Señor Bruce [Version original]

Pelea

Eran las ocho y cuarto, la clase había empezado.

La puerta del salón se abrió dejando ver a Eris quien traía el rostro como si hubiese peleado con un cocodrilo. El maestro de Historia continuó escribiendo en la pizarra y sin voltear si quiera le dijo:

-Tarde.

Recibió una mirada asesina por respuesta.

Se acomodó ruidosamente en su lugar, definitivamente no estaba de humor.

-No me canso de elogiar su preciosa letra, señor Bruce- comentó risueña la joven Belinda.

-Gracias. Belinda, por décima vez- respondió Bruce indiferente.

-No puedo evitarlo, es admirable-continuó exasperando a todos.

-He hecho cosas horrendas para merecer esto, pero definitivamente prefiero ir a prisión antes que seguirla soportando.

-¿Algún comentario que aporte a la clase?- preguntó el profesor sentándose en el escritorio y fijando sus ojos en la alumna que tenía al frente.

Al no recibir respuesta continuó:

- Esto quizás no tiene nada que ver con Química, pero ya que hoy conmemoramos el día del nacimiento de un personaje histórico bastante famoso me gustaría tocar el tema al respecto ¿Alguien puede decirme algún detalle que recuerde de Adolfo Hitler?

-Ocasionó la muerte de miles de judíos en Alemania.- comentó alguien.

-Bien ¿qué más?

-Se suicidó durante la Segunda Guerra Mundial para no ser capturado con vida- agregó Lucía mientras mordía su labio inferior mirando fijamente al maestro.

-Bien... ¿alguien más? ¿Eris?

-Paso

-¿Eris?

-Paso

-¿Eris?- se notaba que el señor Bruce no aceptaba un no por respuesta.

-Fue un hombre.

-¡Excelente! ¿Qué más?

Eris giró los ojos y continuó:

-Fue un hombre, nació, se traumó, creció, asesinó muchas personas y luego se suicidó.

-Wow, excelente forma de describir a tu padre, Eris. - Frank era un chico nuevo, y este comentario habría causado gracia en cualquier otro de sus clases, pero Eris no era exactamente el tipo de chica con la cual podría hacer chistes y salir airoso.

-Vuelve a repetirlo, Frank- fue la lenta respuesta de la joven quien se había girado roja de ira. Nadie se reía y Frank se dio cuenta demasiado tarde de que su chiste fue hecho en base de la persona equivocada.