8.♧

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Me alegró que el día pasara rápido, quizá se debió a que pasé con la cabeza distraída por el trabajo o quizá a que recordaba a mujer de anoche y la extraña sensación que me dejó haberla hecho mía en el suelo de mi habitación mientras la veía como a Valeria, no sé con exactitud que me hizo perder tanto tiempo, pero lo agradezco. Lo más importante de todo es que cuando finalmente llegó la hora, no pude hacer otra cosa más que celebrar internamente lo que estaba por hacer.

La extraña sensación de querer hundirla ha estado creciendo en mi interior desde hace mucho tiempo y hoy tengo la oportunidad de verla caer de rodillas frente a mí. ¿Podría algo salir mal? Diría que no. Pero algo me grita que mis planes se verán truncados.

Lo único fastidioso de todo esto es que la cena será en la mansión Stoker. No he ido ahí en años y honestamente creo que esa casa no desea que toque su suelo. ¿Y porque querría una cosa así? Solo soy un pedazo de carne sucio.

-Gabriel...-Samuel entra con brusquedad a mi oficina y cierra la puerta con seguro. Por la forma en la que viene pareciera que ha visto a un muerto.-¿sabías de esto?...-dice mientras levanta lo que parece ser un documento.
-¿Que es?...-tira el sobre amarillo frente a mí y por su expresión puedo entender qué desea que lo abra.

Justo ahora debía traer un maldito documento, a minutos de que me vaya a la cena con los inversionistas y Valeria. La misma Valeria que me condenó y de la que deseo vengarme. Algún día lo mataré por aparecer en los momentos menos oportunos.

Abro el sobre y tiro el contenido sobre la mesa. Mi instinto se pone alerta en cuanto veo que lo que hay sobre el vidrio son fotografías y no documentos. Pero lo que más me ha puesto alerta es quienes aparecen en ellas. Valeria y....¡Mierda!

-¿Sabías que él había vuelto?...-su voz resuena más fuerte que el millón de voces que suenan en mi cabeza.
-Desearía que no lo hubiera hecho jamás...-arrastro lentamente una fotografía hacia mí y la observo con atención. Bastardo. Hijo de puta. Sabía que volvería tarde o temprano.
-¿Que harás ahora?...-alzo la cabeza lentamente hacia él y le regalo una sonrisa. No me explicaba porque ella había tenido la idea de comprar una parte de la empresa de mi padre, pero ahora encontré la respuesta.
-Empieza el juego...-digo antes de levantarme de mi silla. Dos pueden jugar sucio y yo fui quien creo el juego.

Avanzo hacia la salida, con la adrenalina recorriendo mi sistema y mi cerebro trazando un plan que tenga un resultado favorable. Necesito una reunión familiar con los únicos dos miembros a los que les tengo confianza y de los que estoy seguro me brindarán ayuda.

Escribo el mensaje que va dirigido a los dos y lo envío una vez se cierran las puertas del ascensor. Tengo muy claro lo peligroso que es involucrar a Julieta en esto, pero necesito ayuda y ella puede dármela.

Cuando llegamos al primer piso de la empresa, me llega el mensaje con la respuesta de ambos. No les he dicho el motivo exacto de la reunión, pero cuando les diga no dudarán en ayudarme. Después de todo, no es un desconocido a quien enfrentamos.

-¿Estás seguro de esto, Gabriel?...-dice Samuel cuando se sienta a mi lado en el asiento trasero. Nunca dudo de mis decisiones, pero de esto vengo dudando desde ayer.
-¿Porque habría de dudar?...-mi pregunta sale completamente neutral, a pesar de que no estoy del todo seguro de mi plan ni de mi intención.
-Cuando se trata de ella no piensas con la cabeza, tu verga piensa por ti en su lugar y eso hace que hagas idioteces...-no esta del todo equivocado. Giro mi rostro hacia él en cuanto recuerdo lo que quería decirle.
-¿Puedes decirme porque mierda has enviando a una doble de Valeria a mi habitación para que me la coja?...-todo rastro de preocupación por la cena se evapora de su rostro y es sustituido por un débil intento de inocencia.
-Vamos amigo, sabes que necesitabas meterla en algún lado y ella era la mejor opción para ello...-le doy una mirada de muerte antes de enfocar mi atención en el exterior. Si quisiera coger con alguien, yo mismo llamaría a quien fuera para hacerlo.-Gabriel...-emito un sonido con la garganta en respuesta y casi siento el nudo en su garganta por lo que me quiere decir.-¿temes que tu...que...-duda tanto de lo que quiere decir que casi temo por ello.-que Hope te haga algo hoy?...-todo en mi sistema se detiene de golpe mientras mi cabeza analiza la respuesta a esa pregunta. Nadie jamás me había preguntado algo así.

Giro mi rostro lentamente hacia él mientras la poca luz de las linternas que rodean la calle alumbran el auto. Este hombre no sabe nada, pero me hace creer que lo sabe todo y que entiende como me siento.

-Temer por lo que ella me haga es algo que hago todos los días...-digo con toda la honestidad de la que soy capaz. Nunca había visto esa expresión en el rostro de Samuel.-al cielo se llega cuando hay arrepentimiento real por los pecados cometidos, pero...-suelto un pesado suspiro y casi creo que he soltado una roca que tenía en el pecho.-me han encadenado a un lugar lleno de cosas de las cuales no tengo oportunidad de arrepentirme porque se repiten constantemente...-millones de imágenes vienen a mi cabeza de todas esas cosas de las cuales jamás podré escapar.-quiero tocar el cielo una vez más antes de que culmine este cuento de terror...-una sonrisa sin humor escapa de mis labios antes de volver a posar la vista en el exterior. Aprieto con furia el asiento cuando el dolor en mi estómago se hace más insoportable y así evitar hacer algún sonido que levante sospechas.

Estoy por tocar el lugar de mi calvario y la ansiedad provoca que el dolor se vuelva más fuerte. ¡Maldita sea! Sabía que esto pasaría, pero no creí que no podría resistirlo.

Condena Prometida. ♧ [Completa]Where stories live. Discover now