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Lust estaba frente al espejo, retocando su maquillaje con una expresión seria. Su ropa era más formal que normalmente pero a la vez más tapada, cubriendo su cuerpo y esperando que también cubriese su dolor. Al otro lado de la habitación, sentado en la cama, estaba Horror. Este tenía los ojos rojizos del llanto, pero intentaba ocultarlo por su orgullo. Echaba de menos esas noches, después de su lujuria, en donde los dos se abrazaban hasta quedar dormidos, echaba de menos las comidas juntos. Echaba de menos a su omega, pero los dos sabían que no lo recuperaría completamente nunca más.

Lust: Ya tienes el papel de salida?- Comentó serio, quería llorarle, gritarle, pero debía mantenerse firme-

Horror: Si, esta en tu mesita de noche- Dijo en el mismo tono, quería llorarle, suplicarle, pero debía mantenerse serio-

Lust dejó el tocador para dirigirse a la mesita, eso lo acercó lo suficiente para ver las ojeras y los ojos rojos de su amante. Quería regocijarse de ello, reírse en su cara del dolor que sentía en estos momentos, pero no podía. Su dolor se sentía vacío, porque eso no arreglaba el pasado, no le devolvía a su hijo. Retuvo unas lagrimas, debía seguir adelante, de alguna manera.

Lust: Te pedí más de un papel- Dijo viendo que solo estaba el firmado- ¿Y el resto?

Horror: A-aquí- Le extendió un puñado de papeles, iguales al otro pero sin ninguna tinta encima- ¿Porque los necesitas?

Lust: Quiero tener algunos encima, esperar a que imprimas uno por uno es contraproducente- Su tono era frio como los polos, uno que quemaba el corazón del alfa-

Horror: Entiendo...

Y sin más Lust cruzó la puerta yéndose de la habitación. Horror se quedó ahí, dejando que por fin las lagrimas cayesen por su rostro. Echaba tanto de menos el pasado, donde el solo recibía las caricias y motes cariñosos de su dulce omega ¿Tan mal lo había hecho, tanto la había cagado?

...

Lust: Ya tengo lo que querías

Lust le entregó a Killer uno de los papeles vacíos. Killer los tomó entre sus manos, la primera parte de su plan estaba hecha, ahora solo le hacía falta que su alfa los firmase. Estaba harto de esa situación, de sentirse encerrado, de sentirse inútil. Había estad tantos años al servicio de alguien que simplemente no se acostumbraba a no tener algo que hacer, una obligación. Deseaba una con todas sus fuerzas, aunque fuese como omega, y si nadie le daba una el mismo la buscaría.

Killer: Gracias, en serio muchas gracias Lust- Intentaba no apretar las hojas para no arrugarlas-

Lust: ¿En serio es necesario esto?- El me miró con pena, como un cachorro el cual abandonaba-

Killer: Lust, sabes que he estado pensando esto desde el principio, y lo llevo planeado desde que estoy en el hospital- El asintió, como diciendo que me entendía. Aún así, se sentía mal al dejarlo en ese lugar- Ya te lo he dicho ¿Por que no te vienes conmigo?

Lust: Es peligroso- Miró hacia arriba, como si estuviese melancólico-

Killer: Sabes que, por muy bruto o feroz que sea Horror, no se atrevería nunca a hacerte daño

Lust: No para mi- Killer lo miró alzando la ceja- Si no para mi niño.

Killer: Claro- Se quedó unos momentos frunciendo el ceño, como regañándose a si mismo- Joder, como no lo he pensado.

Lust: No puedo irme sin la ubicación de mi hijo, si no, los dos seríamos devueltos a casa a través de amenazas- Lo miró de nuevo a el-

Killer: Entonces, cuando tengas su ubicación, ven a buscarme- Le sonrió y este le devolvió el gesto-

Lust: No lo dudes, compañero, estoy seguro de que ahí afuera te ira bien.

Killer: Ahora solo falta lo siguiente.

...

Cross: ¿¡Estas loco!?- Desde su despacho gritó por impulso al escuchar la loca propuesta de su compañero-

Killer: Es lo mínimo que puedes hacer por mi después de todo- Cruzado de brazos estaba al otro lado del escritorio. Por suerte no podía oler las feromonas de otros alfas al estar marcado, por que si no sus fosas nasales serían inundadas por un amargo aroma-

Después de hablar con Lust y conseguir el papel, solo le quedaba que lo firmaran para que los guardias le dejasen salir. El omega mascota podía salir con la firma de cualquiera de los trabajadores, por si el dueño no tenía algún inconveniente o no se encontraba. Pero Nightmare había dado claras ordenes de que no podía salir sin su permiso, y era obvio que lo hacía porque no quería que fuese al exterior, ni al jardín antes. Pero tenía un plan, el problema es que no podía hacerlo solo.

Cross: No te debo nada- Chasqueó sus dientes ¿Cómo iba a dejar que el chico se fuese al exterior con lo peligroso que era? Más sin dinero, sin ayuda y siendo omega. Se imaginaba su futuro y le parecía horrible- 

Killer: Me quitaste mi trabajo.

Cross: Te crees que lo quiero?- Lo odiaba, Nightmare demasiado exigente y quisquilloso, involuntariamente e indiscretamente siempre le decía lo mejor que era Killer en el trabajo-

Killer: Me pegaste un tiro en el hombro.

Cross: Eras nuevo, debía dejarte las cosas claras- Obviaba el hecho de que fue por la mención de su ex-

Killer: Cross- Lo mirle fijamente a los ojos. Cross intentaba evitar la mirada, esos ojos eran demasiado traicioneros- Por favor.

Cross: Killer, no puedo, sabes lo que te espera ahí fuera-Señaló la ventana- Incluso la policía te puede volver a buscar.

Killer: Antes era un pardillo, y aún creyéndome beta, era débil ¿Lo recueras cierto? Cuando llegué aquí- Me señalé a mi mismo con el pulgar y alcé el pecho- Pero ahora soy fuerte, estoy entrenado y aún siendo omega encubierto he pateado más traseros que los que tu verás en tu vida.

Cross: ¿Auch?

Killer: No soy tan idiota, me llevaré un pasaporte falso y armamento- Lo miré de nuevo, lo estaba convenciendo- Lo he estado preparando en mi cabeza muchas veces, confía en mi.

Cross: ...Mierda- Suspiró rendido- Como hago que firme esto.

Killer sonrió intentando aguantar sus lagrimas de felicidad, estaba hecho, sería libre. Por impulso se subió al escritorio y se abalanzó sobre el alfa en un abrazo, hacía tiempo que no abrazaba a alguien más grande que el.

Cross: ¡Ya, ya, lo entiendo, estás muy feliz!- Le dio palmaditas en la espalda, asustado por el repentino acto-

Killer: Solo déjalo en medio de una pila de documentos cualquiera que tenga que firmar, nunca se fija en que esta firmando.

Killer de nuevo lo abrazó, dejando en sus manos el papel de permiso. Ahora solo debía esperar a que le diese su ahora tesoro y despedirse de una persona más.


Un simple omegaWhere stories live. Discover now