CAPITULO 11

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(Maratón 3/3)

ISABELA POV

Pff, definitivamente el día de hoy no había sido el mejor día para mí... Eso quedó demasiado claro obviamente.

Profesores insoportables, tareas negadas, injusticias repartiéndose cómo pan caliente... Y no olvidemos a los idiotas que te hacen chocar en un pasillo claro está.

Sin embargo... Todos esos malos momentos y esos pequeños y molestos problemas de mi día en el instituto... Se desvanecen completamente cuando una vez más... Estoy siendo estrechada fuertemente entre los brazos de una de las personas más especiales que tengo en mi vida...

Mi tía Elizabeth.

— !Meu Deus! !Como has crecido cariño! !Estás gigante!— Exclamó ella emocionada mientras no paraba de abrazarme.

— Rió levemente— Si tía, la niña ya está grande, pero parad de abrazarla que me la vas a asfixiar— Dijo mi mamá detrás de nosotras.

— Oh tonterías Martita— Se separó y tomó mis cachetes— !Si esta niña está preciosa! !Mírala ya! !Es toda una mujer!— dijo ella sonriendo ampliamente.

— Negué sonriendo — Todavía me falta un Año para cumplir los 18 tía— Le recordé.

— Bufó— ¿18?, Ni hablar de eso Isa, vos serás una mujer cuando hayas cumplido tus 21 años de edad— Aclaró mi mamá a lo que yo solo rodé los ojos.

Siempre tan sobreprotectora conmigo.

— Rió— Wow... Sos tan idéntica a mi hermana Martita... Definitivamente sos la hija que ella nunca pudo tener.— Comentó divertida.

Y es que... !Es cierto!, Mi mamá es completamente idéntica a mi fallecida abuela paterna Isabel Souza, según las historias que me cuenta mi padre, mi abuela Isabel era una mujer muy autoritaria, muy protectora con su familia y de un carácter demasiado fuerte y súper estricto, le encantaba dar órdenes y que todo saliera a la total perfección... Cosa que gracias a Dios mi papá no heredó... Pero mi mamá... Ufff, pareciera la hija que ella nunca pudo tener.

Es extraño... Pero es cierto.

— Sonrió orgullosa— No me molesta el cumplido en lo absoluto, más bien lo agradezco— Dijo ella con aires de superioridad.

— Que no se te suba a la cabeza ¿Eh querida? Que después para bajarte de la nube te podés caer— Comentó mi abuela sarcástica a lo que yo tuve que reprimir una fuerte carcajada.

Definitivamente amaba su humor sarcástico... Uno que a mi mamá Aveces la sacaba de sus casillas... Y en verdad que era divertido verla enojada... Sobretodo cuando no podía decirle nada... Por ser la tía de mi papá.

— Aclaró su garganta y se sonrojó— Claro Ehhh... Voy a ir a buscar a tu padre Isa, de seguro se habrá perdido por algunos de los pasillos— Caminó rápidamente hacía la puerta de la habitación de mi tía— Enseguida vuelvo— Avisó y salió rápidamente del lugar.

Acto seguido, mi tía y yo nos miramos por una fracción de segundo... Y estallamos en carcajadas.

— Rió— Creo que el orgullo se lo he tirado al suelo— Comentó y yo me reí más fuerte.

— Asentí riendo— Creo que sí— Reí un poco más y luego me calme— Uff, ya— aclaré mi garganta— ¿Cómo te ha ido en este viaje a Italia tía?— le pregunté muerta de la curiosidad.

— Uff me ha ido de maravilla cariño— Jadeó en sopresa— !Por cierto!— Abrió uno de sus cajones y sacó una caja del mismo— !Te he traído tus chocolates favoritos!— Me mostró la caja y sonreí hasta más no poder de la emoción— Me aseguré de que fueran los que más te gustan, Chocolate blanco italiano— Me dijo ella sonriendo.

Nuestra Maldición - Isulio Where stories live. Discover now