34.♤

218 17 22
                                    

Advertencia: Este capítulo viene con contenido explícito, queda bajo su responsabilidad si desea leerlo. No aceptaré ningún comentario grosero ni ponzoñoso en contra de mi novela o de mi persona.












Dirijo mi vista hacia mi mano izquierda y de inmediato me percato que la tengo esposada a la barra de metal que esta pegada a la pared. Quizá no sentí el dolor de las esposas por la droga en mi sistema.

A lo lejos, o quizá a poca distancia, logro escuchar el familiar sonido de unos tacones de aguja. Giro mi rostro hacia el frente y me quedo observando hasta que ella aparece en la entrada del pequeño sector de baño en el que me han metido.

Aún recuerdo cuando ella dio la orden para que construyeran este sitio, dijo que era para alguna emergencia, pero yo sabía que era para lavarme en caso de que sangrara demasiado.

-Parece que decidiste venir por las malas...-viéndola ahora, me doy cuenta que nunca me tomé un momento para mirarla correctamente. Los años han dejado una marca en su frente y el odio le ha dejado pintado su rastro en la mirada.-espero no te aprieten tanto...-dice señalando las esposas con la cabeza. Sé que esta tratando de hacerme perder el control, pero algo en mi sistema me grita que no hay ningún sentimiento en particular hacia ella.-¿acaso te comió la lengua el gato?...-avanza unos pasos hasta quedar más cerca y se hinca frente a mí. Por debajo de la maldad y del odio, esta mujer en su juventud fue una mujer hermosa.-¿no me has escuchado?...-sin que lo vea venir, clava su mano en mi cuello y comienza a estrujarlo lentamente. Me ha cerrado la garganta y me ha sujetado las muñecas para impedirme defenderme.-habla, maldita basura...-me impulso ligeramente con los pies en un débil intento por soltarme de su agarre, pero es inútil. Necesito mis manos para quitarla.
-Quizá es la droga la que le impide hacerlo, señora...-ella posa la mirada en Louis, quien no se ha ido de mi lado desde que abrí los ojos.
-¿Ah sí?...-ella quita la mano de mi cuello y lo único que escapa de mi boca cuando el aire entra en mi cuerpo es un gemido poco audible.-quizá deba quitarle esa droga a la fuerza para hacerlo hablar...-mi cerebro me grita la sospecha que tiene acerca de lo que viene, pero no puedo moverme para impedirlo.

Ella se levanta lentamente del suelo y avanza hacia la salida del "baño". Aprovecho esta oportunidad para posar la mirada en mi mano esposada; le envío la orden de que se mueva aunque sea un poco, pero lo único que logro es un ligero movimiento de dedos.

Cuando escucho sus pasos, poso la mirada en la entrada a la espera de que aparezca. Mi corazón da un salto cuando veo el cuchillo que trae en la mano. Ya me imaginaba que este sería el castigo, pero no puedo evitar sentir miedo mientras se acerca hacia mí.

Cuando se hinca nuevamente frente a mí y comienza a quitar los botones de mi camisa, me doy cuenta que ahora hay algo más a lo que le temo. Ya no le temo a la tortura o al abuso, a las doce o a Hope. Ahora le temo a algo más grande que ellas, algo que conforme pasa el tiempo se agota poco a poco.

Le....
         Temo....
                        Al....
                                 Tiempo.....

Creía que llegaría a las canas, a las arrugas y a la poca flexibilidad de mi cuerpo, pero solamente llegaré al año próximo e incluso puede que solo a seis meses más. Mi tiempo se agota y entre más se agota, más me doy cuenta de la necesidad que siento hacia todo lo que no puedo hacer.

Me estoy muriendo. Muero un poco cada día y ahora, estando esposado a una barra metálica mientras un cuchillo con la punta hirviendo viene directamente hacia mi estómago, me doy cuenta que estoy muriendo por aprovechar el tiempo con los que amo. Estoy muriendo por salir de aquí.

