One-Shot - All x Tanjirou

Esperanza Perdida - Sabito<Giyuu<Tan| UzuTan

Nueva Historia.

Ayer estaba en Twitter y vi una pequeña historia, una dónde al parecer Tanjirou le confiesa sus sentimientos a Giyuu pero éste no puede olvidar a Sabito, todo esto después de la pelea final contra Muzan, por lo que Tanjirou decide renunciar a sus sentimientos y se casa con Kanao.

Y pues... la plasme en una historia xd.

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Giyuu acaricia con anhelo la tela de su Haori, específicamente aquella con diseño a cuadros en verde y amarillo.
Es un recuerdo de su pasado que no puede ni quiere dejar ir, piensa que si lo hace sería una falta de respeto para aquella persona que dio su vida por él.

Sin poderlo evitar derrama lágrimas que caen sobre la tela humedeciendola, lleva el Haori hasta su rostro y deposita un suave beso en ésta, uno que espera le llegue en pensamiento a la persona que ocupa sus pensamientos desde hace años.

Su rutina no cambia, desde que despertó aquella vez y recibió la noticia de la pérdida de su mejor amigo y primer amor, no hay noche que no le dediqué a ese chico, pensamientos y lágrimas cuyos únicos testigos son la noche, la soledad de su habitación, la luna y su fiel Cuervo.
Kanzaburo se tambalea mientras observa a su amo en silencio, inclina su cabeza hacia un lado, su edad avanzada le impide recordar la razón de su llanto, pero sabe que el pelinegro necesita compañía.

Paso a pasito se acerca, sus patitas ya viejitas tiemblan conforme se acerca pero hace el esfuerzo y llega hasta el regazo del joven, de un brinco logra subirse a sus piernas y se acerca hasta él recargando su cabeza.

Giyuu aleja su rostro de la tela y observa hacia abajo, encontrándose con su Cuervo que se restrega en él, sonríe tristemente y acaricia la cabeza del ave, el animalito le mira con ojos cansados y se acurruca en él.
Tomioka alza su vista al cielo, contempla la luna en lo alto, tan brillante y solitaria, sola como él.

Suspira con cansancio y dirige su vista dentro de la habitación, sobre su futon yace dormido el cuerpo desnudo de un pelirrojo, su rostro se ve tranquilo y apacible, reconoce lo hermoso que es, pero por mas que se autoengañe, no puede obligarse a amarlo como él se merece.
Dió pie a aquella relación para no sentirse solo más que por otra cosa.

Siempre pensó que no podía haber alguien más que hablara hasta por los codos como Shinobu, pero Kamado le demostró que si había alguien más.
Hablaba de tantas cosas que le era difícil de entender lo que decía, por lo que con la finalidad de callarlo lo tomó del rostro y lo besó, contrario a lo que pensó, ese chico en vez de separarse y golpearle por tal atrevimiento, le correspondió el beso.

Realmente no estaba en sus planes lo siguiente, que Kamado al día siguiente se apareciera en su finca y le besara. Se sorprendió al principio, intento hablar con él de que todo había sido un malentendido, pero es tan torpe en cuanto a comunicarse con las personas que terminó por empeorar las cosas y todo culminó en iniciar una relación con el oji-carmín.

Se sintió el ser más despreciable el día en que tuvo relaciones con Kamado.
Ese día había bebido Sake junto a Uzui en su finca, según el peliplata siempre era buen momento para beber. Aunque quiso negarse, terminó siendo cargado como costal de papas y llevado a la fuerza, bebió hasta que su visión se tornó borrosa, y como pudo regresó a su finca.

Esperaba poder llegar y dormir, así la borrachera se le bajaría, no contó con que el pelirrojo estaría fuera de su finca esperándole. Le pidió que se fuera, que no había necesidad que se quedara, que él estaría bien y que no iría a otro lado. Pero el menor era terco y se empecinó en acompañarle, entró junto con él y le llevó a la habitación, le ayudó a quitarse la ropa y cuando trató de recostarlo, resbaló y cayó, llevándose al pelirrojo con él.

El futon amortiguó la caída de ambos, cuando trató de levantarse observó al pelirrojo, un sonrojo abarcaba su rostro y su mirada era las oscura.
Cuando quiso hablar ya tenía los labios del menor sobre los suyos.
Se separó del beso por un momento, de pronto, la imagen del oji-carmín pasó a ser la de un pelidamasco que le sonreía tiernamente, su corazón latió rápidamente y retomó el beso ésta vez más apasionado.

Colocó el cuerpo contrario debajo suyo, despojó de la ropa al chico y acarició con lujuria cada tramo de piel, besando y mordiendo con desepero el frágil cuello del pelirrojo.
El menor estaba feliz al sentir las caricias del mayor sobre su piel, saberse así de amado por el hombre que lo enamoró.

El miembro del menor ante tanta estimulación comenzó a derramar pres-semen que fue aprovechado por el pelinegro para introducir uno de sus dedos en la entrada del oji-carmín. Kamado gimió al sentir un segundo dígito unirse al primero, el mayor movía sus dedos dilatando al menor.

Cuando sintió que estaba lo suficiente dilatado, colocó su miembro en la entrada del menor y empujó lentamente sintiendo las paredes internas apretar su miembro.
Soltó un jadeo al estar dentro del chico, comenzó a moverse lento sintiendo al pelirrojo agitar sus caderas hacia él.

Aumentó la velocidad de las embestidas, se inclinó hasta quedar recostado sobre Tanjirou, aprovechando para besar, morder y chupar el cuello de éste.
Kamado rodeó su cintura con sus piernas y le abrazó por el cuello, sintiendo un cosquilleo en su parte baja que aumentaba conforme las estocadas se volvían más rápidas.

El cuerpo del pelirrojo se sacudió al sentir el intenso orgasmo deslizarse, Giyuu empujó un par de veces más antes de correrse en el interior del menor. El alcohol en su cuerpo tomó posesión de su mente y sin ser consciente del daño que provocaría, gimió el nombre de alguien que no era el que estaba bajo suyo.

"Ngh S-sabito." gimió antes de enterrarse profundo en Kamado.

Tanjirou quien aún sonreía por el delicioso orgasmo, abrió en grande sus ojos al escuchar el nombre de alguien más en los labios de su pareja.
Sus orbes carmín brillaron por las lágrimas retenidas y ahogó un sollozo en su garganta.

Giyuu salió de su interior y se acomodó a su lado, cayendo profundamente dormido segundos después.
No fue consciente de los temblores y el llanto del pelirrojo a su lado, en su mente, un oji-lavanda le sonreía, y él.. Él sonrió dormido, mientras a su lado alguien lloraba.

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No eh visto nada de Soledad, aún...