11. Nueva amenaza desbloqueada: Quimeras

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11. Nueva amenaza desbloqueada: Quimeras

—¿Estás bien? —cuestionó mi hermano una vez más

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—¿Estás bien? —cuestionó mi hermano una vez más.

Suspiré —Stiles, es la decimosexta vez en el día que me preguntas si estoy bien. —chequeé la hora de mi celular—. Y apenas son las ocho de la mañana.

Fue el turno de Stiles de suspirar, aunque se escuchó más como un bufido — Pues perdóname por preocuparme por ti, hermanita. —su tono era más duro que lo usual, lo cual me indicaba que él tampoco había tenido una buena noche. Además, el uso de "hermanita" demostraba que estaba un tanto enfadado.

Miré el instituto delante nuestra. A pesar de haber aparcado el Jeep, ninguno de los dos mostró signos de querer bajarse del mismo. Suspiré una vez más, un poco más cansada y resignada. Había sido dura sin razón aparente, y Stiles no tenía la culpa de que aquél sueño con las llamas me haya afectado.

Estiré la mano y toqué la suya, la cual estaba encima de la palanca de mano. La posicioné encima sin hacer demasiado peso — Lo lamento. —dije honestamente arrepentida. Últimamente con mi hermano teníamos bastantes tropezones, especialmente en lo que concierne a Theo, pero no quitaba el hecho de que aborrecía pelear con él.

Él asintió, aceptando la disculpa, aunque su mirada estaba fija en el instituto. Parecía un tanto perdido en sus pensamientos — Es que... —se relamió los labios, y apretó un poco su mandíbula—. Tu grito... Sonó como... —tomó aire, le estaba costando decir aquello que pensaba—. Sonó como cuando el nogistune nos torturaba.

Bajé la mirada y alejé la mano de la suya. Había intuido que sonó de tal forma, pues a los pocos segundos de haberme despertado gritando, Stiles estaba a mi lado con la respiración más agitada que haber corrido en una maratón. Papá no estaba en casa, se había quedado en la estación finalizando papeles respecto a lo ocurrido con Tracy. Así que nos tocó a ambos dejar de lado la ansiedad que sentíamos para ayudar a calmar al otro. Nos tomó un poco de tiempo, pero finalmente lo habíamos logrado.

—Sé que no quieres hablar de ello... —agregó, pues había insistido desde el suceso de que le contara lo que había visto—. Pero necesito que me digas... —pidió con la voz un tanto agrietada—. Necesito que me digas que no era él... El nogitsune.

Negué rápidamente con la cabeza — No, Stiles, para nada. —hablé con velocidad, para que se calmase y su ansiedad no aumentara. No se me había ocurrido que mi hermano estuviese ocultando aquél miedo, aunque debía haberlo previsto. El nogitsune nos afectó a ambos y nos sigue afectando desde las sombras, pero es un hecho que a Stiles le marcó mucho más—. No era él. Él ya no está, no nos puede hacer daño.

Hacía tiempo, los roles eran invertidos. Stiles era quien me consolaba cuando pensaba en el espíritu japonés y en todo lo que me había hecho, en cómo repercutió en mis habilidades. Sin embargo, ahora, me tocaba a mí calmar a mi hermano, consolarle tras todo el trauma y devolverle la tranquilidad.

Monsters In Disguise [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora