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Apaga su celular ante las insistentes llamadas de su manager, quien de seguro lo está llamando para que le dé una respuesta sobre si aceptará alguna de las colaboraciones que tiene en lista. No obstante, ahora mismo no tiene ganas de liderar con él y con lo que tenga que ver con la producción de música.

Suelta una risa irónica porque su antiguo yo habría aceptado todas las colaboraciones y habría estado produciendo como componiendo sin parar; después de todo, postuló a la empresa para ello, pero el presente es otro: uno gris y miserable, en donde lo único que hace es beber hasta perder el conocimiento, mientras se lamenta por todos los errores que cometió con SeokJin.

Siente que es su culpa. Siente que si el omega de aroma dulce sufrió tanto fue por su culpa porque si tan solo no hubiese propuesto la idea de una relación basada en el polimor, para estas alturas SeokJin y él estarían casados porque hubiesen sido solo los dos. Nadie más.

Y no solo fue aquella propuesta, fue su insistencia en que realmente podría funcionar una relación en base a siete hasta el punto en donde destrozó a SeokJin por tomar decisiones adelantadas.

También, se echa la culpa de que haya perdido al cachorro. Si hubiese actuado diferente, si no hubiera sido tan duro con SeokJin, en estos momentos, aquel cachorro estaría por cumplir un año de edad.

Sin embargo, nada de eso pasará. Su compañero de dormitorio se fue de sus vidas para no volver; lo sabe porque de lo contrario tendrían noticias suya cuando no es así. Cuando ya ha pasado un año y medio sin tener la mínima idea sobre qué ha sido de su vida, sobre si conoció a alguien más, se casó, tuvo una familia o continúa pensando en ellos.

A YoonGi le gustaría verlo, aunque sea a la distancia, con saber que está bien y está teniendo una mejor vida, le basta. Absolutamente, le basta.

Hay veces en que por su estado de embriaguez alucina con que SeokJin ingresa por la puerta. Unas veces ingresa junto a un alfa y le anuncia su matrimonio. Otras, ingresa con un vientre abultado y un niño agarrado de su mano. Pocas veces, ingresa solo, con los brazos extendidos y diciéndole cuánto los ha extrañado.

No importa cuál SeokJin sea. Al final son solo alucinaciones de un ebrio.

A pesar de que le han dicho sobre ir a un centro de rehabilitación para alcohólicos, YoonGi se niega. La razón simple como estúpida: no quiere estar bien porque considera que debe sufrir de algún modo y nada mejor, según él, que jodiendo a mil su salud con el alcohol. Por eso, no hay un día en el cual no beba.

Aunque, es consciente de que si continúa así, SiHyuk lo despedirá y probablemente no consiga trabajo porque podrá tener nombre, y prestigio como Suga, no obstante, una vez descubran el problema que tiene con el alcohol, lo echaran y quedará en la miseria, luego de que su dinero se acabe. Porque en algún momento todo ese dinero que ganó en BTS, se acabará.

De igual manera, no le importa; al menos eso le contesta a su hermano mayor cuando viene a visitarlo junto a su sobrino y le da uno de sus tantos sermones.

No obstante, no hay nada peor cuando la persona no quiere ser ayudada u auxiliada.

YoonGi ha decidido seguir este estilo de vida hasta fusionarse con el dolor de ya no tener al omega de anchos hombros consigo.

Va sumergirse en tristes posibles universos, en donde pudo hacer feliz a SeokJin. En donde, los siete pudieron ser felices. Juntos.

Eso hará hasta que no quede nada de él.

Destinados Antes de Nacer Más Allá © || Libro #3|| [BTSxJin] (Omegaverse)Where stories live. Discover now