Parte 29

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Stana estaba un poco atrasada para la consulta, recorría Wilshire Blvd a la máxima velocidad posible, aunque cuidadosamente. Un sentimiento nuevo consumió su corazón, era la primera vez que iba a ver a su bebé, diminuto pero podía sentir felicidad. Pensó en Nathan y en lo increíble que seria si supiera la verdad, le hubiera encantado que estuviera ahí, sujetando su mano.

Todos parecían conocerla en el hospital, se sintió intimidada, después comprendió que no era por la fama, sino por el tiempo que había pasado ahí junto a Nathan. Miro a su alrededor y pudo ver a una mujer llorar, entonces se recordó a ella misma unas semanas atrás y casi pudo sentir el dolor de vuelta.

Siguió su camino hacia la consulta del doctor, después que su secretaria le informará que la estaba esperando.

- Siéntese Señorita Katic? - ella le tomo la palabra, observando varias fotos que habían en el decorado - como se ha sentido?

- Supongo que bien, mareos y deseos de vomitar pero creo que eso es normal.

- Vale, ahora le voy hacer unas cuantas preguntas sobre usted, su pareja, sus hábitos, solo es para rellenar su historial - Stana asintió.

El doctor casi realizó una investigación sobre su vida, ella pudo sentir la misma sensación de los interrogados en el precinto.

Al principio fue difícil explicarle porque no le había comentado sobre su embarazado a Nathan.

Mientras le tomaba la presión realizó unas preguntas más acerca del tabaco, el alcohol y las drogas, a lo que Stana respondió con un "No".

Después llegó el momento que había estado esperando, la ecografía. Se levantó la blusa y pasaron por su vientre un gel frío, que al primer instante la hizo estremecerse. Instintivamente giro la cabeza esperado encontrar a Nathan a su lado.

- Querrá fotos?

- sin duda alguna dijo - Si.

- Todavía es muy pronto para oír sus latidos, pero observe.

Entonces, Stana pudo divisar una cosa pequeña e indefensa, un amor diferente empezó a crecer, pero pudo sentir que llenaba todo su pecho. Comprendio que todo lo que le habían dicho era cierto, aun siendo tan pequeño, casi una semillita, sintió deseos de protegerlo y cuidarlo. Unas cuantas lagrimas cayeron sobre sus mejillas, después de tanto tiempo de sufrimiento, esta vez podía decir que eran de alegría.

Tamala había pasado a recogerla para ir a la fiesta. Ambas hablaban de la cita con el doctor, mientras que la futura madre le enseñaba la ecografía. Tamala empezaba a sentirse una tía consentidora y protectora, aun con la misma pregunta - Cuando se lo dirás a Nathan?

Esta vez era diferente, Stana sabia que debía de charlar con el sobre eso, pero también que tenía que encontrar el momento adecuado.

Al llegar, casi todos ya estaban disfrutando de su bebida y el ambiente. El jardín estaba un poco decorado, todos sentados en un semicírculo que habían creado.

Stana se había tomado un minuto y se había dirigido a la orilla de la piscina, poniendo sus pies en el agua, pensando.

- No tomas nada? - ella se giró y lo vio ahí, haciendo lo mismo que ella y sentándose a su lado.

- No, solo agua - le mostró su vaso - no tengo deseos de tomar alcohol.

- Vale.

Ambos se quedaron en silencio por unos minutos. El sonido de sus pies rozando el agua y formando unas pequeñas olas era el único que podía escucharse.

- Stana

- Nathan - ambos dijeron a la misma vez, mirándose.

- Dime - dijo ella.

- respiro - Se que todo esto ha sido muy difícil para ti, y lo comprendo. - se tomo otro minuto - solo quiero decirte que a veces he estado un poco lejos, y si que lo he estado, pero ahora mas que nunca se que yo te amo y que siempre va hacer así. También comprendo que me quieres dar mi espacio, pero no puedo imaginar otro espacio que no sea abrazándote o sintiendo tu corazón latir cerca del mío.Ese es el único espacio que necesito en este momento - ella no hacia nada mas que observarlo - tu me das fuerzas para querer ser mejor, por ti es que quiero recordar, para poder...

- ella lo interrumpió - Nathan

- el puso sus manos en su boca - solo quiero que pienses, en nosotros, nuestro amor - en ese momento una ráfaga de viento hizo que el cabello de esta casi volara. Nathan quito un mechón de su cara, beso su frente y decidió levantarse.

- No te vayas - decía Stana mientras sostenía su mano, haciendo que se girara automática y la mirara, pudiendo ver en sus ojos. Eso era lo que realmente deseaba. Paso su brazo por su espalda, haciendo que Stana se sintiera protegida, mientras colocaba su cabeza en el pecho, manteniendo esa posición por unos momentos mas.

- Stana - decía Molly - ay!!! Perdón por interrumpir - ambos se separaron.

- No, no pasa nada - dijo Stana

- Es que Tamala me dijo que te dijera que se tuvo que ir a casa, se sentía un poco mala del estomago. - cuando empezaba a retirarse - Puedo hablar contigo un momento?

- ella miró a Nathan - Si claro - esta vez fue él quien la sostuvo del brazo cuando ella pensaba levantarse.

- Te amo - Stana sonrió y le dio un pequeño beso.

- Perdona por lo de antes - Molly estaba apenada - no sabia que estabais...

- No es tu culpa. Que querías hablar conmigo?

- Se que no tiene nada que ver, pero es algo personal y eres la única con la que puedo hablar de eso.

- Vale, dime - cuando pensaban retirarse para un lugar mas privado Jon las interrumpió sosteniendo un gran plato de dulces.

- Chicas, a donde vais?

- A ningún lugar, solo queríamos hablar. Oye...pero a ti se te ve muy bien con eso - Molly río. Stana pudo sentir el olor de los dulces, haciendo que saliera corriendo.

- Stana por favor, me estas preocupando - ella había entrado en el aseo, vomitando sin cesar. - Stana por favor.

Abrió la puerta poco a poco, yendo directo al lavado. Se limpió la cara y miro por el espejo a Molly.

- Que pasa? - preguntaba confundida.

- Estoy embarazada.

Silencio.

- En serio? - Stana solo hizo un movimiento de cabeza - Woow que bien - estaba realmente feliz - es increíble Stana, un bebé tuyo y... Es de Nathan, verdad?

- Claro - río.

- Pues se puede decir que tendré un hermanito - pensaba

- Pues si - Molly se acercó a ella.

- Puedo?!?! - señalo su viente, haciendo que Stana sonriera y asintiera. Molly paso su mano, un poco desconcertada, sin poder sentir nada.

- Todavía es muy pequeño, no puedes sentirle - dijo, comprendiendo el gesto de su cara.

- Ah ya!!!! - igual, volvió a tocarlo.

El momento era único, cualquiera hubiera pensando que en realidad eran madre e hija, aunque ellas siempre se trataban así. Era simplemente perfecto.

Mi Corazón Es TuyoWhere stories live. Discover now