LA CHICA DEL TEATRO [Javon Walton]

CAPÍTULO 7

            《CAPÍTULO EDITADO》

Atlanta, Georgia

—Oh vamos hermano te divertirás.—hablaba Jaden por quinta vez.

—No me apetece salir a fiestas.—respondí—Y lo saben.—señale a mis hermanos.

—Solo vamos una hora y si te aburres te traigo a casa.—habló Jayla.

—Además el viernes nos iremos, por algunos meses.—recordó Jaden—Toma esta fiesta como despedida.

Lo pensé por un momento, quiero decir el tenía razón no había nada de malo el divertirme antes de ir a trabajar, tambien mis hermanos me habían estado preguntando toda la semana. Al parecer esa fiesta era muy esperada por ellos, así que al final dije.

—Bien vamos.—me levante de mi cama, tomando mi sudadera.

Los tres salimos de mi habitación, estábamos apunto de llegar a la puerta cuando la voz de mi madre se escuchó.

—Hey, hey no tan rápido jovencitos.

Volteamos a verla.

—Primero que nada, por favor Cookie conduce con cuidado, segundo sin tomar una sola gota de alcohol ustedes.—señaló a Jaden y claramente a mí—Aún no tienen edad para beber.

—Tranquila madre, yo los cuidaré. —habló Jayla.

—Diviértanse.—dijo mamá con una sonrisa.

Salimos de casa, subimos al auto de Jayla que para mi suerte me tocó sentarme en el lado del copiloto.

—¿Qué clase de fiesta es?.—pregunté.

—Es el cumpleaños de un amigo mío.—contestó Jaden.

—Las fiestas de ese chico, siempre han sido las más esperadas.—comentó Jayla.

—¿Porqué?.

—El ambiente es bueno, hay demasiada comida, alcohol, piscina.—dijo Jayla.

—Y por eso es muy importante.—dije confuso mirando hacia la ventana.

Ya era de noche cosa que me encantaba, el ver las estrellas y las luces de la ciudad.

—Eres un aburrido Wanna.

—No lo soy, es solo que no veo eso tan interesante.

—Aburrido.—soltó Jaden con burla.

Yo le aventé mi sudadera en la cara y el me la lanzó de nuevo.

—Basta chicos.—pidió Jayla.

Los dos alzamos nuestras manos en forma de rendirnos.

Pasaron alrededor de 10 minutos, cuando Jayla ya había estacionado el auto. Habían chicos por todos lados, la música ya se escuchaba en mis oídos.

—¡Hey que hay hermano!.—saludo el amigo de Jaden.

—¿Que pasa?, ¿llegamos tarde?.—dijo Jaden después de que se dieran un pequeño abrazo.

—Para nada, apenas está iniciando lo mejor, vamos.

Lo seguimos hasta llegar a la parte trasera de la casa, donde se encontraba la piscina, habían varios chicos dentro.

—Tomen lo que quieran.—el chico señaló la mesa de comida y la de bebidas.

—Gracias hermano.—hablé.

El chico tuvo que ir a ver una cosa, sinceramente no le tome importancia.