Little Betts

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-Mi pequeña princesa -dijo Jughead acariciando el cabello de Betty mientras ella lo abrazaba-

Gladys se asomó a la puerta y los miró.

-Creo que ya dije que no dormirán en el mismo cuarto.

-Mamá, mírala -respondió el mayor- por favor, es un bebé.

-Lo sé, pero debe dormir en su cama.

-No, Juggie.

-No es una pregunta. Tu duermes en tu cuarto, y Jughead en el suyo, fin de la historia ¿entendido?

-Bien -dijo él, levantándose con la rubia en sus brazos- la llevaré a su cuarto pero tú te aguantas su llantito a la noche cuando tenga miedo.

-Ya casi ni me da miedo a la noche -dijo Betty tallándose un ojo- solo a veces.

-Eso es genial, mi amor.

El teléfono de la rubia sonó y ella lo tomó mientras se acomodaba en su cama y Gladys la cubría con las mantas.

-¿Quién es?

-Es Riff -dijo Jughead tomando a Canela de una silla- o Reggie, solo sabe hablar sobre ellos ahora.

-Es que son tan lindos juntos.

-Nosotros también y no hablas de mí todo el tiempo.

-Ahora -dijo su madre- descansa, Betts.

-Buenas noches, mamá. Buenas noches, Juggie. Los amo.

-Nosotros a ti, princesa.

Jughead fue a su cuarto y se acostó en su cama para cerrar los ojos. Se abrieron al instante cuando su madre besó su frente haciéndolo suspirar.

-Buenas noches, cariño.

-Mamá, ya casi tengo dieciocho, deja de besarme la frente.

-Jamás. Te amo, mi amor.

-Yo a tí.

Lejos, en el lado sur, Reggie y Riff comían hamburguesas, y miraban la televisión, cuando alguien entró a la habitación de Riff.

-Tony, aprende a tocar antes de entrar.

-Obligame.

-Ahora no, Reg y yo estamos viendo Los Simpson, ve a molestar a alguien más.

Él bufó y se fue, y Riff suspiró.

-Lo siento, Tony tiene 22 años y aún vive aquí, es un dolor de cabeza.

-¿No tenias una hermana?

-Hermanastra. Vive con mi papá, y luego está Ellie, es bebé, tiene un año.

-¿La puedo conocer?

-¿En serio? -suspiró-

-No hace falta, solo-

-No, ahora la voy a traer, pero es algo pesada.

-Tiene un año, Riff, no se a que te refieres.

-Es igual a mi madre.

Él rió y Riff salió de la habitación y volvió con su hermanita de la mano.

-Ella es Ellie. Dile hola a Reggie, El.

Ella movió su mano saludando y él sonrió.

-Hola, pequeña. ¿Quieres quedarte con nosotros?

Ella estiró sus brazos para que su hermano la levante y él lo hizo y se acostó con ella en sus brazos.

-Casi no habla. Pero es perfecta.

-¿No es que era pesada?

-A veces llora mucho.

Reggie rió y el mayor besó su mejilla.

-Me alegra que puedas estar aquí.

-A mi igual.

-Te quiero, Reg.

-Yo a tí.