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Golpea el saco de boxeo varias veces con una sincronización impresionante. Sus ojos marrones están fijos en la marca que dejan sus guantes y un gruñido se escapa de su garganta cuando su mente lo regresa a ese mar de recuerdos cuando practicaba aquel deporte con su mayor.

Irá, rabia, dolor y frustración se instalan en su ser, por lo que golpea con más fuerza el saco de boxeo con una rapidez la cual ocasiona que sus oídos zumben por el esfuerzo que ejerce y con un sonoro lloroso da un último golpe para sacarse los guantes, y lanzarlos hacia cualquier parte de su gimnasio.

Su cuerpo colapsa contra la colchoneta y limpia con amargura sus lágrimas porque se repite que no debe llorar, no debe ser sensible, pues todo ello lo hacen débil; y él no debe ser débil. No más.

Debe convertirse sí o sí en un alfa fuerte, capaz de cuidar y proteger. Para ello, debe suprimir sus emociones, ponerlas por debajo de todo y centrarse en lo que importa: los demás. No él.

Al menos eso es lo que piensa, luego de que SeokJin se fue aquella noche. Al menos eso aprendió tras el error de no haber sido lo suficientemente fuerte para apoyar a su ex pareja.

En vez de estar a su lado, ¿qué hizo? Se puso a llorar, asustado por las responsabilidades que vendrían con el cachorro y todo lo demás. Fue inmaduro, mucho; pensando en tonterías, en vez de pensar en SeokJin y su delicada condición.

Si hubiese sido fuerte, lo hubiese cuidado y protegido como se debe, y nada de lo qué pasó hubiera pasado. Ni los chicos y él sufrirán en silencio por ya año y medio.

Siempre le prometía al omega de aroma dulce que se convertiría en un alfa fuerte, no obstante, nunca hizo nada para cumplir aquella promesa. Ni bien tenía la oportunidad se ponía en un plan: soy el maknae del grupo, el menor de la manada, para excusarse de las responsabilidades como consecuencias.

Decía estar para SeokJin cuando la realidad era que este estaba para él. En vez de ser el alfa quien debía apoyar sentimentalmente a su pareja, esta terminaba apoyándolo a él, dejando sus sentimientos de lado y centrándose solo en los de JungKook.

Fue muy egoísta y acaparó demasiado tanto la atención como el amor de su mayor, por eso el desenlace de su historia de amor fue: una trágica; ni siquiera terminaron en adecuados términos porque si hubiese sido así, SeokJin no hubiera desaparecido por completo. No hubiese cortado toda comunicación con los chicos y él.

Así que, lo único que le queda a JungKook ahora es convertirse en un alfa fuerte para poder cuidar y proteger a su familia, al menos a los que lo apoyaron, y a los chicos, a quienes el antiguo JungKook hubiese culpado de todo y tendría el pensamiento que no toda la culpa recae en él. Sin embargo, ese JungKook ya no existe; ahora comprende que también tiene grado de culpa así como entiende la carga de arrepentimiento que está llevando consigo.

Ahora entiende todo el dolor y sufrimiento que SeokJin tuvo que cargar consigo durante todo el tiempo, el cual estuvieron los siete juntos. Sumado a los sacrificios que tuvo que hacer: todo por el bien de BTS y de los seis alfa. Todo por el amor que sentía por ellos.

Un amor el cual no supieron valorar. No supieron cuidar y proteger.

JungKook no supongo cuidar y proteger aquel amor del omega de aroma dulce.

Ahora, se se cuenta con perfección lo que implica crecer y ser un adulto.

Ahora, lo hace, es muy consciente de ello, y se arrepiente tanto porque haya sido después de que lo perdiera todo, pues SeokJin era todo para JungKook.

Su todo.

Destinados Antes de Nacer Más Allá © || Libro #3|| [BTSxJin] (Omegaverse)Where stories live. Discover now