6.♧

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En cuanto mis pies tocaron el suelo de mi hogar, en cuanto mi cuerpo sintió la familiaridad del refugio que cree hace mucho tiempo atrás, en cuanto mi cabeza volvió a su sitio después de haber pasado un largo rato en blanco, me desmorone en el suelo. Quise obligar a mi garganta a emitir un ruido, un gemido o un maldito gruñido, pero nada sucedió.

Lo único que veo frente a mí es el frío suelo, pero mi mirada se nubla debido a las lágrimas que empiezan a arremolinarse en mis ojos. Soy un maldito pedazo de mierda...Una mancha sobre la tierra...Un asesino...Un bastardo. ¡Maldición! Mi único pecado ha sido nacer y ni siquiera fue mi decisión.

-Soy un hijo de puta...-mi voz salió tan clara que casi dudé que fuera mía. Bajo la mirada lentamente hacia mis manos y la imagen de ellas sujetando el cuerpo desnudo de esa mujer vienen a mi cabeza como ola.-yo...yo...yo no...yo no quise...¡ME CAGO EN LA PUTA!...-golpeo el suelo con fuerza varias veces hasta que me duelen los puños ante el recuerdo de hace tan solo tres horas atrás.-soy un maldito esclavo de mierda...-mis nudillos están rojos, mis palmas están temblando y mi ropa huele a su maldito perfume.

Se supone que ya soy un maldito hombre adulto, profesional y con un camino establecido. ¿Por qué todavía me usa para saciar sus deseos? ¿Por qué me atemoriza de esa forma y me obliga a hacer lo que ella desea? ¿Por qué solo a mí me toca este suplicio?

En medio de mi derramamiento de lágrimas, frente a mí aparecen unos zapatos que no conozco y nunca había visto. Alzo la cabeza lentamente, aunque sé que la persona me verá en medio de lágrimas y sin aliento.

Por breves instantes creí ver a mi madre, la mujer que me abandonó hace tanto tiempo atrás, pero en cuanto se agachó frente a mí, me di cuenta de quien era. Acerco mi mano lentamente a su rostro y lo acaricio con delicadeza para asegurarme de que sí sea ella.

-Ha pasado un tiempo...-digo antes de tragar una roca de saliva. Sus ojos están cristalizados y desde aquí puedo sentir el temor recorriendo su cuerpo.-Julieta...-una pequeña sonrisa cargada de tristeza se dibuja en sus labios antes de abrazarme por el cuello.  ¡Cristo! Siento tanta paz en sus brazos que no puedo evitar llorar más.
-Sigo esperando a que me digas todo lo que me ocultas...-niego lentamente con la cabeza sin despegarme ni un poco de ella. Necesito seguir abrazado a ella un rato más.-Gabriel...-es esto precisamente lo que evité por tantos años, pero creo que ahora que ambos somos adultos ella puede saberlo.
-Estoy tan hundido en el infierno en el que ella me metió...-empiezo a decir mientras siento como se me cae a pedazos lo poco que queda de mi espíritu.-estoy sucio hasta la médula y ella solo agrega más tiempo a mi condena...-quizá mi condena no es ver a Valeria lejos de mí. Quizá mi condena es sentir toda la mierda inmoral y antinatural que hice durante años.
-No comprendo a que te refieres, Gabriel...-dice con frustración. Me alejo un poco para mirar los tiernos ojos de mi hermana.
-Yo...-trago pesado para que el peso de las palabras que vienen a mi garganta disminuya, pero es inútil. No puedo decirle esto.-estoy cansado...-me levanto del suelo lentamente y le extiendo una mano para que ella haga lo mismo. Casi puedo sentir el asco y la repulsión en ella si yo le digo sobre mi pasado. 
-Ve a descansar, estaré aquí cuando despiertes...-la tarde ni siquiera ha surcado el cielo, pero mi cuerpo parece sentir que la noche ha llegado porque estoy agotado.-oye...-giro mi rostro ligeramente para que ella continúe con sus palabras.-tengo la certeza de que algún día me dirás todo lo que me ocultas...-puede que ese día no sea yo quien le diga todo.

Sin responderle nada, continuo subiendo las escaleras con el único objetivo de acostarme e intentar dormir un poco. Necesito que mi cabeza olvide la mierda que ha sucedido ahí abajo con mi hermana.

Me enferma haber tenido un ataque frente a ella, solo demuestra lo roto y lleno de cicatrices que estoy. Paso junto a la puerta cerrada de la habitación en la que se estaba quedando Valeria y simplemente ignoro la necesidad de meterme ahí para tratar de sentir ese aura que dejó atrás.