-Por favor...-digo en un susurro cuando se acerca un poco hacia mí. Su mirada se clava en mis ojos y por un instante creo que todo dentro de ella esta batallando.
-Quizá deba cambiar de sitio...-veo como levanta el cuchillo hasta que queda frente a mi pecho. Bajo la mirada hacia la punta del cuchillo y un gemido escapa de mis labios ante la impotencia que siento por no poder hacer nada.
-Hope...-le suplico a media voz. Toma el mango del cuchillo con más firmeza y comienza a escribir con la punta sobre mi piel.

Cierro los puños con toda la fuerza que tengo cuando el dolor comienza a ser cada vez más insoportable. Siento que mis órganos van a estallar en cualquier momento por el esfuerzo que hago para intentar moverme.

Siento el ardor en mi piel por lo caliente de la cuchilla. Cuando clavo la mirada en ella, siento una punzada en la columna ante la forma en la que se ve concentrada y mueve su mano, es como si estuviera pintando un lienzo y no marcando la piel de alguien.

Con gran dificultad, bajo la mirada hacia el sitio que esta siento masacrado y puedo ver cuando ella saca el cuchillo. Creía que solo metía la punta, pero parece que metió un poco más la navaja puesto que puedo ver como líneas de sangre pintan mi piel conforme bajan hasta perderse en mi pantalón.

-Una vez, mientras agonizabas por el dolor, te pregunté si alguna vez habría una posibilidad entre nosotros...-cierro los ojos con fuerza y giro mi cabeza cuando el dolor me es terriblemente insoportable. No sé que palabra esta escribiendo ahora mismo, pero estoy seguro de que es una obscenidad.-me miraste de forma singular...-acuesto la cabeza en la pared detrás de mí y dejo escapar un gemido cuando saca el cuchillo de nuevo. Me esta marcando como ganado.-me diste esperanza de una posibilidad juntos...-abro los ojos y levanto la mirada hacia la figura que se mantiene de pie a unos pasos de distancia. Cuando se da cuenta que lo estoy mirando, gira su rostro y cierra los ojos con fuerza.

Mi cuerpo entero, que parece haber olvidado que esta drogado, salta cuando ella introduce más a fondo el cuchillo justo arriba de donde se ubica mi corazón. El efecto de la droga parece haberse evaporado porque siento como algo hirviendo desciende sobre mi piel hasta mi abdomen. "Sangre".

-No existe posibilidad alguna de que eso suceda...-cierro los ojos cuando saca el cuchillo de mi piel. Podría jurar que ha terminado de rayarme.
-¿Quieres ver mi obra de arte, Gabriel?...-dice poniéndose de pie con una sonrisa radiante en sus labios. He recuperado la sensibilidad, pero siento que mi cuerpo aún esta en otra dimensión.

Cuando ella sale del sitio, Louis se acerca unos pasos hacia mí y se hinca a mi lado. Nuestros ojos hacen contacto visual y en ellos puedo ver asco, el miedo y la rabia por lo que ha presenciado.

-¿Que te he hecho?...-dice en un susurro mientras su mirada mira la palabra escrita en mi pecho. Los pasos de Hope suenan nuevamente y él se levanta del suelo lentamente, sin despegar su mirada de la mía.

Ella se acerca, con un espejo en sus manos y la emoción pintada en su rostro. Mi sangre corre con rapidez por mis venas y mi cabeza gira en todas direcciones ante las mil ideas de lo que escribió en mi piel.

Cuando ella se hinca en una pierna y coloca el espejo frente a mí, todo mi sistema se detiene. Leo la palabra una y otra vez mientras mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas.

Cierro los ojos y dejo escapar un gemido ahogado. En mi mente, en el silencio que hay ahí, envío una oración al cielo: "Por favor....Haz que este cáncer me mate....Por favor....Llévame ya."

Condena Prometida. ♧ [Completa]Where stories live. Discover now