7.♧

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Mientras bebía mi café de la mañana, bajo la mirada protectora de nana, mi celular me indicó que había entrado un nuevo correo. Para mi desgracia y dicha, era una invitación a una cena con todos los compradores de las partes vendidas de la compañía de mi padre.

Sin embargo, una parte de mí, la más débil e ingenua, grita que no es justo ir a ese sitio con Valeria, pero la parte hija de puta me dice que le arruine la noche y que goce de ello hasta lo último. Como siempre, escuché a mi lado hijo de puta.

Coloco un cigarrillo entre mis labios y lo enciendo mientras trazo el plan para arruinar la noche de Valeria Rowell, cuando mi hermana entra a la estancia con la cobija todavía pegada a su cuerpo. Tiro el cigarro al suelo y lo aplasto mientras muevo mi mano en el aire para que se vaya el humo que he soltado.

-¿Se quemó algo?...-dice mientras se rasca los ojos. Le doy una mirada de advertencia a mi nana y luego clavo la mirada en mi hermana.
-Mis nervios por verte en ese estado...-digo casi inaudible, a lo que ella responde mirándome con bastante humor y finalmente niega con la cabeza mientras avanza hasta el banco a mi lado.
-Tus chistes van cada vez peor, Stoker...-sujeto su cuello por detrás con una mano y la atraigo hacia mí para plantar un delicado beso sobre su mejilla.
-¿Cómo amaneces?...-ella me regala una sonrisa más extensa y es entonces cuando me doy cuenta que no se ha dado cuenta del cigarrillo.
-Muy bien o al menos así era hasta que olí tu cigarro...-levanta una ceja y entrelaza sus brazos sobre su pecho. Me descubrió.
-Me disculparía, pero mi aliento huele a humo y no quiero perturbar a tu linda nariz...-digo antes de levantarme del banco y ponerme a caminar hacia la salida.-debo trabajar...-digo antes de salir del lugar. Me he escapado apenas del regaño magistral que me esperaba por mi nuevo hábito.

Tomo mi abrigo y mi portafolio de la mesa junto a la puerta de mi estudio y avanzo hacia el ascensor. Sin embargo, no logro dar muchos pasos porque mi hermana me envuelve con sus brazos cubiertos por la cobija y me detiene en mi sitio.

-Oye cabrón...-dice en tono muy suave. Sé que lo soy, pero no comprendo porque lo soy ahora.-te hundes en un vicio que puede adueñarse de tu vida, sin detenerte a pensar en las personas a las que dejarás atrás...-todo rastro de buen humor que estaba teniendo se evapora rápidamente de mi sistema.
-Sabes que no soy alguien sentimental, por lo cual debes saber que me vale una mierda a quienes deje aquí si me voy...-ella camina un poco hasta quedar frente a mí. Esa expresión de tristeza es insoportable.
-Mientes...-sí, estoy mintiendo. No deseo irme sin ser recordado por las personas que me conocen bien.-sólo lo dices porque estás enojado con la perra Rowell...-aprieto la mandíbula con fuerza ante ese término utilizado en ella.-lo siento lo siento, quise decir: el ángel Rowell...-dice poniendo los ojos en blanco. Detesta con locura a Valeria por todo y yo no me he esforzado por cambiar su pensamiento.
-Tú eres un ángel, ella solo es un demonio vestido como uno...-digo antes de acercarme a ella para envolverla con mis brazos. Eso ni siquiera yo me lo creo.
-Vete ya o llegarás tarde...-dice en un susurro en mi oído. Desearía quedarme hoy en mi casa con ella, pero tengo mucho en lista y una de las cosas importantes del día es la cena con Valeria.
-Soy el dueño de la empresa, niña tonta...-me pellizca la cadera y me hace casi que correr hacia el ascensor. A veces actúa como niña.-¿cuánto te quedarás?...-pregunto de espaldas mientras aguardo a que el ascensor abra las puertas.
-Tiempo indefinido...-todo mi cuerpo se tensa de golpe ante su respuesta. Una mezcla de emoción, terror, felicidad y miedo invade mi torrente sanguíneo ante esa respuesta.
-¿Estás segura de esto?...-pregunto aún sin mirarla. No me agrada la idea de qué se quede aquí.
-No puedo esconderme más...-aprieto los puños con fuerza por la rabia que me invade. Vivir como marginada, esconderse como rata y ser echada de la casa como una puta.-y tampoco te dejaré seguir echando tu reputación por la borda como llevas haciendo por años...-dejo salir un suspiro frustrado antes de medio girar mi rostro. No hago esto porque quiera.

El aire en medio de ambos se ha vuelto pesado, tan lleno de palabras que no se dicen y sentimientos que no se expresan que casi se siente como una piedra enorme sobre mi espalda. Desearía que todo fuera diferente.

-Te lo dije hace mucho tiempo atrás y te lo diré otra vez...-giro mi cuerpo ligeramente para mirarla a los ojos.-haré todo lo que esté a mi alcance para hacer que ella me recuerde, sin importar cuan hundido quede yo...-ella me mira con rabia y posiblemente admiración. Nunca he sido de rendirme tan rápido.-saqué la terquedad de papá, el genio de mamá y la perseverancia tuya, así que no te quejes y acepta que me patearan el trasero unas cuantas veces más...-rueda los ojos y niega con la cabeza. Le he dado al blanco.
-Si ella te rompe el corazón otra vez, yo le romperé la cara...-eso me arranca una sonrisa. En respuesta sólo asiento con la cabeza antes de retroceder para quedar adentro del ascensor.
-Te veo luego, niña tonta...-ella me regala una tierna sonrisa antes de mover sus labios para decirme algo sin emitir ni un sonido. Su "Hasta luego, cabrón" ha hecho que una sonrisa de idiota se dibuje en mis labios.

Incluso sus palabras mudas logran hacerme sentir lleno de...¿Felicidad? ¿Emoción? No lo sé. No sé con exactitud qué es, pero me hace creer que quizá me equivoqué completamente al pensar que estaría condenado de por vida. Quizá sólo fue una idea estúpida por haber visto a Valeria irse nuevamente de mi lado.

Condena Prometida. ♧ [Completa]Where stories live. Discover now