-Maldita sea...-digo con fastidio. Verla hoy en la reunión, ignorarla y tratar de no sentir nada hacia ella fue la mierda más dolorosa que he sentido en toda mi vida.

Avanzo hacia mi habitación y abro la puerta, pero no logro dar ni dos pasos porque una criatura bastante parecida a Valeria está acostada sobre mi cama. ¿Que mierda sucede aquí y porque se parece tanto a ella?

-Gabriel...-su voz es áspera y vacía. En lo único en lo que se parece a Valeria es en la forma de su cuerpo y en el cabello, pero su rostro es diferente y su aura no me agrada en lo absoluto.
-¿Quién es usted y porqué está en mi cama sin mi consentimiento?...-ella se levanta rápidamente de mi cama y se hinca a su lado, sin dejar de mirarme. Eso sí que ha sido extraño.-hice una pregunta y espero una respuesta...-digo con más severidad. Creo que no he sido lo suficientemente claro.
-Me llamo Eda y he venido para servirle, amo...-dice con tono seguro. No entiendo que demonios sucede aquí.
-Yo no pedí que me sirva...-me perturba la forma en la que se me queda viendo.
-Samuel dijo que usted necesitaba a alguien que no lo quisiera tocar y créame que soy la indicada para ello...-entrelazo los brazos y ladeo ligeramente la cabeza con bastante humor. Estoy seguro que va a cesar y querrá tocarme.
-¿Se cree capaz de resistir la tentación de tocarme?...-pregunto con una ceja levantada. Ninguna chica lo hace.
-Muy segura...-asiento lentamente con la cabeza antes de empezar a quitarme toda la ropa. Ya veremos si podrá resistirlo.

Ella observa cada uno de mis movimientos e incluso las prendas que caen al suelo, los observa con tanto detenimiento que casi parece estudiar cada uno de ellos. Que extraño es esto.

-Acérquese...-le digo con voz firme a lo que ella responde haciendo lo que he pedido. Estoy completamente desnudo frente a ella y por más deseo que siente, no parece querer tocar nada.-¿acaso espera la orden?...-le pregunto cuando la veo mirándome a los ojos. Que fastidio.-chúpelo...‐ella baja la vista hacia mi miembro que está frente a sus ojos y lo toma con delicadeza con ambas manos.

Que fastidiosa mujer es esta que tiene tanta similitud con la mujer que amo. Sé que después de esto mataré a Samuel por hijo de puta, pero a la vez estoy agradecido ya que esto es lo más cerca que estaré de estar con Valeria nuevamente.

Cierro los ojos e imagino que a quién tengo mamandome la polla es a ella. Sus suaves manos rodeando la base mientas su lengua baila en la punta me pone terriblemente caliente y estoy seguro de que no resistiré más tiempo sin estar adentro suyo.

Sujeto su cabello con una mano, sin abrir los ojos para evitar que se rompa el hechizo y lo jalo hacia atrás para que aleje su boca de mí. La extraña no emite ningún sonido y eso es una buena señal porque demuestra la sumisión que necesito.

-Gabriel...-su voz excitada casi parece la de Valeria. Abro los ojos con el deseo palpitandome en todo lado y me hinco frente a ella.
-Estira las manos...-mi cabeza ahora solo ve a Valeria, a mi Valeria frente a mí. Sin embargo, sé que no lo es y una parte de mí debe evitar que ella me toque.-necesito penetrarte o explotaré...-tomo la corbata que llevaba puesta y amarro sus muñecas con fuerza para evitar que se suelte.-Valeria...-digo mientras la acuesto con delicadeza sobre el suelo. Ella me mira a los ojos y algo en ellos me grita que me ama, que todo ese malentendido se ha borrado de su cabeza y que ella sabe de mi inocencia.-yo no lo maté, Vale...-introduzco un dedo en su interior para comprobar si está dilatada y lista para recibirme.-dime que me crees...-le pido en un susurro cargado de necesidad. Ella arquea la espalda y provoca que meta mi dedo nuevamente en su interior. Esta más que lista para mí.
-Te creo...-dice en un gemido. Eso es suficiente para mí.

Tomo sus muñecas y las sostengo arriba de su cabeza para introducir mi miembro en su interior. Ella vuelve a arquear su espalda y yo entro más profundo en su interior. No siento la misma excitación que sentía con Valeria ni siquiera el mismo deseo por seguir hasta reventar, pero por ahora me conformo con esta mujer.

Condena Prometida. ♧ [Completa]Where stories live. Discover now