15.♧

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No sé que demonios debería hacer ahora o que debería decir para desvíar su atención de esa pregunta. Aunque si soy honesto, es culpa mía que ella llegara a esa conclusión.

He deseado desesperadamente que ella recuerde todo y sin darme cuenta le he dicho que falta una pieza en su cabeza. Toda esta situación me la he ganado yo por mi insistencia de querer que ella vuelva.

Después de unos segundos en completo silencio, coloco una mano sobre las suyas y la obligo a quitar el candado que tiene en mi torso para alejarme unos pasos de ella. Ella no está lista para que yo le diga la verdad. O quizá sea yo quien no esta listo para verla derrumbarse por la verdad.

-¿Cómo podría saber eso?...-fingir que no es verdad es mi mejor especialidad. Giro en mi sitio y clavo la mirada en ella.-creo que has olvidado qué te conocí hace tres años, no sé que sucedió antes de eso...-una risa exasperada brota de su garganta ante mis palabras. Desearía que se tragara la mentira y dejará de preguntar.
-¿Ah sí?...-ríe con tanta rabia que casi creo que le explotara la cabeza. Se acerca a la silla en la que estaba sentada hace unos segundos y toma su bolso (el cual no sabía que traía) para sacar algo.-entonces...-saca un documento de su bolso y lo alza en alto para que yo lo mire. No sé que se supone que debo entender con esto.-¿PORQUE TU NOMBRE ESTA ESCRITO EN MI DOCUMENTO DE INFORMACIÓN, GABRIEL?...-dice antes de lanzar con fuerza el documento al suelo frente a mí. Debo mantener la calma o sacaré el gato de la bolsa aquí mismo.
-No sé de qué demonios estás...-ella avanza rápidamente hacia mí y me toma del saco para interrumpir mis palabras.
-¡DEJA DE MENTIR!...-me grita con frustración mientras lágrimas rabiosas salen de sus ojos. No puedo despegar los ojos de los suyos.-la única cosa buena que mi madre hizo por mí fue darme mi archivo de información, archivo que Samuel y tú intentaron ocultar de mí, pero lo hicieron muy tarde...-me suelta el saco y se aleja unos pasos de mí. No sé que se supone que debo decir o hacer, si ella lo vio, estoy hundido.-estuviste en el juicio por el asesinato de mi padre...-eso me saca un poco de lugar. Gira en su sitio y clava los ojos directamente en los míos.
-Sí...-digo sin entender muy bien que sucede aquí. Sé supone que en ese archivo diría que...No es posible.
-¿Por qué lo ocultaste? No era algo que debías ocultar, Gabriel...-ahora el que esta frustrado y confundido soy yo. Me agacho rápidamente y tomo el documento del suelo.-¿qué haces?...-pregunta confundida. Las hojas no muestran nada. No hay registro de nada, solo que estuve presente en el juicio y nada más.
-El hecho es que no fui a ese juicio por ser culpable, sino porque...-alzo la cabeza con furia, pero se evapora en cuanto veo su mirada necesitada.
-Continúa...-me levanto lentamente, con el documento en la mano y el enojo por mi cobardía inundando mis venas.
-Porque estuve ahí el día que asesinaron a tu padre...-ya que estamos en estas, no voy a detenerme ahora. Suelto un suspiro frustrado antes de continuar.-ese día recibí una llamada, era él...-trago una roca de saliva ante el continuar.-tu padre...-todo su cuerpo se tensa y su mirada está atenta a todos mis movimientos.-él me pidió que fuera a cenar al restaurante con él, quería hacer una cena de celebración y me indicó la hora exacta, pero lamentablemente no pude llegar porque estaba un poco atareado de trabajo...-por sus mejillas corren lágrimas cargadas de confusión, pero su mirada sigue atenta en mí.-cuando llegué media hora tarde, ya el sitio estaba cerrado pero extrañamente la puerta de entrada estaba abierta y eso me permitió entrar...-coloca una mano sobre su estómago y finalmente baja la mirada al suelo. Estoy emitiendo cuanto puedo, pero me cuesta mucho.-el sitio estaba vacío y tu padre no estaba por ningún lado, por lo que avancé hacia la puerta de la cocina, ya que escuché ruidos fuertes en el sitio, así que creí que era él...-mi cabeza traza la línea de mis pasos en ese momento, mi ansiedad y mis ganas de salir de ese lugar.-cuando llegué me asomé por la pequeña ventana...-acordarme de eso me hiela la sangre a tal grado que siento las costillas como un cubo de hielo.-ahí pude ver que algunos hombres habían entrado por la puerta trasera del restaurante y estaban haciendo un desastre...-ella alza su rostro, que ahora esta mojado por las lágrimas y clava sus ojos directamente en los míos.-luego pasó lo que ya sabes...-no puedo seguir diciéndole más, eso solo la destruiría y la confundirá aún más.
-Perdóname Gabriel...-dice casi sin aliento. Cubre su boca con una mano en cuanto un gemido audible escapa de ella.-lo siento mucho...-ella cae de rodilla al suelo y quita la mano de su boca para dejar salir esos gemidos cargados de dolor.

¿Cómo se supone que deba sentir odio hacia ella cuando se ha quebrado frente a mí por decirle la verdad? Así no funciona el juego del odio. Ni tampoco el millón de cosas que se debe hacer cuando no se quiere a una persona cerca.

Trago una roca de saliva cuando coloca su otra mano sobre su pecho y crea un candado de manos encima de su corazón. Si su padre viera esta escena en este momento, me hubiera obligado a consolarla.

Tomo valor de mis huevos y me acerco a ella lentamente. No tengo muy claro lo que haré, pero al parecer mi cuerpo sí porque se mueve sólo y me obliga a hincarme sobre una rodilla frente a ella.

Esto era precisamente lo que quería evitar hace mucho tiempo, esto y todo lo demás que sucedería si ella se diera cuenta de toda la verdad. La envuelvo con mis brazos con la suficiente fuerza para que recupere la tranquilidad que le ha quitado esta revelación.

Cuando sus manos se aferran con fuerza a mi saco y su frente pega contra mi hombro, siento que algo en mi interior sale disparado hacia el olvido. Había esperado tanto tiempo por su disculpa, por decirle que se equivocaba y que lo había visto no era real, anhelaba que me creyera y ahora finalmente lo está haciendo, finalmente esta viendo la verdad.

Condena Prometida. ♧ [Completa]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu