Venus Black

146 11 4
                                    

...

--Nos veremos pronto, Sev-- se despidió Elena una vez que su amigo la acompañó a la salida del colegio, abrazando al pelinegro.

--Ojalá que no-- él respondió, devolviéndole el abrazo --Cuídate, y por favor, no hagas nada estúpido sin antes consultarlo con alguien... más maduro que tú.

--Haré lo que pueda-- dijo sonriente, rompiendo su abrazo, entrelazando sus manos --Haz amigos ¿Quieres? No me agrada la idea de que estés aquí sin tener a nadie en quien confiar.

--¿Para qué quiero yo más amigos? Contigo es suficiente-- Elena sonrió por las palabras de su amigo, dando palmaditas en su mejilla mientras soltaba un "Awww" aunque sabía que no lo decía como halago.

--No me extrañes mucho-- dijo empezando a alejarse.

--Si insistes...-- respondió sin poder evitar reír, observando a su amiga alejarse.

Mientras Elena suspiraba después de un largo día, se sorprendió al ver a Sirius de brazos cruzados frente a ella, con el ceño fruncido.

--¿Qué hacías con Quejicus?-- preguntó serio --Creí que irías a hablar con tu fuente anónima.

La bruja abrió la boca para hablar, claro que de primera instancia iba a responderle que eso había hecho, pero entonces no sería muy difícil para Sirius vincular a Snape con su fuente secreta, y después se preguntaría por qué sabía tanto si ni siquiera estaba en la Orden.

Llegando así a la conclusión de que está en el bando contrario, y lo amenazaría con eso justo como Severus hacía con él acerca de su condición de animago.

--Pues... Yo...-- titubeó, no podía decidir si decirle que había hablado con su fuente anónima y después decidió visitar a Severus, o decirle que en realidad su fuente jamás se presentó.

--Oye, no soy tan celoso como piensas, si querías ir a hablar con cabello-grasiento debiste decirme, y no excusarte con tu fuente anónima. Sé que con él no hay riesgo alguno-- dijo de manera orgullosa, con una sonrisa de lado.

--Muy modesto de tu parte-- respondió Elena, tomando su mano, empezando a caminar hacia el pueblo --Vámonos ya, tenemos cosas que discutir.

--¿Debería preocuparme?-- preguntó nervioso, la castaña negó.

Llegaron nuevamente al pueblo mágico cerca del colegio, esta vez pidiendo permiso a Madame Rosmerta para usar su chimenea, usando los polvos flu para aparecerse en la casa de Lily y James.

En seguida llegaron, escucharon un grito de terror, y al salir de la chimenea, supieron que el grito provenía de Lily, quien había tirado las palomitas.

--¿Por qué todo está tan oscuro?-- preguntó Sirius, dirigiéndose a las cortinas para abrirlas.

--James, no me digas que estás viendo una película de terror y no me invitaste-- se quejó Elena, corriendo al sillón para sentarse en medio de ellos, recogiendo con ayuda de su varita las palomitas regadas por todo el sillón.

--¿Invitarte? Creí que después de entrar como acosadora a mí casa ya habíamos superado la etapa de "Invitación" - respondió su mejor amigo, enseñándole la foto que les había tomado en la mañana.

--¿Debemos de ser invitados?-- se cuestionó Sirius, quien no tenía problema alguno con andar por casas ajenas como si fueran de él, dirigiéndose al sillón para acostarse encima de ellos.

Y antes de que Lily pudiera responderle, fue interrumpida por el sonido de la cadena del baño siendo tirada, para que después por la puerta de este saliera Remus.

Historia Mi felicidad y mi tristeza (Pt.2) (Continuación)Where stories live. Discover now