Capítulo 39

1.1K 101 93
                                    

BEBE

════════֍═══════

ARYA

A lo largo de mi vida he pasado por varios momento malos, amargos, tristes y decepcionantes, me he tenido que tragar en silencio mi soledad, la desesperación, el amor y mi sufrimiento. 

Nadie me ha comprendido, escuchado o amado, ninguno se ha preocupado por saber que le pasa a Arya, ¿si está bien o mal? ¿que siente? ¿o quiere? pero me tratan como si no tuviera sentimientos o por dentro no me quebrada como cualquier persona. 

Al ser la mayor tenía que estar pendiente de Amit y Ava que de pequeña tenía asfixia y con nada le daban ataques, cuidaba con amor de mi hermana cuando mis padres tenían que salir a trabajar y era divertido, no niego que me gustaba jugar a la mama con ellos, entendía que al ser tan débil y enferma tenían más cuidados para ella que conmigo ya que nunca me enferme como mi hermana sí. 

pero cuando fui creciendo quise no ser ese mueble más en la casa, quería que contaran conmigo como lo que era, un miembro importante de la familia que aporto cuando no debía hacerlo sin embargo de mama recibí recriminaciones y de papa descuido.

Solo le he pedido una cosa simple a la vida y es ser feliz con lo que muchas mujeres rechazan, pero cada vez que intento surgir, renacer y florecer la vida me da un golpe peor provocando que me cuestione si soy tan poca cosa que no merezco tan solo un poquito de tranquilidad.

Cuando pienso que mi día puede ser lindo, que no puede a ver nada que lo opaque o dañe, veo el cuerpo de Ignacio que me da una bofetada certera, reiterándome que no merezco nada.

Su cuerpo no se mueve mientras encogida lloro sin saber que hacer, los guardaespaldas intentan tocarme, pero los amenazo porque no quiero que se acerquen, todo se me viene a la mente como una pila de mierda que me envuelve marchitándome por dentro.

No sé por cuanto tiempo estoy en la misma posición sin apartar mi vista de sus pies mientras dos de los hombres contratados por Demian caminan de un lado a otro, un tercero le toma los signos vitales a Ignacio y no pregunto solo diviso el bolso que esta sobre el sillón grande y no sé cómo llego ahí, lo cierto es que gateo intentando no tocar el cuerpo hasta ese lugar tomándolo y sacando el móvil para marcar el numero de la única persona que no sé porque pienso que puede ayudarme.

Por alguna razón me siento protegida a su lado pese a tener a varios en este momento, mi mente lo llama, mi corazón lo espera y mi piel lo percibe cuando busco el número de …

—Donde esta…

Y ahí está el hombre que con tan solo escucharlo sencillamente desencadena una serie de envolventes emociones consecutivas que me acarician el alma.  Es su voz, su mirada y presencia que con tan solo unas simples palabras logra hacerme sentir indestructible en una burbuja salvaje la cual ni un meteorito podría quebrar.

—Demian—nada mas es verlo para lanzarme a sus brazos envuelta en un llanto que me impide hablar.

—Dios pequeña, estas temblando—me abraza fuerte y no quiero salir nunca de sus brazos—¿que paso?

Lloro contra su pecho mientras recuerdo con amargura lo sucedido.

—Lo mate—le cuento—intento violarme y solo me defendí—levanto mi mentón anclando mi mirada a sus ojos llenos paz, pero que a su vez cargan una tormenta bestial, la cual no me da miedo, me da seguridad mientras aun me tiene envuelta contra su pecho—juro que no quería hacerlo Demian, yo no quería hacerle daño.

—Basta bebe—me aprieta más mientras vuelvo a su pecho—no tienes que sentirte culpable, ven mi nena y reviso.

Me toma de la mano mientras se acerca al cuerpo y volteo mi rostro para no ver le charco de sangre, anclo mi mirada al retrato de nuestro creador preguntándole que más quiere de mí, que tan miserable debo ser para merecer un poco de su amor.

PLACERES CULPOSOSWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu