CAPÍTULO 33

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            《CAPÍTULO EDITADO 》

Me levanté al sentir algo pesado sobre mi estómago, al observar aún con los ojos entre abiertos, pude darme cuenta de quien se trataba.

—Por dios Bex.—hable mientras le quitaba su pierna de mi estómago.

Ella se movió.

—Lo siento.—hablo entre sueños.

Yo negue la cabeza divertida levantándome de la cama con cuidado de no despertarlos, por un momento sentí envidia al verlos tan cómodos. Fui al armario en busca de unos jeans color negro, acompañado de una camisa color gris de manga larga. Salí de la habitación encontrándome con mi madre, Diane y ¿Jayla?.

—Hola.—salude.

—Hola.—se acerco ella dándome un abrazo—. Podemos hablar.—pidió.

—Claro.—accedí llevándola a la cocina—. ¿Te ofrezco algo de tomar?.

—Un café estaría perfecto.—me dio una sonrisa.

Me acerque a la cafetera la cual se encuentra bastante cerca de mí.

—¿De que querías hablar?.—pregunte aún continuando con lo que hacía.

—Sobre lo que ocurrió anoche.

Yo la observe poniéndole toda mi atención.

—Mira.—comenzó diciendo—. Javon...

—¿Le sucedió algo?.—pregunté preocupada.

—El esta bien.—habló–. De hecho el quería venir personalmente a disculparse contigo, pero mamá lo tiene ocupado, un pequeño castigo.—susurró lo último.

Yo continúe escuchando.

—El queria que tu supieras lo antes posible, que no fue el quien dijo todas aquellas estupideces.—confesó—. Conozco a mi hermano y el sería incapaz de hablar así y mucho menos si se trata de ti.

—Yo lo sabía, sabía que el no había dicho eso.

—¿De verdad?, creímos que...

—Estaba asustada, preocupada y enfadada conmigo misma por no haber hecho nada para detenerlos.—confesé.

—Lo entiendo, pero tranquila.

Le di su café, y ella le dio un sorbo poniendo una cara de felicidad.

—¿Te gustó?.—pregunte observándola.

—Demasiado.—respondió, mirando su celular—. Debo irme, o llegaremos tarde al trabajo.

—Tienes razón, nos vemos más tarde.

La acompañe a la salida y en cuanto ella se fue cerré la puerta.

—La pomada está en mi maleta, dasela a Javon le ayudará.—dijo mi madre.

Yo asentí, alejándome de ella en busca de aquella pomada la cual ayudaba para que los golpes desinflamaran.

Mi madre sabía lo que había sucedido.

—Vamos chicas que hoy tenemos un día bastante ocupado.—informó Diane.

Regresé a tomar el poco café que quedaba en mi taza. Para después irnos a las camionetas, no sin antes despedirme de mis dos amigos los cuales seguían durmiendo.

Llegamos al camper, y espere a que la chica de maquillaje llegara ya que esta vez mi personaje tendría que usar maquillaje.

—Por dios, mi cara está muy demacrada.—hable mirándome al espejo.

LA CHICA DEL TEATRO [Javon Walton]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