar

¿Que hubiese pasado si no hubieras llegado?, ¿Porque no te llamo?, ¿Porque no acudió a ti en primer lugar?, ¿No era suficiente para él?

Preguntas cómo estás y más lo atacaban, por lo que para tratar de callar sus pensamientos optó por encender la radio que tenían en la cocina y continuar cortando los vegetales.

No trates de engañarte, si fueses suficiente para él, jamás abría pensado en terminar con su vida sin verte una última vez

Volkov no se había dado cuenta pero había comenzado a llorar, sus manos temblaban y su cabeza daba vueltas.

— ¡Joder! — gritó soltando el cuchillo y bajando hasta quedar sentado en el suelo — casi casi lo pierdo... — se dijo en un susurro mientras las lágrimas incrementaban — casi lo pierdo... — se repitió — No puedo perderlo no... no lo permitiré... — se dijo en afirmación para tratar de cambiar sus pensamientos, pero el solo pensar en lo que hubiese pasado lo volvía a destrozar.

Ahora mismo estarías seguramente identificando su cuerpo

Tras ese pensar comenzó a hiperventilar de manera más desesperante — Joder — comenzó a jugar con sus manos, sabía lo que le estaba sucediendo, pero hace tanto que no le ocurría que había olvidado cómo auto relajarse — No pasó nada él él está bien.

¿Y si lo intenta de nuevo y no estás ahí para él?

— Yo lo voy a cuidar no permitiré que le pase nada no dejare que se sienta solo de nuevo — respondió a sus pensamientos — me tiene a mi — Continuó frotando sus manos a la vez que trataba de controlar su respiración cuando lo escucho.

— ¿Viktor? — le preguntó Horacio el cual se encontraba ahora a unos centímetros de él — ¿que te ocurre estás bien? — le preguntó y fue cuando levantó su vista para mirarlo y ver la preocupación de este en sus ojos.

No fue necesario que dijeran palabra alguna, Volkov abrió sus brazos y Horacio sin pensarlo fue hacia él en el suelo. Se abrazaron y calmaron sus pensamientos juntos. Después de todo, luego de mucho tiempo había sido el día más complicado, triste y sombrío para los dos



— ¿Viktor?, Vik te estoy hablando — lo saco Horacio de sus recuerdos.

— Dime — respondió — lo siento, me quede pensativo

— Me di cuenta — le respondió para luego reí — ¿Vamos a cenar ya o que esperas? La reservación es para dentro de 30 minutos — miro su reloj.

— Si — dijo mientras se levantaba de la cama — solo estaba esperando a que terminaras de arreglarte — le extendió su mano — ¿vamos?

— Vamos — afirmó Horacio mientras tomaba su mano y caminaban hacia la salida.

Les había costado, pero luego de tanto tiempo y tantos sufrimientos por fin habían podido comenzar a vivir su vida, juntos, felices y sin nada ni nadie que les impida amarse.

~•~

One-Shots: Volkacio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora