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Jughead estaba a punto de dormirse en su cama, con el celular en una mano, cuando Betty entró y se acostó a su lado  abrazándolo.

Él miró su teléfono y lo dejo en la mesa de noche para abrazar a la rubia.

-Mamá dijo que debes intentar dormir en tu cuarto, amorcito.

-Me da miedo. Estoy sola ahí, y es oscuro.

El la tomó y caminó a su cuarto, la arropó y salió de la habitación.

Betty estaba a punto de llorar cuando el volvio a entrar, con una lampara pequeña en forma de barco. La enchufo y la puso en la mesa de noche de la rubia.

-Papi se quedará aquí -dijo sentandose junto a la cama- estaré aquí hasta que te duermas.

-Toma mi mano.

Él agarro la mano de la menor y ella cerró los ojos.

Pasó un largo rato, el ojiazul besó su frente y se fue a su cuarto para ahora sí, dormirse.

Pasaron las horas, y los rayos de sol entraban por la ventana de la habitación de Jughead en el momento que su teléfono empezó a sonar, despertándolo.

-Hola -dijo con la voz ronca- ¿que pasa?

-Lo siento ¿te desperté?

-Si, me despertaste, Blake ¿que quieres?

-Los chicos me dijeron que te llame, te necesitamos de nuevo en el equipo, Jug.

-No. Lo dejé por algo.

-Jug, no puedes, Reggie se lesionó, y necesitamos capitán. Por favor.

-Lo pensaré, ahora deja de molestar.

-Adios.

Él dejó su teléfono y suspiró.

-¿Dejaste el equipo? -dijo su madre entrando- ¿Qué pasó, mi amor?

-Estaban pasando muchas cosas en casa y quería que toda mi energía este aquí.

-Eres muy bueno, cariño. Pero disfrutas jugar futbol, no lo dejes por eso ¿si? recogeré a Betty cuando tu tienes práctica y la llevare al trabajo conmigo, no tienes que dejar de hacer lo que amas por nosotras ¿bien?

Él asintió y Betty entro dando pasos adormilados.

-¿A caso esa es la pequeña que durmió en su cuarto sola? -dijo Jughead levantandose para tomarla y acostarse en su cama- que valiente.

-Quiero que te quedes hoy.

-No puedo, mi amor.

-Si puedes.

-No puede. Pero yo me quedo si quieres. -dijo Gladys-

Ella bufó y cruzo los brazos.

-Odio todo.

-Lamento no poder quedarme contigo -afirmó acariciando su mejilla- si pudiera lo haría. Pero nuestra mamá es una bruja mala.

-Tu eres una bruja mala -dijo mirando sus pies- me falta un calcetín. Seguro me lo robaste, bruja mala.

Él la abrazó y ella se acomodó en su pecho.

-Mamá, deja que se quede.

-No puedo, princesa -dijo la mayor- Juggie, ve a cambiarte.

-Si el se va, yo me voy -dijo cruzando los brazos-

-Muy bien. -dijo firme Gladys cruzando los brazos- ¿a donde?

-A-a am...lejos.

-Claro.

Betty tomó su mochila pequeña la cual estaba en el suelo de la habitación y se fue a su cuarto.

Jughead rió y se paró para vestirse mientras Gladys seguía a la rubia. La vio meter un peluche en la mochila y bajar las escaleras para meter muchos paquetes de galletas en esta.

-¿Con eso te vas a ir a lejos?

-Si.

-¿En pijama y sin un calcetin?

-¡Sí!

-Ven -dijo y tomo su mano para abrazarla- se que es difícil estar sin Jughead, porque con él te sientes segura ¿no?

Betty asintió.

-Yo siempre te mantendre a salvo. Se que no soy Juggie, pero soy tu mamá. Y sabes que te amo ¿cierto?

-Sí. Yo también te amo.

-Eso es -besó su frente- ¿ya no te vas a ir lejos?

Ella negó.

-Yo te extrañaría.

-Yo también te extrañaría mi amor.

Jughead entró a la cocina y tomo una banana, estaba a punto de salir y Betty tomo su brazo.

-No. Desayuna bien.

-No tengo hambre.

Ella acarició su mejilla y suspiró.

-Promete que comerás bien.

Él suspiró y asintió con la cabeza.

-No te preocupes.

-Si me preocupo.

-Debo irme ¿sí? te amo. Te amo mamá -dijo y salió de la cocina-

-Betty bufó y se sento a la mesa apoyando su mejilla izquierda en esa.

-¿me preparas cereales?

-Claro, cariño.

Little BettsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora