LA CHICA DEL TEATRO [Javon Walton]

CAPÍTULO 4

             《CAPÍTULO EDITADO》

Atlanta, Georgia

Me desperté por el sonido de mi alarma, era muy temprano y el día estaba perfecto para salir a correr antes de iniciar con mi entrenamiento.

Me levante de la cama, me dirigí a mi closet para tomar un par de short y una camiseta. Me miré al espejo e hice una cara de desaprobación mientras peinaba un poco mi cabello. Aún no podía acostumbrarme a tenerlo de esa forma, ya que prácticamente toda mi vida había tenido el pelo corto, tenía una ventaja y es que me veía aún más atractivo.

—Lamento interrumpir tu pequeña sesión de maquillaje, pero tenemos que irnos ahora.—la voz de mi hermana mayor se hizo presente en mi habitación.

—Solo estaba peinando un poco esta mierda.-señale mi cabello con disgusto.

—Como digas.—ella río—Vamos.

Deje mi celular en la pequeña mesa de estar, me puse mi reloj el cual me ayudaba a ver mi ritmo cardíaco y escuchaba música.

—¿Jaden no irá?.—pregunte saliendo de casa.

—El ya está en el gimnasio, tiene clase hoy.

Yo solo asentí, comenzando a correr.

—¿Estás nervioso por las grabaciones?.—preguntó Jayla con voz agitada.

—Solo un poco.—respondí.

—¿Sabes quienes serán nuestros compañeros de trabajo?.

—Lo único que se, es que la mayoría son chicas.

Mi hermana me miro con esa cara que siempre me hace cuando sabe que estoy nervioso.

—Jayla sea lo que sea que estés pensando. Déjalo.—dije negando con la cabeza.

—Wanna yo no dije una sola palabra.—ella se río.

Mierda.

—Pero lo pensaste.

—Pero no lo dije.—ella me miró divertida.

Yo solo le sonrei negando, volvimos a casa mi madre estaba en la cocina con Daelo, quien estaba a minutos de ir a la escuela.

—Buenos días.—salude a mi madre dándole un beso en la frente.—¿Que hay Daelo?, ¿listo para la escuela?.

—Más que listo, hoy es mi entrenamiento de béisbol.

—Suerte.—choque mi mano con la de él.

Salí de la cocina, y me dirigí al gimnasio que está en nuestro sótano, ahí ya se encontraba Jayla y Jaden, realizando su respectiva rutina.

—¿No tenias clase hoy?.—pregunte a Jaden mientras lo saludaba.

—Si tengo, de hecho estaba por irme a bañar.—mi hermano alzó el brazo para que viera el sudor en su playera color gris.

—Que asco Jaden, ve a darte el baño lo necesitas urgente.—dijo Jayla.

Mi hermano solo reía.

—Por cierto cookie, los cristales que me diste me ayudarán a pasar este examen que hare.—Jaden comentó.

—Claro que si te funcionarán hermano, te lo ha dado el mago de Jayla.—señale a mi hermana quien me miraba enojada.

—No soy un mago.

—Intentas ser uno, admitelo.

—Lo dice el chico que tiene sus cristales por tamaños y colores en su habitación.