Fuera de Control

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— ¡Horacio! — lo llamaba desesperado Volkov — ¡Horacio ven acá! — le pedía mientras lo seguía pero el menor estaba dispuesto a salir de la casa — ¡Horacio por favor! — pedía mientras bajaba las escaleras —¡Horacio no te atrevas a salir de la casa! — gritó lleno de desesperación y miedo solo para arrepentirse en el momento en el que vio cómo este se detuvo en seco.

Si bien no era común en ellos tener discusiones a este nivel, los dos habían llegado a un punto en el que simplemente habían dejado de escuchar al otro. — Y.. o... yo... — trató de hablarle de nuevo V — Yo, lo siento Horacio... no era, no era mi intención... — siguió diciendo mientras se acercaba a este pero en el momento en que trató de tocarlo, este se apartó.

— No — respondió H — No quiero que me toques...

— Pero Horacio...

— No ¿Y sabes que más? — continuo ahora mostrando su enojo — No quiero seguir aquí — dijo para comenzar su camino y subir de nuevo las escaleras.

— ¿Que dices? — le cuestionó el ruso mientras lo seguía — Horacio ¿que dices? 

— Lo que escuchaste Viktor — respondió una vez dentro de la habitación que ambos compartían — ¡Me largo!  

Volkov no creía lo que sus ojos veían, tampoco podía asimilar todo, las cosas habían sucedido muy rápido.

— No puedes irte Horacio... este es — comenzó a tratar de hacerlo cambiar de opinión — este es tu hogar... nuestro hogar...

— Ya no más — respondió mientras guardaba su ropa en una maleta — me iré a casa de mi hermana — comentario que hizo enojar al mayor.

— ¿Con esa bruja? — habló de nuevo dejando notar su enojo — ¿Con esa mujer que tanto te lastimó en un pasado y...

— Tú también me lastimaste... — lo interrumpió dejando al ruso en silencio — todos, Volkov, todos a mi alrededor me han lastimado en algún punto u otro...

— No es lo mismo Horacio... — intentó razonar.

— Claro — volvió a interrumpir — y por eso esta bien que tú me mientas y digas cosas que no son.

— ¡Que no es así Horacio por Dios! — elevó un poco su tono de voz para evitar que lo interrumpiera de nuevo — solo te estoy tratando de ayudar a aceptar la realidad.

— ¿La realidad? — exclamó — ¿aceptar la realidad dices?

— ¡Por supuesto! — respondió — si solo quiero lo mejor para ti y lo sabes — sentenció — por eso mismo quiero que entiendas que Gustabo Está Muerto.

— ¡¡¡Ya Lose Viktor!!! — gritó a la vez que cerraba la maleta de un tirón — ...se que... Gustabo no está...

— ¿Y entonces porque te sigues aferrando tanto a alguien que sabes que no volverás a ver? — le preguntó sin entender — ¿no crees que es momento de comenzar a afrontarlo e ir superándolo?

— Claro — respondió sarcástico — como tú has superado ya la muerte de tu hermana ¿no es así?

Palabras que cayeron como un balde de agua fría para Volkov. Si bien le había costado muchísimo, consideraba que ya estaba en paz consigo mismo respecto al tema de su hermana. Pero parece ser que Horacio no lo veía de la misma forma.

— No es así y lo sabes — respondió — y ese argumento no fue muy... justo, de tu parte.

— Igual que no es justo que me pidas que supere la muerte de mi hermano ¡Cuando no van ni tres meses desde que me entere Viktor! — recalcó lo último mientras salía de la habitación.

— ¿Es enserio que por eso te vas a ir? — preguntó aún sin poder creerlo.

Horacio se detuvo en seco nuevamente pero esta vez en el final de las escaleras.

— No es "por eso" — imitó su tono — que me voy Viktor — suspiro y volteo a mirarlo — me voy porque NO soy un niño, no soy una persona indefensa, un débil, un blando, un asustadizo... y por eso ¡NO necesito que me protejas de sobremanera cómo haz estado haciendo con todo este tema! 

— Pero... — trató de hablarle pero este no se lo permitió. 

— Y ya se lo que dirás — volvió a comenzar — que no estoy siendo consiente de las cosas, que no estoy reaccionando como debería y que estoy siendo muy...  

Seguía hablando hasta que fue silenciado por un abrazo. Horacio no se había dado cuenta, pero sus ojos se habían comenzado a cristalizar, su frustración era tanta que incluso se había alterado de más. Su coraje había trascendido más haya del enojo que tenía con Volkov. Su coraje era hacia todos los que lo habían tratado como menos o débil en algún punto de su vida. Eso más todo lo que le provocaba la muerte de Gustabo, su salud y todas esas cosas que no estaban en su control.

— Tranquilo солнце... — le habló V mientras hacía más fuerte el abrazo y le acariciaba la espalda — todo esta bien — dijo más para ambos que para el menor — y... y jamás vuelvas a pensar que... te veo bajo alguno de esos adjetivos que dijiste... No eres nada de eso — los separo para mirarlo a los ojos — si, puedes ser un apasionado, temerario, imponente, un poco terco y muy directo en la mayoría de la ocasiones — soltó una risa que le contagió al menor — pero... — con su mano derecha le secó una lágrima — también eres leal, compasivo, inteligente, valiente, generoso, divertido, amoroso e imprescindible en la vida de muchas personas... en la mía... por ejemplo... — se detuvo para conectar sus miradas nuevamente — eres un ser humano muy hermoso Horacio... tanto por fuera, como por dentro — con su mano derecha toco el área del corazón en su pecho — y todo eso es lo que yo veo en ti... nunca he visto algo diferente a eso ni lo haré jamás.

Horacio no pudo contenerse y volvió a abrazarlo para luego darle un corto beso en los labios. Si bien seguían siendo momentos difíciles, sabía que Volkov no le mentía... pues había aprendido a leerlo y los ojos de este durante todo ese tiempo, solo decían una cosa... sinceridad.

— Gracias... — le dijo H mientras separaba el abrazo — y... perdón por lo que dije sobre tu...

— No Horacio — lo interrumpió — perdóname tú a mi...

— ¿Te parece si... — habló de nuevo el menor luego de permanecer unos segundos más abrazados — si vamos a descansar un rato..?

— Por supuesto солнце... — acepto V tomando la mano de este y dirigiendo el camino de ambos escaleras arriba hacia la habitación. — Я люблю тебя мое солнце — le dijo V una vez ya acostados.

— je t'aime ma lune — respondió H para luego abrazarlo y así mismo descansar.

Juntos... tranquilos y en paz, entre los brazos del otro. Porque ese siempre ha sido y seguirá siendo, su lugar seguro...

~•~

One-Shots: Volkacio Where stories live. Discover now