Monsters In Disguise [Teen Wolf]

51. Frecuencias de alto calibre

51. Frecuencias de alto calibre

Fui a mis primeras clases del día. Si bien mi cabeza parecía estar en cualquier lado menos las asignaturas, hice mi mayor esfuerzo para prestar atención. No tenía que descuidar mi rendimiento escolar, especialmente si deseo graduarme con mis amigos y poder ir a una buena universidad. Sin embargo, a veces no es tan sencillo. Especialmente con problemas sobrenaturales rondando por tu cabeza.

Sin darme cuenta, me distraía y pensaba en la Bestia recordando la noche anterior... Aunque también intentaba pensar en algún plan. Scott había mencionado que habíamos que evitar que la Bestia recuerde quién es, por lo tanto, debíamos intentar llegar a la mente del adolescente. Descubrir quién era y evitar que se transforme... Sin embargo, decirlo era mucho más fácil que hacerlo.

El timbre de final de clase me asustó. Volví a la realidad. Enfoqué mis ojos en mi alrededor, observé cómo mis compañeros guardaban sus cosas y salían del aula. No compartía esa clase con nadie de mis amigos, por lo que nadie me esperó. El aula se vació, incluso el profesor partió.

Me quedé aún sentada en mi asiento por unos momentos. Tomé aire de forma excesiva y lo solté de la misma forma. Poco después, comencé a guardar mis útiles. No tenía apuro, pues tenía un breve período libre. Me tomé mi tiempo.

En cierto momento, sentí mi celular vibrar en mi bolsillo. Dejé lo que estaba haciendo y saqué el aparato. Me apareció un mensaje de un número desconocido en notificaciones. Fruncí levemente el ceño. Acepté el mensaje y leí el mismo.

Hola Sarah. Soy Mason, Liam me había pasado tu número hace un tiempo. Disculpa que te moleste, ¿pero tienes un momento libre? Si es así, ¿podrías venir a los vestidores? Gracias.

Anteriormente no tuve necesidad de hablar con el amigo de Liam, si bien nos ha ayudado en ciertas circunstancias como el plan de sacar a Lydia de Eichen, no había necesitado su contacto. Le respondí que iba hacia ahí y proseguí a agendar su contacto. No sabía su apellido por lo que coloqué su nombre y entre paréntesis "amigo de Liam".

Recogí mis cosas y fui hacia los vestidores. No parecía un mensaje alarmante, de que estuviera en peligro o algo similar. Tampoco entendía bien porqué me hablaba a mí, por lo que la curiosidad me invadió. He intercambiado pocas palabras con el joven, no le conozco demasiado, sólo lo poco que he vivido con él y lo que Liam me menciona de su amigo.

Sin problema alguno fui hacia los vestidores. Estaban vacíos, puesto que todos los del equipo de lacrosse estaban en clases teóricas. Se solían llenar ni bien terminaba el día académico, o cuando había algún partido. Pensé que estaba sola ahí y empecé a pensar que tal vez se trataba de alguna trampa. Me puse alerta y con las manos en alto, lista para atacar de ser necesario.

Estaba pensando en quién podría hacerme una trampa de esa forma, cuando de repente, una persona salió de entre uno de los pasillos de casilleros y se postró delante de mí. Me contuve mucho de no pegarle un puñetazo o sacar mi fuerza telepática.

Solté un grito — ¡Joder! ¡Casi te lanzo por los aires! —expresé liberando la tensión del momento.

Delante de mí, Mason alzó sus manos bien en alto. Sus ojos estaban muy abiertos, también por el susto — ¡Lo lamento! —indicó rápidamente—. No quise asustarte.

Tras unos segundos, ya me encontraba mejor. Me alegraba ver a Mason y que no se tratase de una trampa. Tomé aire — Lo siento por el susto... Yo ando algo tensa. —me disculpé, pues mi reacción había sido algo desproporcionada. Observé al chico—. ¿Necesitas mi ayuda en algo?

Mason apretó sus labios, como si estuviera avergonzado de pedir mi ayuda — Más bien en alguien. —se movió a un lado, dejándome ver quien se escondía entre los pasillos de los vestuarios. Sin embargo, no veía a nadie—. No te escondas. —mencionó Mason a la nada.