Monsters In Disguise [Teen Wolf]

24. Buscando al cachorro

24. Buscando al cachorro (Parte I)

Sentí unas manos que tocaban mis hombros y espalda. Parecían caricias, o al menos así las percibí al principio. Sin embargo, conforme volvía a la conciencia, noté que no eran caricias, sino más bien zarandeos. Alguien estaba intentando que rápidamente volviera a la realidad. Por un momento pensé en cuándo me había dormido, un dolor en mi cabeza me indicó que no había caído en los brazos de Morfeo debido al cansancio. Lentamente los recuerdos vinieron a mí.

Estaba en el instituto, yo vigilaba la puerta trasera que daba al campo de lacrosse. Estábamos ahí para proteger a Hayden de los Doctores del Pavor. De repente, dentro de todo el silencio, había oído sollozos... Y al acercarme, algo muy extraño ocurrió. Una niña, que habría jurado que tenía la misma ropa que yo llevaba el día que mi madre me encerró en el sótano, apareció y un charco de sangre me rodeó. Finalmente, entendí porqué me dolía la cabeza. Uno de los Doctores apareció y me propinó un golpe con su bastón en mi ojo. Seguramente me saldría marca.

Tras recordar lo ocurrido, a mi tiempo, abrí mis ojos. Definitivamente el izquierdo molestaba bastante, debido al golpe. Me costó un momento adecuarme a la luminosidad de la sala. Alguien había encendido las luces. Lo primero que vi fueron unos cabellos rojizos.

—¿Sarah? ¿Me escuchas? —su dulce voz resonó en mis oídos. Las manos de Lydia dejaron de mover mis hombros para ir hacia mis mejillas. Me alzó el rostro, queriendo acercarlo a ella—. Dios, espero que no tengas una contusión... —susurró para sí.

—Espero que no... —le respondí exasperando, soltando una suave risa que en realidad disimulaba mi dolor. Me fui incorporando del suelo con su ayuda. Al estar de pie, me di cuenta de que no había sangre en el suelo ni rastro del Doctor. Aún era de noche, podía ver el cielo estrellado tras el vidrio de la ventana—. ¿Qué... Qué ocurrió, Lyds?

Sus ojos claros me observaron. Noté la culpa y el resentimiento en sus gestos. Apretó sus labios y tras unos momentos, me respondió — Se llevaron a Liam y a Hayden.

Aunque una parte de mí ya lo sabía, escucharlo como afirmación por parte de Lydia se sintió peor. Sentí un gran peso instaurarse en la boca de mi estómago. Sentí mi respiración acelerándose, mi ansiedad apareciendo. No podía estar pasando eso. Intenté mantener la compostura, me relamí los labios. "No dejes que tus emociones te nublen el juicio." Me indiqué. Respiré hondo antes de abrir mi boca de nuevo.

—¿El resto?

—No sé dónde está Parrish. Mason, el amigo de Liam llegó y despertó a Scott. Él y Malia están en el bosque, intentando rastrear el aroma de Liam. —asentí a la información que me acababa de dar. Tenía sentido, que intentasen buscarle por su aroma. Quería convencerme de que no podía estar muy lejos. Aunque al no conocer demasiado a los Doctores y sus habilidades... Era imposible saber dónde irían, dónde les esconderían. O qué le harían.

Fruncí el ceño cuando capté ciertas palabras de la pelirroja — ¿Mason "despertó" a Scott? —cuestioné sin comprender. Lydia afirmó con un asentimiento de cabeza.

—Los Doctores... —apretó sus labios—. Se metieron en nuestra cabeza. No sé cómo... Pero si lograron ocultar recuerdos, no me sorprende que puedan meterse ahí y hacer un desorden. —ladeó su cabeza—. Yo vi a Tracy... Y ella me arrancaba la lengua. Sentía que me ahogaba. Era muy real... A todos nos inmovilizaron. Así se lograron llevarse a Liam y Hayden.

Justo cuando sentía que las circunstancias no podían ponerse más desesperanzadoras, la vida me golpeaba y se volvía más desafortunada. Aquél juego de la realidad-ficción, no saber qué es qué... Se me hacía conocido. Aún tenía pesadillas sobre el nogitsune, y pensar en esa época... En la desesperación que me daba tener que evaluar todo, cada mínimo detalle con tal de saber si era real o no... No podía volver a sufrir por eso. Simplemente no podía.