El reflejo del espejo

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Agosto, 1981.

Habían pasado más de 9 meses desde que la familia Black-Yaxley había tenido contacto con el exterior.

Pues estaban cumpliendo con la regla de no salir para no poner en riesgo su seguridad y las de los demás.

Además, fue algo que realmente le sirvió a Elena, pues estaba cansada de la cruda vida del mundo exterior, y los primeros 5 meses descansó como no lo había hecho en mucho tiempo.

Quizás era depresión, no estaba segura.

Solo sabía que estaba orgullosa a morir de sus hijas, quienes cada vez controlaban más su cuerpo y desarrollaban su intelecto.

De no ser por ellas, se habría vuelto loca en el encierro meses atrás.

Mientras Sirius cuidaba a Jane, quien subía las escaleras para divertirse, Elena estaba sentada en el sillón, con Hermione en sus piernas, quien la ayudaba a elegir su vestido de novia.

Pues los últimos 4 meses los jóvenes padres habían comenzado a planear la boda que habían estado dejando en obra negra por tanto tiempo.

---No, ese no me convence--- le dijo a su hija negando con la cabeza, Hermione miró a su mamá y negó con la cabeza también, tomó la página del álbum de vestidos de novia y le dio la vuelta, señalándolo.

"ete" le propuso con una sonrisa.

---A menos que quieras que me vea como árbol de navidad--- bromeó riendo, y su hija no tardó en imitar a su mamá ---¿Qué tal nuestra pequeña Indiana Jones?--- le preguntó a Sirius cuando entró a la sala con Jane sentada en sus hombros.

---Bueno, creo que quería descubrir si volaba, porque estuvo a punto de aventarse de las escaleras. Pero no te preocupes, la alcancé del pie.

---Por Merlín... Prefiero reírme--- se quejó Elena.

Jane no tardó en comenzar a quejarse y lloriquear para que su papá la bajara de sus hombros, una vez que Sirius lo hizo, la infante corrió hacia su madre y se subió al sillón cuidando no caerse.

---Hola bebé--- la saludó dispuesta a abrazarla con su brazo libre, pero a Jane no le bastó con eso, así que al ver que la razón de que su madre no la abrazara con sus dos brazos era su hermana, la empujó con su mano para quitarla de las piernas de su madre ---¡Jane!--- exclamó.

---No lo puedo creer, ya habíamos hablado de esto. No es correcto que empujes a Hermione--- regañó a su hija.

---Según el libro de bebés, cuando están cerca de los dos años se vuelven más posesivos con la mamá, la quieren para ellos solitos. Claro que cuando son mellizos, esa conducta complica las cosas.

---¿Y por qué con el papá no?--- preguntó Sirius ofendido, tomando entre sus brazos a Hermione, quien lloraba por la grosería de su hermana.

---Quizás recuerdan de quien es la vagina por la que salieron--- soltó Elena con una sonrisa de lado, abrazando a Jane.

La puerta se abrió y Bennie entró a la casa con un paquete en mano, tras dejar su gorro en el perchero se acercó a los magos, extendiéndoles el paquete.

---Peter Pettigrew le entregó este paquete a Bennie para Elena y Sirius, Peter Pettigrew le dijo a Bennie que lo envía James Potter--- al escuchar el nombre de su amigo, Elena se levantó del sillón y Sirius tomó el sobre.

---Gracias Bennie--- agradeció Elena, bajando a Jane al igual que Sirius hizo con Hermione, quienes fueron corriendo atrás de Crockshanks, quien se acaba de despertar de su siesta.

Historia Mi felicidad y mi tristeza (Pt.2) (Continuación)Where stories live. Discover now