CAPÍTULO 34

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              《CAPÍTULO EDITADO》

WANNA:

Estaba tan metido en mis pensamientos, mirando por la ventana  la ciudad, estábamos yendo de regreso al hotel las grabaciones habían sido muy agobiantes para todos. Y lo único que quería era llegar a dormir sin ninguna preocupación.

—¿No te darás un baño?.—pregunto Mamá.

—Estoy muy cansado.—me deje caer en el sofá, dando un suspiro largo.

Mi hermano pequeño, Daelo se acercó a mi para saludarme.

—Wanna, te quiero en verdad. Pero creo que si necesitas un baño y urgente.—hable el riendo.

—¡Oh vamos!, no creo que.—olí mi camiseta—. Agh, ahora vuelvo.—estaba muy sudado y mi olor no ayudaba mucho.

Me levanté del sofá, para ir a la habitación y buscar ropa limpia y cómoda. Entre al baño prendí la pequeña bocina color azul de Jayla poniendo mi playlist, pero antes de encender la bañera sali del baño.

—Mamá.—llamé—. ¿Saldrás con papá ahora?.

Ella pensó por un instante.

—Si, debo comprar unas cosas para mañana. ¿Necesitas algo?.

Yo asentí.

—Podrías pasar por aquella florería que esta a unas cuadras y traer mi pedido.—pedí con una sonrisa.

Mi madre sonrío.

—Por supuesto.

Yo le di las gracias, volviendo a lo que momento antes estaba.

Me sentia un poco estresado, mas de lo habitual asi que tome una pastilla de olor de esas que Jayla utiliza cuando esta muy estresada, y vaya que me funcionó. Una vez más mi maga de confianza no me defraudada, salí del baño me miré al espejo llevaba una camiseta gris, acompañado de unos short negros.

—Mierda.—susurré al ver la hora, evidentemente era tarde.

Salí de la habitación dirigiéndome a la mesa, donde mamá había dejado lo que había pedido. Salí con el ramo en las manos, acercándome a su habitación que estaba a sólo un pasillo de distancia.

Toque la puerta, y para mi sorpresa Jerry estaba parado justo delante de mi.

—Oh hola.—salude con la cabeza.

—Hola.

Trate de mirar detrás de él pero su cuerpo lo impedía.

—Ella fue a la cama.—respondió—. ¿Quieres que la llame?.

—No, debe estar cansada hoy estuvimos muy agotados.—me rasque la nuca nervioso—. Puedo dejarte esto, para ella.—señale el ramo.

—Claro.

—Espero no te moleste.—se lo entregue.

—Mientras no la lastimes, no tendría por qué molestarme.—confesó.

—Aprovechando que te veo, quería disculparme contigo por lo que paso esa noche en la fiesta.

—Tranquilo, ella ya me contó todo.—comentó—. Disculpa por actuar así, es solo que ella es mi mejor amiga y...

—Lo entiendo, también hubiera reaccionado así.

La conversación siguió, y por primera vez desde que el llegó había tenido una conversación divertida, clara y sin rencor.

—Bien pues, debo irme.—avise.

—Le diré a ella que estuviste aquí.

—Gracias hermano.

LA CHICA DEL TEATRO [Javon Walton]Where stories live. Discover now