Girlfriend or... ¿Mother? cap: 01

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-P-papá.- la pelirroja lloró desconsolada, ninguno de sus padres entendía que ella amaba a Giyuu.

-Váyanse. - la fria y distante voz de su padre le hizo levantar la mirada.- Llegará el momento en que entenderás que todo lo hacía por tu bien. Ahora, LARGO.

Sumiko tomó la mano de su Alfa, Giyuu le miró con tristeza al ver el dolor en los orbes carmín de la omega. Sabía que para ella eran importantes sus padres, que los amaba y que lo que más deseaba era que todos estuvieran juntos en familia cuando se dijeran los votos frente al altar.

Salieron de aquella imponente mansión, mientras el pelinegro abrazaba a la pelirroja y ésta se aferraba a su chaqueta negra.
Caminaron atraves de los largos y bellos jardines de aquel lugar, aspirando la dulce fragancia de las flores y sintiendo la fresca brisa nocturna sobre su piel.

Al llegar a la entrada pudieron ver un lujoso auto estacionarse frente a ellos.
Un hombre de traje y lentes oscuros bajó del lado del conductor y rodeó el auto hasta pararse a un costado, con rapidez abrió la puerta trasera dejando a la vista de la pareja un atractivo e imponente Alfa que les miraba atraves de unos lentes oscuros al igual que su traje de diseñador.

-Mm. ¿Sumiko?.- el hombre bajó del auto con elegancia, bajando sus lentes un poco para mirar mejor al par frente a él.- ¿Qué haces aq-

El Alfa calló al ver las lágrimas en el rostro de la omega, algo dentro de él le impulsó a tomarla en brazos y darle un fuerte abrazo pese a la protesta del pelinegro.
El hombre acarició con ternura la espalda de la pelirroja, sintiendo una opresión en su pecho al escuchar sus sollozos. Dirigió su mirada al Alfa frente a él, éste entendió su silencio y suspiró.

-Venimos a hablar con sus padres, pero.. - alzó los hombros y negó.- No me aceptan, y... corrieron a Sumiko, ni siquiera le dejaron llevarse sus cosas, dijeron...

-¿Qué?.- preguntó preocupado, afianzando su abrazo sobre la pelirroja quien lloraba desconsolada.

-Que si ella creía que con tenernos amor era suficiente entonces no necesitaba sus cosas, que haber si yo era capaz de comprarle ropa.- Giyuu empuñó sus manos, sintiendo rabia con el par dentro de aquella mansión, Sumiko no merecía ese trato.

El Alfa suspiró con cansancio, aveces no entendía a su hermano.
Se supone que Yoriichi era alguien justo, y ahora despreciaba al Alfa de su hija por no ser de la misma clase y echaba a su hija sin siquiera darle la oportunidad de recoger sus cosas?

Separó despacio a la omega en sus brazos para mirarla a la cara.
Sumiko era una niña hermosa, la más hermosa que haya visto jamás.
Desde que ella vino al mundo, algo dentro de él nació, era un sentimiento de protección y amor, tan distinto al que sintió cuando nacieron sus gemelos, Yuiichiro y Muiichiro.

Sacó su pañuelo de seda y limpió con ternura las lágrimas de la omega, ella por su parte sonrió sonrojada ante tanta atención del Alfa.
Por otra parte, quien no estaba muy contento con todo era un Alfa de cabellos azabache y mirar azul.
Desde que su omega le presentó a su tío, veía las miradas que éste le dedicaba a la pelirroja, y por alguna razón no le gustaba.
Con educación alejó a la ojicarmín del mayor.

-Ya es tarde, será mejor que nos vayamos. No es bueno para ti seguir aquí.- dijo Giyuu acariciando con dulzura la mejilla de la menor, notando la mirada de molestia en el Alfa.

La chica asintió con desgano, mirando por última vez su casa.
No le dolía el echo de que sus padres la desheredaran, ni que le quitaran todo hasta el punto de no dejarla llevarse sus cosas y su ropa.
Lo que más le dolía era perderlos a ellos, sus padres, los que le dieron la vida, le dolía que ellos no quieran estar en un día tan especial para ella, y más que no aceptaran al amor de su vida.

-Vamos. Buenas noches, señor Tsugikuni.- el azabache empujó suavemente a su omega hacia delante isntandola a caminar cuando una mano sobre la muñeca de la pelirroja los detuvo.

-Dejen que los lleve, ya es tarde y a esta hora ningún taxi pasa.- se ofreció el Alfa caminando de vuelta hacia el auto, abriendo la puerta trasera para que entraran.

-No es necesario.- negó giyuu con cortesía.

-C-creo que tío tiene r-razón, Giyuu-san.- habló bajito la omega, apretando su agarre en la chaqueta de cuero negro.

-Pero.

-Vamos Giyuu, mi sobrina debe estar cansada, deja que los lleve. - no esperó respuesta, tomó a la omega y la instó a subir sin dar espacio a objeciónes.

La pelirroja miraba al Alfa ojiazul desde el asiento trasero, esperando a que subiera también.
Con un bufido de disgusto el azabache subió junto a su omega a regañadientes, seguido del Alfa mayor que subió en el asiento del copiloto.

-Conduce Kaigaku, yo te iré diciendo. - habló el mayor dándole una sonrisa a su sobrina.

Giyuu desvió la mirada con molestia.
Todo el camino se la pasaron tío y sobrina platicando animadamente, con un azabache tratando de ocultar su molestia por haberle robado la atención de su omega, aunque sus ojos siempre fijos en el hombre.

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Según mi sobrina, ella no se tropieza, ella ensaya para caerse..

Igual de idiota que su tía, osease yo.

One-Shot - All x TanjirouWhere stories live. Discover now