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-¿Irás a la fiesta? -preguntó Verónica mientras caminaba junto a Betty por rl pasillo-

-Sí.

-¿Jughead irá?

-¿Que te importa?

-Oye -rió- no seas grosera, soy lesbiana.

-Lo siento, es que Katy ya me asustó y las Vixens me ponen nerviosa.

-Tranquila, eres hermosa, Betts. Ninguna de ellas podría robarte el novio ni intentando.

La rubia suspiró y las dos entraron a clase.

-Tiene novio, Verónica -dijo un pelinegro en tono burlon-

-Cierra la boca, Blake, literalmente a nadie le importa lo que tienes para decir -dijo y se sentó-

El profesor entró al salón y se paró frente a todos.

-Muy bien, voy a poner unos ejercicios en la pizarra, y los llamaré para que pasen a resolverlos.

Veronica bufó tirando la cabeza hacia atrás mientras el resto de la clase hablaba.

-Espero que no me llame -dijo Betty preocupada mirando a su amiga- es mi segundo día, no creo que pueda hacerlo.

-No creo que te llame, tranquila.

-Muy bien -dijo el profesor mirando la lista de apellidos- Cooper. Al frente.

-Pero-

-Es eso, o un uno.

La ojiverde se paro nerviosa. Con las manos temblorosas caminó al frente y miró el ejercicio 1.

No supo como, pero su mente se relajó instantaneamente y lo resolvió con rapidez.

-¿Está bien? -dijo mirando al hombre que iba de camisa blanca-

-Está perfecto. Puedes volver a tu lugar.

Ella respiró profundo y caminó a su sitio.

En otro salón, Jughead hacía actividades de Literatura mientras todo el resto de la clase charlaba y se lanzaba aviones de papel. Al terminar, tomó su teléfono y le envió un mensaje a Betty.

La campana sonó, y todos salieron de los salones, el ojiazul se dirigió a su casillero y dos chicas llegaron al mismo tiempo, una a cada lado de él.

-Juggie -dijeron a la vez-

Él rió y miró a Betty, quien cruzaba los brazos mirando a Ally.

-Ok, una por vez -dijo y besó la frente de la rubia ¿qué pasa, amorcito?

Ella lo abrazó y él sonrió.

-Bien. ¿Que necesitas, Al?

-No encuentro a Reggie, y Ryan no para de molestarme.

-Ok, tranquila -dijo acariciando su mejilla- creo que Reggie está en los vestidores ¿quieres que vayamos a buscarlo?

Ella asintió.

-Muy bien, vamos.

Él tomó su mano mientras con su otro brazo abrazaba la cintura de la rubia y caminaron a los vestidores de varones, donde ellas dos se quedaron afuera.

Salió por la puerta amarilla tirando a su amigo del brazo y él miró a su hermana.

-¿Qué pasa, pequeña?

-Es Ryan, quedate conmigo -dijo abrazándolo-

-Muy bien, ahora nosotros nos vamos a ir, porque Betty no tomó demasiada azucar hoy y está amargada -dijo y se fué tomando la mano de su novia- deja de estar celosa de ella.

-Deja de tomar su mano.

-Creo que ya hablamos sobre esto.

-Sí -bufó- lo siento, Juggie.

-No pasa nada, mi amor. ¿Cómo te fue en Química?

-Bien. Me saqué un diez.

-Eso es genial, pequeña.

-No se, la actividad era muy fácil.

Él rió y besó sus labios apoyando la espalda de ella en la pared y su mano en esta.

-¿Puedo almorzar contigo? -dijo dejando besos en su mejilla-

Ella sonrió y asintió.

-Si.

-Bien.

Little BettsWhere stories live. Discover now