LA CHICA DEL TEATRO [Javon Walton]

CAPÍTULO 19

《CAPÍTULO EDITADO》

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La desesperación de salir corriendo de la habitación era sumamente fuerte, estaba acorralada por mi prima quien había llegado.

—Y es por eso que estoy aqui.—habló ella.

¿Y tenia que ser precisamente hoy?

—Mierda tengo que irme.—exclame viendo la hora en mi celular.

Estaba yendo una hora tarde, ¿como rayos paso una hora?

Javon iba a odiarme.

No creo que el lo haga, pero estaría de acuerdo con el si lo estaba.

—¿A dónde vas con tanta prisa prima?.

—Solo saldré, ya sabes.

—¿Y a donde?.

Yo volteé a ver a mi madre quien estaba sentada junto a Diane, a quien también le di una mirada para que me ayudarán, ellas captaron rápidamente lo que estaba tratando de decir.

—Irá por la cena.—habló mi madre.

—Exacto, cada noche nos turnamos para ir por la cena y está vez le toca a ___.

Yo asentí siguiendo la conversación.

—Exactamente.

—Oh, pues puedo acompañarte no tengo problema.

Pero yo sí.

—Porqué mejor no te quedas con nosotras linda, veremos películas.—intervino mi madre

Madds dudo por unos minutos, pero al final acepto. Les di una mirada de agradecimiento a ambas, ellas ya sabían perfectamente lo que estaba pasando y hacia donde me iba a dirigir.

—Perfecto, yo ahora vuelvo.—dije yo saliendo de la habitación.

Corrí lo más rápido que mis piernas podían, llegué a la recepción y comencé a buscar a Javon pero para mi mala suerte el ya no estaba. Me acerque a la recepción.

—Hola.

—Oh hola.—la señorita me dio una sonrisa.

—Disculpa, no has visto a un chico por aquí.—casi me echo a reír por mi comentario tan ilógico.—Quiero decir el se apellida Walton, quizás lo viste por aquí.

—Claro el joven Walton sí, el estuvo por aquí.

—¿Estuvo mucho tiempo esperando?.

—Uhm... Si casi una hora.

—Mierda.—susurré para mí.

—De hecho el me pidió que te diera esto.

Ella se alejo un poco y al volver tenia un ramo de tulipanes.

—¿El?.

Ella asintió y me lo entregó.

—Son tan lindas.

—Aquí entre nosotras el se veía realmente nervioso al no saber cual elegir así que le ayude un poco.

—No puedo creerlo, me siento terrible, ¿el se veía molesto?

—No creo que él se haya molestado, más bien parecía preocupado.

Me senti aún peor, decidí volver a la habitación no sin antes darle las gracias a quien ahora sabía que su nombre era Nora. Al entrar olvidé el pequeño asunto de mi prima.

—Vaya que lindas son.—dijo muy madre.

Yo sonreí nerviosa.

—Gracias.