LA CHICA DEL TEATRO [Javon Walton]

CAPÍTULO 2. T2

Recomiendo leer con Sia - Angel by the Wings

WANNA:

Regrese a Atlanta con muchas preguntas, y de las cuales nadie podia responderme, sentía un vacío como si una parte de mi se hubiera quedado en Los Angeles, a pesar de que las semanas pasaban, la tristeza que sentia se hacia más grande y esa mierda dolía.

Tenía la esperanza de que ella volviera a buscarme, de que me dijiera que todo estaba bien, de que esto simplemente fuera una pesadilla de la cual quería despertar.

Nisiquiera entendía lo que había pasado, del por qué tan repentinamente decidió eso, lo que si tenía muy presente era que tu eres la persona que elige quien te hará daño, y yo...

Yo la había elegido a ella.

Cada noche revisaba su perfil aunque eso implicara el hacerme más daño, mi hermana una vez me atrapó y me dijo que lo que hacia solo estaba afectandome más y que dejara de hacerlo, como siempre ella una vez más tenia razón. ¿Pero como le explicaba que esa era la unica menera de saber de ella?.

El gimnasio de mi casa, se había convertido en un lugar "seguro" para mi, tenía que estar ahí para que mis pensamientos no me invadieran.

Era casi media noche y estaba lavando mis dientes para poder irme a dormir, cuando de pronto escuché una notificación, tras notificación provenientes del celular de mi hermano quien estaba bañándose tranquilamente.

—Hey hermano.—llamé—. Tú celular está sonando, ¿Quieres que vea que ocurre?.—pregunte gritando un poco para que el pudiera escuchar.

—Si.—grito él.

Tome su celular poniendo la contraseña, al entrar a sus notificaciones me di cuenta que era de su grupo de béisbol avisando la hora y el lugar donde iba a ser su partido mañana, estaba apunto de apagarlo cuando en ese instante llegó otra notificación y de inmediato reconocí la foto de perfil.

Era de ella.

Me quede paralizado realmente no supe por cuanto tiempo me quede de esa manera, solo vi como mi hermano salía del baño mientras se secaba el cabello con una toalla color blanca.

Podía observar como movía sus labios pronunciando algo que no podía entender.

—Javon.—llamó él, sacándome de mi trance—. ¿Qué ocurre?.—se acerco a mi.

Yo no respondí nada, solo me limite a entregarle su celular.

—Mierda...—susurró.

Salí rápidamente del cuarto de baño, para dirigirme a la parte de abajo ignorando las voces de mis padres, quienes preguntaban que estaba ocurriendo. Por querer salir huyendo de casa no recordaba que mi padre estaba arreglando el porche y habia dejado una caja de madera y a causa de eso me caí sintiendo un golpe fuerte en mi ojo el cual no le di importancia, me levante maldiciendo con cada paso que daba.

Comencé a correr sin ningún destino, sintiendo la lluvia empaparme de pronto mi celular comenzó a sonar pero no le hice caso, solo quería estar solo, no puedo creer que esto era a lo que se referían con dejar entrar a alguien a tu vida, no se suponía que debía doler, no de esta forma.

Había tenido novias anteriormente, pero solo querían un poco de fama, y atención y de alguna manera eso se había convertido en una inseguridad para mi. Sin embargo, cuando conocí a ojos tristes, una parte de mi tenía ese   miedo constante a que pasara lo mismo. Pero al conocerla me di cuenta que no era así, y que de verdad quería estar conmigo por lo que era y no por lo que tenía.

¿Pero ahora quien soy?. ¿Un chico corriendo como imbécil sin un destino, solo por que se siente destrozado?

Recordé que Jayla estaría en casa de Kylee la cual no quedaba tan lejos, así que fui directamente allá.

Toque la puerta, y me quede sentado en el escalón del porche esperando. Habían pasado casi cinco minutos y nadie abrió, así que me puse de pie y caminé.

—Wanna.—llamó mi hermana.

Yo me di vuelta y la vi parada con una pijama que compartía con su mejor amiga.

—Ven aquí hermano.—abrió sus brazos y fui directo a ella.

Quien me atrajo con fuerza y sin más no pude contenerme y comencé a sollozar, en su hombro.

—Vamos saca todo lo que duela, no te quedes con eso.—sentía como mi hermana me daba pequeños masajes en mi espalda.

—¿Acaso le hice algo malo?.—sollose.

—No Wanna...—me separó para quitarme las pocas lágrimas—. No hiciste nada malo, ahora ven vamos a dentro, estás todo empapado.

Entramos a casa, subiendo al cuarto de Kylee quien me observo por unos minutos y después me abrazó.

—Te traeré algo para que puedas cambiarte.—aviso.

—Gracias.

—No agradezcas, ahora vuelvo.—respondió yendo a buscarla.

Momentos después traia consigo una pijama color azul.

—Ten, esto fue lo que encontré.—me la entregó.

Yo asentí entrando al baño para cambiarme. Mientras escuchaba susuros provenientes de aquellas chicas, que en cuanto sali del baño pararon.

—Tú ojo...—señaló Kylee.

Me miré al espejo, observando un color morado rojizo en mi ojo derecho.

—No es nada.—mencioné sin importancia.

—Ven aquí.—ordenó mi hermana—. ¿De nuevo?

—No tuve una pelea. Me caí en el porche de casa.—me senté en la cama.

Ella se levantó y fue por algo al mueble

—Te pondré esto.—enseñó una pomada.

No la recuerdes, no ahora.

Yo solo sentí.

—Acuéstate.—dijo ella señalando el cojín color morado que había puesto en sus piernas.

Me acosté y ella comenzó a untarme la pomada, siempre hacia eso cuando era más pequeño y me hacía sentir seguro.

Mis ojos comenzaban a cerrarse debido al sueño que comenzaba a sentir.

—Tranquila madre.—escuché decir a Jayla entre sueños—. Él está bien, se ha dormido.

Fue lo último que escuché para dormir definitivamente.

(Adjunto foto de él la verdad no se bien si, si tiene el ojo morado o no. Pero se mira con el ojo morado, asi que supongamos que sí.)

Nota se la autora.

Este fue el capítulo espero les haya gustado.

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Espero poder subir el otro más tarde.

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