Historia Mi felicidad y mi tristeza (Pt.2) (Continuación)

Una nueva etapa

...

--¿Y qué vas a hacer?-- le preguntó Elena después de un rato de silencio por la sorpresa, aunque Andrómeda sólo se encogió de hombros sin tener idea alguna --No pretendo arruinar el momento ni la idea de un reencuentro perfecto, pero...

--Al principio pensé que sólo quería verme porque sabía que vendrías aquí, y de esa manera te tendría vigilada por cualquier cosa que Quien-tu-sabes le pidiera, me dije a mí misma que si pedía la ubicación de mi casa entonces sus malas intenciones estarían claras, tal parece que Cissy me conoce bien y determinó nuestro punto de encuentro en un parque muggle dentro de 9 días, así que no te proucupes por eso-- la interrumpió sabiendo lo que estaba a punto de decirle.

--Si quieres ir y sientes que es lo correcto, entonces hazlo, ya que sé que Narcissa verdaderamente nunca te dio la espalda por completo y al parecer no está actuando a favor de quien-tu-sabes, nada podría salir mal ¿No lo crees?-- la bruja nuevamente se encogió de hombros, limpiando con el pañuelo el resto de lágrimas en su rostro.

--No quiero exponer a Dora a que su tía le haga alguna grosería, y sería algo descortés que dejara a Ted aquí solo, contigo también, claro-- añadió cuando Elena la miró de manera indiscreta, ya que ella no estaba pintada en la pared --No sabemos qué tipo de trato hizo tu hermano, así que no saldré de esta casa hasta que sepa que te dejarán en paz, porque estás herida, no tienes varita y podrían superar a Ted en número.

--Entonces le preguntaré a Victoire cuando venga mañana, si es que viene. Andrómeda...-- colocó su mano sobre la de ella para atraer su atención --Sé que estás asustada o nerviosa, como quieras llamarlo pero no lo niegues-- la bruja formó una mueca, sin poder negar las acusaciones de Elena --Sólo tú conoces a tu hermana, así que sólo tú sabes si podría tener segundas intenciones o no, y es tu decisión si vas o te quedas. No te presiones, sólo haz lo que sientas correcto.

--La cena está lista-- anunció Ted cuando abrió la puerta, aliviándose al ver que su esposa se había tranquilizado y ya no estaba llorando --Es tu favorita-- le dijo mientras caminaba hasta ella, extendiendo su mano para que la tomara --¿Necesitas ayuda?-- le preguntó a Elena, quien hacía su mejor esfuerzo para pararse de la cama sin que le doliera tanto.

--Bah, estoy bien-- el mago asintió y los tres salieron del cuarto y fueron hasta la cocina, y mientras que ella esperaba una cena parecida al desayuno que Sirius le había hecho cuando fue a su casa, se confundió en extremo al ver que sólo se trataba de cereal con leche --¿Seguro que la cena ya está lista?.

--Por supuesto-- le respondió Andrómeda, quien tomaba asiento en la cabecera --No hay nada mejor que un poco de cereal para mantener el estómago lleno en la noche... Después de vivir con dos niños te terminas convirtiendo en uno-- Ted asintió, pero frunció el ceño confundido al rebobinar las palabras de su esposa.

--¿"Dos"? Pero sólo tenemos a Nymphadora-- Elena rio por lo bajo al ver que no había entendido que la bruja se refería a él.

--Tesoro, eres tan inocente-- repuso Andrómeda mientras acariciaba su cachete, haciendo su mejor esfuerzo para no reírse de su esposo --Elena, respecto a tu cuarto, te dejaríamos dormir en el de Dora y que ella durmiera con nosotros, pero no creo que puedas subir escaleras por un buen rato.

--Oh, claro que sí...

--Dije que no-- la interrumpió a manera de regaño --Esas cicatrices apenas fueron cerradas hoy, así que no subirás escaleras, ni cargarás objetos pesados, ni harás esfuerzos hasta que yo lo diga ¿Te quedó claro?.

--Sí capitana... Ya veo lo que tienes que soportar-- le susurró a Ted, quien rio por la reacción de su esposa, que tomó uno de los cereales en su tazón y se lo lanzó a la castaña como contraataque.