Nuestra Maldición - Isulio

CAPÍTULO 03

ISABELA POV.

Salgo del baño tras ya haberme cepillado mis dientes y corro escaleras abajo para tomar mi mochila y dirigirme al instituto.

— ¿Cepillaste tus dientes?— me pregunta mi mamá apenas bajo de las escaleras.

— !Si mamá!— le respondo mientras agarro mi mochila y me la cuelgo sobre mi hombro rápidamente.

— ¿Resolviste los ejercicios como te los expliqué hija?— me preguntó mi papá desviando su vista de su periódico para verme.

— !Si papá!— Le respondí rápidamente mientras agarraba una manzana y la guardaba en la mochila— !Ya me voy!— les avisé mientras me despedía de ellos rápidamente con un beso en la mejilla— !Adiós Papás los amo!— Les dije mientras corría rápidamente a la puerta y la abría de par en par.

— !Adiós Filha!— Se despidieron Ambos.

Y justo antes de que pisara un solo pie afuera de la casa... Obviamente no podía faltar el recordatorio de todos los días... Desde que tengo memoria.

— !Filha!— Me llamó mi mamá rápidamente y rodé mis ojos fastidiada, Pff no necesito que me lo recuerde todos los días de mi vida... !Ya no soy una niña por Dios!.

— Me voltee— ¿Si Mai?— le pregunté sabiendo perfectamente lo que me iba a decir.

— Recuerda lo que tú padre y yo siempre te decimos— me dice y yo asiento rápidamente antes de que ambos me lo repitan.

— Suspiré Fastidiada— "No lo mires, No le hables, No lo encares, alejate de Él y evita el desastre"— recité mi mantra de todos los días y ellos sonrieron complacidos.

— Asintió complacida— Perfecto mi Niña, Ahora si podés irte que llegarás tarde— me dijo mi mamá.

— Vale, !Tchau!— me despedí finalmente.

Acto seguido prácticamente tuve que correr hasta la parada de autobús y apenas llegué para alcanzarlo, subí rápidamente saludando a todos con un "Buenos días" y finalmente me senté en mi lugar correspondido y dejé caer mi cabeza sobre el cómodo cojín del asiento y me dediqué exclusivamente a observar la ventana... Y ver los árboles pasar a mi alrededor... Mientras me adentraba en mis propios pensamientos.

Seguramente se preguntarán: ¿Qué clase de recordatorio o extraño mantra fué ese?... Simple.

Todo se trata sobre él... Julio Peña Fernández, ¿Quieren saber por qué lo odio tanto?... Pues, sonará algo bastante irónico... Pero la verdadera razón es... Por el conflicto de nuestras familias... Y la eterna guerra que todavía existe entre nosotros.

Si, quizás parezcamos los perfectos "Romeo y Julieta" "Los Montesco y Los Capulato"... Pero créanme... Hay una inmensa diferencia entre la situación de Romeo y Julieta con la de Julio y La mía.

Y esa diferencia... Es que ellos se Amaban... Se amaban con tal fervor que decidieron el suicidio antes que vivir separados... Pff, pero en el caso Nuestro... Julio y yo nos odiamos hasta la muerte, no podemos pasar tan solo un mísero día sin mirarnos con odio, sin matarnos con la mirada, no hay tan solo un día en que no quisiera no ir al instituto... Simplemente para no encontrarme con su estúpida cara engreída y egocéntrica.

Si, sé que pensarán que nuestro odio mutuo es algo estúpido he inmaduro... Pero desde que tengo sentido de razón... Mi familia me ha inculcado el odio que siento hacía Julio en los actuales momentos... Un odio que comenzó a crecer en mi interior desde el primer día que lo conocí en la primaria... Y me enteré de que era un "Peña".

¿Y saben algo?... No me arrepiento de haberlo odiado desde el primer día que lo conocí... Pues él también me odió con todas sus fuerzas desde ese día... Así que... Supongo que la vida me hizo un favor al prácticamente haberme obligado a odiarlo desde pequeña con el único motivo... De que nuestras familias eran y siguen siendo rivales.