Riquillos presumidos [KookTae]

cuarenta y siete

Su novio lo tenía muy enamorado.

Se levantó con cuidado, dejando a TaeHyung a un lado. Tomó los recipientes que habían ahí y salió de su habitación.

Iba a limpiar todo antes de que alguien más lo hiciera.

Bajó lentamente las escaleras, achinando un poco los ojos para ver en la oscuridad. A cómo pudo llegó a la cocina.

Suspiró y vació lo que quedó de la comida en unos recipientes, los coloco en el refrigerador.

─ ¿Joven Jeon? ─ JungKook saltó levemente, conteniendo su grito y volteando rápidamente.

─ Señora Kim, dios, me asustó bastante. ─ El pelinegro puso una mano en su pecho, y la señora soltó una pequeña risa. ─ ¿Que hace despierta tan tarde?

─ No podía dormir, pero que hace usted haciendo eso, ya lo hago yo.

─ Nono, puedo hacerlo yo, incluso ya termino, no se moleste y vaya a descansar, por favor. ─ Dijo comprensivo, botando otras cosas y lavando finalmente sus manos. ─ Vió, ya terminé.

La señora Kim negó levemente.

─ Dios hijo, ese es mi trabajo.

─ Lo sé, pero ahora mismo usted debe descansar. ─ Le dijo, terminando de limpiar la mesa.

La señora Kim suspiro resignada y asintió, con una pequeña sonrisa cansada.

─ De acuerdo hijo, descansa. ─ JungKook alzó su mano y la movió en forma de despedida mientras la señora desaparecía entre los pasillos.

JungKook suspiro, tomando un vaso y sirviéndose agua, habían sido unos días agotadores, su pobre mente necesitaba un descanso.

No sabría cuánto, ¿un mes durmiendo? Eso sonaba bien.

─ Hola joven Jeon. ─ JungKook abrió sus ojos, volteando a ver a otro de los chicos de la servidumbre.

─ Hola MinJae. ─ Saludo JungKook, dejando el vaso a un lado y mirando al frente.

─ ¿Que haces despierto tan tarde? ─ Jeon se encogió de hombros, ni siquiera reclamándole por la falta de respeto.

─ No mucho, no podía dormir, pero igual ya me voy en un rato. Tu también deberías descansar. ─ MinJae asintió.

─ Es cierto, pero yo tampoco puedo dormir.

[ . . . ]

Lisa seguía abrazando sus piernas, mientras releía por tercera vez su antiguo diario. No entendía como fue que las cosas cambiaron mucho.

─ ¿Lalisa? ─ La pelinegra volteó a ver a su madre, quien estaba en el marco de la puerta, mirándola con el ceño fruncido. ─ ¿Que te pasa? Te estamos llamando desde hace diez minutos y tú nada.

Manoban suspiro, levantándose mientras tomaba la foto donde ella estaba de pequeña junto a Jeon.

─ Mamá, ese día. ─ Su madre la miro con confusión, y tuvo que especificar más. ─ El día del cierre del contrato con los Jeon, ¿por qué me dijiste que me separara de JungKook?

La mayor suspiro, acercándose a su hija.

─ Cariño, nosotros no debemos juntarnos con ellos, ellos son unos egoístas que no se molestaron en dejarnos en la quiebra, por su culpa estamos como estamos Lisa.

La pelinegra negó, apretando el marco de la foto.

─ No, estamos así porque ustedes pasan por encima de todo, ¡JungKook no tenía la culpa! Y mucho menos yo.

─ ¿Que está pasando aquí? ─ El padre de Lisa rápidamente entro a la habitación, había pasado tiempo y quería saber porque tardaban.

─ Tú, tú fuiste otro factor. ─ Su padre lo miro confundido, lo que le dió paso a seguir. ─ Tu odio por los Jeon no tenía que incluirme a mí, no basto con los golpes que recibí, si no también me compararon toda mi maldita niñez con el.

─ Baja ese tono jovencita.

─ ¡No! Nada de basta, yo tenía un mejor amigo, un amigo que me ayudaba cuando incluso cuando no lo pedía, y por tonta lo he perdido, he hecho su vida un infierno y lo lastime mucho. ─ La pelinegra estaba al borde de las lágrimas, recordaba todo lo que le había hecho a su antes mejor amigo y no podía creerlo.

─ Lalisa Manoban detente ahora mismo.

─ ¡No! Yo jamás quise su empresa, jamás quise manejarla y menos quería lastimar a mi amigo, me deje envenenar por sus palabras y lastime a muchas personas más por lastimar a Jeon, y ni siquiera pude pedirle perdón adecuadamente.

El sonido agudo de una cachetada se escuchó en la habitación, y Lisa sonrió con ironía.

─ Sí, esto ya no servirá, me iré y no me importa si me muero de hambre. ─ Finalmente Lisa tomo sus cosas y se dió media vuelta, yendo hacia fuera de su habitación.

─ ¿A dónde crees que vas?

─ A pedirle perdón como se debe a JungKook padre.

Lisa no lo pensó más y corrió escaleras abajo, tomando las llaves del auto de su padre y partiendo hacia la casa de los Jeon.

Había sido una tonta, la tarde en la que los señores Jeon negaron el contrato fue el peor día. Se la habían pasado discutiendo y ella solo escuchaba.

"Los Jeon son unos malparidos", "se va a arrepentir de esto", "que muertos de hambre".

Lisa no lo entendía, y entendió menos cuando le empezaron a decir que Jungkook no iba a ser su amigo, y que si la veían cerca de él no viviría para contarlo.

El temor que sintió la niña ese momento fue grande, alejándose de todos durante ese tiempo. Mientras sus padres seguían envenenando su mente.

Pronto, iniciaron las comparaciones.

Lisa jamás fue buena para los números, se le complicaban bastante, por eso, cuando vieron su libreta y vieron el cuadro de honor de Jungkook solo iniciaron los "¿por qué no eres como él? ¿cómo piensas manejar la empresa con esas notas? Si vienes con esas notas mejor no regreses a casa."

Su odio y envidia a Jeon fue incrementando, ¿por qué no podía ser como él? Si fuera él, tal vez sus padres la querrían, tal vez no le gritarían a cada rato ni la golpearían.

Si tan solo fuera...

La pelinegra no se dió cuenta de que estaba llorando hasta que una lágrima cayó en su mano.

Se quitó las lágrimas rápidamente, frenando el auto frente a a la propiedad de los Jeon.

Bajo del auto con nerviosismo, era tarde, muy tarde, y tal vez JungKook estaba durmiendo pero ella necesitaba quitarse un peso de encima.

Las luces estaban prendidas, cosa que la extraño, se acercó para tocar el timbre, sin embargo, la puerta se abrió antes de eso.

Sintió su corazón paralizarse por un momento, al ver a JungKook en una camilla, inconsciente y con sangre a su alrededor.

Cuando volteó en busca de explicaciones las encontró al ver a un chico pelinegro siendo golpeado por TaeHyung mientras otra chica que desconocía trataba de detenerlo.

Ahí su mente proceso todo.