One-Shot - All x Tanjirou

Conociendo al Suegro - DamiAnya parte 2

Damian negó disconforme mientras acomodaba su uniforme, planchandolo con sus manos.
Miró su reflejo en el enorme espejo de su habitación, sonriendo de lado al ver lo bien parecido que era.
Su cabello negro y ese par de orbes dorados lo hacían el niño más atractivo(según él y las niñas, cuyos padres las alentaban a entablar amistad o alguna otra relación con el menor con tal de tener cercanía con Donovan).

Por última vez revisó su aspecto, asintiendo para si al no hallar nada fuera de lugar. Terminada la revisión, Damian caminó hasta su tocador, escogiendo entre la docena de lociones que había ahí, eligiendo una apropiada para la ocasión.
Roció un poco en él, y otro poco en su índice para después frotarla entre su nuca y su oreja.

En todo momento su mente se mantuvo ocupada pensando en aquella plebeya de hermosos orbes verdes cuál esmeraldas, y sobre todo en esa sonrisa... Un poco perturbadora pero encantadora, a su modo.

-¿A dónde vas?. - cuestionó alguien detrás de él con voz seria.

Damian saltó en su lugar al reconocer al dueño de esa voz, quien muy pocas veces solía aparecerse por ahí, casi nunca venía a casa, siempre estaba ocupado con sus cosas y solía olvidarse que tenía un hermano, así como su padre se olvida que tiene un segundo hijo.

-Nii-sama. ¿Qué haces aquí?.- preguntó Damian con curiosidad y un deje de alegría disimulada en su voz.

-Sólo vine a por unas cosas y me regreso. Tú ¿A donde vas?.-

El joven pelinegro, quien portaba el mismo uniforme que el menor, cuya excepción era aquella hermosa capa negra con el interior de color rojo.
El mayor tomo asiento en la silla frente al escritorio, sin apartar la mirada del ojidorado.

Un fuerte sonrojo atacó el rostro del menor, quien avergonzado desvió la mirada hacia el ventanal de su habitación que daba hacia el enorme jardín.

-V-voy con mi n-novia. - su voz salió apenas en un murmullo, incapaz de decirlo en voz alta.

-¿Novia?. - Repitió, afilando su mirada sobre el menor.- ¿Y quien es? ¿Cómo se llama? ¿A que se dedica su padre? ¿Nuestro padre conoce a su familia?.

Damian se mareó ante tanta pregunta por parte de su hermano, quien mantenía una mirada seria y una actitud fría y distante mientras le interrogaba.

-... S-se llama An-anya. Anya Fol-Folger.- respondió el menor.

-Folger... - el mayor meditó aquel apellido, pasando por alto el nombre de la mocosa.- No recuerdo a nadie con ese apellido dentro de nuestro círculo. ¿A que se dedica su padre?.

-E-es Medico Psi-psiquiatra.

El mayor resopló con aburrimiento, una familia nada interesante.

-Da igual.

El pelinegro vio a su hermano caminar hacia la salida por lo que rápidamente le detuvo y preguntó algo que lo tenía preocupado.

-¿Papá va a venir?. - preguntó el menor sin atreverse a mirar a su hermano a la cara.

-Él es alguien ocupado. Ahora no tiene tiempo. - dijo reparando en el leve temblor en los brazos del menor y como éste hacía puños sus manos.

-Entiendo..- Damian desvió con tristeza la mirada, acostumbrado a ser olvidado por su padre.

El mayor miró a su hermano, entendía un poco lo que sentía y pese a haber intentado hablar infinidad de veces con su padre, éste parecía no querer entender.
Dejó escapar un suspiro antes de acercarse al menor y acariciar su cabeza, acción que sorprendió a Damian, su hermano nunca era así.