- ¿Acaso temes de ella? Podemos vencerla todos juntos.- Le comente.

- No es eso, Elsa, sólo que..- Pero le interrumpí.

- Ya sé que ella te puede hacer daño por ser un espíritu. Pero todos estamos juntos, Frank. Nos cuidaremos la espalda. Sólo no...-

- Escuchame, Elsa.- Me interrumpió él.- Lo que pasa es...- Pero el silencio tomo lugar.

- Dime Frank ¿Qué pasa?.- Lo anime. Él soltó un pesado suspiro y cerro fuertemente sus ojos.

- Madeleine acabo con mi vida.- Contesto dejándome pasmada. - Ella es más inteligente que nosotros, no creo que la podamos vencer.- Finalizó para después alejarse.

Pobre Frank. Él también vive del temor de Madeleine, pero no debería alimentarse del miedo. Le haré entender que sí podemos vencerla.

Ahora sé que también, puede que Ryan fuera asesinado por esa bruja.

- Les propongo algo.- Dijo Jack llamando nuestra atención.- Hay que hacer una carrera, el que llegué al final del camino gana. ¿Quién esta?.- Todos dimos un paso al frente, menos Carl.

- Yo marcaré la salida.- Dijo Jack y me dedico una sonrisa. Yo le devolví la acción un poco sonrojada.

- En tres... Dos... Uno...- Todos empezamos a correr. Carl estaba solamente caminando, soltó un bufido.

- Que estupidez.- Comento él, mientras pateaba una piedra. Yo me empeñe en solamente correr. Esquivaba cada árbol, cuyas ramas a veces llegaban al suelo y sus hojas se desprendían.

Hiccup iba por la delantera, Jack casi le alcanzaba. Yo estaba en quinto lugar. Él último era Frank.

Mérida iba adelante de mí. Cuando logré rebasarla, note en su mirada felicidad. Algo que nunca se veía en el Orfanato.

Ryan, que al principio iba atrás, logró pasarme. Me miro y me saco la lengua en modo de burla. Yo imite la acción.

- ¡Pronto te pasaré!.- Le grite. Él sólo rió y siguió corriendo.

Mire atrás de mi hombro; Frank casí me alcanza. No dejare que me dejen al séptimo puesto, ya que también Mérida trataba de alcanzarme. Carl aún seguía en su caminata; con su semblante serio y frío.

Llegó el momento en que rebase a Eugene, él estaba en el cuarto puesto. Los rayos del sol nos baño, el cielo aún tenía sus pinceladas naranjas y tonos rosados.

Hiccup, Jack y Ryan se perdieron entre los árboles.

- ¡Gané!.- Se escucho el grito eufórico de Hiccup. Cuando los demás llegamos a ellos, encontramos un enorme templo. Me apoye sobre una gran roca, tratando de recuperar el aliento.

- No puede ser.- Dijo Frank pasmado, mientras sus ojos recorrían aquel templo.- Es el templo Érebo.-

El templo era muy grande, el musgo recorría en sus paredes de piedra. La entrada era de arco medio. Se veía a primera vista que es muy oscuro.

- Genial.- Comentó Eugene.

- ¡Al fin lo encontramos!.- Dijo un emocionado Ryan.

- ¡Asombroso!.- Exclamó Jack

- Vaya...- Apenas pudo hablar Carl.

- Woah.-

- ¡Me debes dos sodas!.- Todos miramos a Mérida, ella tenía los brazos cruzados mientras observaba a Hiccup.

- Hicimos una apuesta.- Explico ella.- Él dijo que si no existiá ese templo, yo le daría cinco barras de chocolate; en cambió yo aposte, por sí existía, dos sodas. Y me las debes Haddock.- Dijo orgullosa. Observábamos un poco cómica la escena.

- Y tú también me debes dos sodas.- Dijo ella apuntando a Carl.

- Yo jamás entre a esa maldita apuesta.- Contestó con enojo.

- Oh, claro que lo hiciste.- Replicó ella. - Desde que mencionaste que no creías en la existencia del templo.-

Carl sólo rodó los ojos.

- Vamos.- Comento Frank.- Tenemos que encontrar la fuente o pozo.- Todos entramos al templo, y a pesar de que ya estaba amaneciendo, el lugar estaba muy oscuro.

El templo además de oscuro, no se escuchaba sonido alguno. El eco de nuestras pisadas apenas era audible en los cimientos del templo.

- ¡No veo nada!.- Se quejo Ryan.

- Guarda silencio, Ryan.- Lo regaño Frank. - No sabemos sí este lugar es seguro.-

Cada vez, a cada pisada que dábamos, el templo se oscurecía más. Sentí que alguien tomaba mi mano.

- No tengas miedo, Elsa. Yo te protegeré.- Me susurro al oído la voz de Jack. Mis vellos se erizaron al sólo tacto de su mano con la mía.

- Gra...- Estaba por contestar pero el ruido de algo que estrello en el suelo nos interrumpió. Ahora el templo ya estaba muy, muy oscuro. Nada era perceptible a simple vista.

- ¿Qué demonios fue eso?.- Pregunto Mérida. Después se escucho el ruido de algunas piedras estrellándose contra sí.

El olor a humo inundo mis fosas nasales. Me sentía mareada. Sentí que Jack tomo más fuerte mi mano.

- ¡Tenemos que correr!.- Al decir esto. Siento que mis piernas no tienen fuerza y chocan contra el piso; ya no siento la mano de Jack. Me siento débil y sólo escucho pasos que se apaciguan poco a poco.

- ¿J-Jack?.- Susurró. Nada me contesta. Después escucho una tos proveniente de una voz familiar.

Logró ponerme de pie y me dirigí a aquella voz.

- ¿Carl?.- Pregunto.

- ¡No! Soy Pancracio.- Contestó una voz sarcástica. "Sí, sí es Carl"

Genial... los demás desaparecieron. Ahora ¿Qué hacemos?


.....-.-.


Y bueno... aquí esta el capítulo uwu Casi van a ser las 11 de la noche o.o ni tengo sueño ñe,, por mientras escribiré el siguiente capítulo uwu

Ahora me sentía con inspiración o.o wow ...

Pobre Elsa, la dejaron con Carl :v


=¿En dónde creen que estén los demás?

=¿Qué pasó en el templo?


Ajshahhs xD nos vemos pronto :3 !

Sombras de Luciérnagas    ✭☽ Jelsa ☾✭ (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora